sábado, 30 de octubre de 2010

Comunión en la luna: Buzz Aldrin toma la Santa Cena a 250,000 millas de casa el 20 de Julio de 1969.

Edwin Francisco Herrera Paz. Decidí traducir y publicar este pequeño artículo que recibí por correo electrónico de un amigo. Después de realizar una búsqueda en Google, di con la página fuente: http://www.snopes.com/glurge/communion.asp. A continuación comparto el artículo con ustedes:

Hace cuarenta años dos seres humanos cambiaron la historia al caminar en la superficie de la luna. Pero lo qué sucedió antes de que Buzz Aldrin y Neil Armstrong salieran del módulo lunar es quizás más sorprende, y más aún porque muy pocas personas saben acerca de ello. Hablo del hecho de que Buzz Aldrin tomó la comunión en la superficie de la luna. Algunos meses después de su regreso, escribió sobre eso en la revista Guideposts.

Y hace algunos años tuve el privilegio de conocerle personalmente. Le pregunté sobre el asunto y me confirmó la historia, y lo escribí en mi libro “Todo lo que usted siempre deseó saber sobre Dios (pero temía preguntar).” 


El trasfondo de la historia es que durante ese período de su vida Aldrin era anciano de su iglesia presbiteriana en Tejas, y sabiendo que pronto estaría haciendo algo sin precedentes en la historia de la humanidad, sentía que debía marcar la ocasión de alguna manera y le pidió ayuda a su ministro. 


Y de esa manera el ministro consagró una oblea de comunión y un pequeño frasco de vino de comunión. Y Buzz Aldrin los llevó con él fuera de la órbita terrestre hasta la superficie de la luna. 

Manuscrito original de Aldrin con el
pasaje de Juan 15:5
Él y Armstrong habían permanecido en la superficie lunar solo por algunos minutos cuando Aldrin hizo la siguiente declaración pública: “Éste es el piloto del módulo lunar. Quisiera aprovechar esta oportunidad para pedir a cada persona que escucha, a quienquiera y dondequiera que esté, que se detenga por un momento y contemple los acontecimientos de las últimas horas y que dé las gracias a su propia manera.” 


Luego cortó la transmisión de radio y allí, en la superficie silenciosa de la luna, a 250.000 millas del hogar, leyó un versículo del evangelio de Juan y tomó la comunión. Aquí está lo qué sucedió, en sus propias palabras:
“Durante el apagón de radio, abrí los pequeños paquetes de plástico que contenían el pan y el vino. Vertí el vino en el cáliz que nuestra iglesia me había proporcionado. En la gravedad de un sexto en la luna, el vino se alborotó y subió lentamente y con gracia por un lado de la taza. Luego leí las Escrituras, “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer”.

Me había propuesto relatar mi experiencia de comunión a mi retorno a la tierra, pero a última hora me solicitaron que no lo hiciera. La NASA se encontraba enredada en una batalla legal con Madelyn Murray O'Hare, el célebre opositor de la religión, acerca de la lectura del Génesis por parte del equipo del Apolo 8 mientras se movía en órbita alrededor de la luna durante la Navidad. Acepté a regañadientes. 

Comí la pequeña ostia y bebí el vino. Di las gracias por la inteligencia y el espíritu que habían traído a dos jóvenes pilotos hasta el Mar de la Tranquilidad. Fue interesante para mí reflexionar: el primer líquido vertido alguna vez en la luna y el primer alimento comido allí, fueron los elementos de la comunión. Y por supuesto, es interesante pensar que algunas de las primeras palabras habladas en la luna fueron las de Jesucristo, que hizo la tierra y la luna - y que, en las palabras inmortales de Dante, es en sí mismo “el amor que mueve el sol y las otras estrellas.”

jueves, 28 de octubre de 2010

El poder de las palabras

Dr. Edwin Francisco Herrera Paz
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz (Génesis 1:3)

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón (Hebreos 4:12).

La lengua es, por mucho, el musculo más veloz y polifacético del cuerpo humano, además de ser extremadamente sensible. No solamente es sensible al tacto. También es capaz de identificar ciertas cualidades químicas de muchos compuestos por medio del sentido del gusto. Nos sirve además para deglutir, sin contar con su función de proporcionar una sensualidad adicional a las relaciones de pareja.
La lengua, además de sus múltiples funciones, se ha constituido como una poderosa arma, a veces más potente que todas las bombas nucleares en la tierra. Con el advenimiento del lenguaje, la lengua se convirtió en una herramienta capaz de cambiar vidas y destinos. La invención de la escritura tuvo el efecto de hacer perdurable lo hablado, y el lenguaje en general se constituyó como uno de los pilares en los que se ha fundamentado el desarrollo del ser humano como animal pensante capaz de realizar prodigiosas hazañas.
La palabra hablada es tan poderosa que en Génesis 11:5 el mismo Dios, al ver que los humanos edificaban una torre que llegaría hasta el cielo, dijo: “He aquí, son un solo pueblo y todos ellos tienen la misma lengua. Y esto es lo que han comenzado a hacer, y ahora NADA de lo que se propongan hacer les será imposible”.
Esta declaración no es trivial. Los grupos humanos unidos por la comunicación podríamos ser capaces de llegar a las estrellas. Es posible que la historia de Babel se remonte al origen de las lenguas semíticas a partir de un lenguaje ancestral protosemítico, o aun antes, durante la separación de este con el protoindoeuropeo. Y entonces como ahora, los lenguajes han constituido una barrera cultural que separa a la humanidad en “burbujas” lingüísticas.
Las tradiciones culturales, las costumbres familiares y la reconstrucción mental del mundo se transmiten y logran a partir del lenguaje. Las sociedades son estructuradas por medio de códigos, leyes y reglamentos, que a su vez son elaboraciones lingüísticas enteramente abstractas que elevan a las instituciones humanas a la categoría de realidad. Así como la mecánica cuántica nos dice que la presencia de un observador colapsa la función de onda para que esta se concrete en un estado cuántico específico, el lenguaje colapsa la ideación humana en una realidad definida.
Por medio del lenguaje somos capaces de categorizar, de establecer límites entre elementos que de otra manera no se diferencian unos de otros, sino que forman parte de un continuo difuso. Aunque la habilidad de categorizar la compartimos con muchas de las especies del reino animal, es el lenguaje el que finalmente lleva a esta característica al extremo de originar una verdadera autoconciencia.
El lenguaje nos permite describir fenómenos de nuestro entorno así como sucesos en galaxias lejanas, reproducir esos fenómenos y utilizarlos para nuestro beneficio. Y a pesar de eso, de lo que no somos conscientes del todo es de la fuerza que poseen las palabras en nuestras propias vidas. Las palabras moldean nuestro futuro y el de nuestros seres queridos de una forma mucho más contundente de la que imaginamos. Las palabras positivas repetidas continuamente producen resultados positivos, pero lo contrario también es cierto. El ambiente negativo generado por palabras negativas tiene un garrafal efecto destructor.
Jesús utilizó la palabra hablada para sanar y para expulsar demonios. En el ámbito espiritual la palabra, ya sea hablada o escrita, tiene una importancia crucial, aun mayor que en nuestra realidad cotidiana. Jesús, y antes que él los profetas, insistían en la veracidad de lo que está escrito aunque no hubiese ocurrido todavía. Además Jesús recalca el poder de la palabra hablada cuando le explica a Pedro: “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en el cielo” (Mateo 16:19).
La palabra de Jesús tiene la característica de trascender el espacio y el tiempo. Así, sus enseñanzas son tan actuales como lo fueron al momento de impartirlas. El famoso centurión romano de las escrituras se dio cuenta de esto y confirmó su fe al señalarle a Jesús: “No soy digno de que entres en mi casa; solo di la palabra y mi criado será sanado” (Mateo 8:8). Desde luego, el centurión conocía de estructuras terrenales y de la función crucial del lenguaje en su formación, que se deja entrever en el siguiente verso: “Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y mi siervo: Haz esto y lo hace” (Mateo 8:9).
Las palabras denigrantes dichas en algún momento son capaces de arruinar una vida. He oído de casos en los que un rencor ancestral se originó de un insulto y pasó a las demás generaciones. Cuando esto ocurre, generalmente el que insulta olvida pronto pero el agraviado mantiene una herida, una cicatriz bioquímica en lo profundo de sus redes neuronales, difícil de sanar.
Esto es especialmente cierto en los niños, en los que el sistema nervioso en formación les hace susceptibles a la influencia de los padres, maestros y demás adultos. Si usted le indica a su hijo que es lento, tonto o que tiene dificultad para realizar alguna tarea, es muy probable que el pequeño haga lo posible por cumplir con esa aseveración. Para el niño, los adultos son confiables y sabios y es difícil que se equivoquen en sus juicios. En la mente del niño él es “tonto” porque si no fuera así usted nunca se lo hubiese dicho.
Y como las costumbres de los padres son repetidas por los hijos, es así como vemos a muchas generaciones arrastrar con una minusvalía, una discapacidad o torpeza solo porque alguna vez, a algún ancestro remoto ya olvidado en la noche de los tiempos, se le ocurrió en un momento de irreflexión insultar a su hijo.
Por eso le aconsejo contrarrestar el constante bombardeo de palabras negativas al que se expone su hijo a diario desde su tierna infancia en el jardín escolar, y luego en la escuela y otros grupos sociales. Usted puede hacerlo diciéndoles palabras de bendición a diario. Recuerde que esas palabras acompañarán a su hijo siempre, a donde quiera que vaya por este breve sendero que es la vida terrenal. Saludos.

lunes, 25 de octubre de 2010

El biblio café: negocio del futuro

No hablo de un futuro lejano, dentro de 50 años, o 10 años. Hablo del futuro inmediato. Tal vez meses, o quizá a lo sumo unos pocos años. Así como a finales del siglo pasado se puso de moda un tipo de negocio emergente que se llamó “Café Internet” o “Cibercafé,” la creación de los libros virtuales traerá consigo el negocio de los biblio cafés. En el presente año el número de personas en los Estados Unidos que han substituido el libro de copia dura al de formato digital, ha aumentado súbitamente debido principalmente a las mejoras en la tecnología de las tabletas de lectura como el I-pad.
Según el laureado escritor Mario Vargas Llosa los libros de papel nunca desaparecerán del todo. Yo pienso que desaparecerán del ámbito comercial, pero siempre habrá copias en grandes bibliotecas, lo que será necesario previendo algún evento catastrófico que borrara todos los archivos digitales. Aplaudo la nueva tecnología que disminuirá el número de árboles sacrificados cada año para la manufactura del papel.
Para los que mantenemos una gran cantidad de libros desbordándose de los estantes de nuestras casas, también el libro digital promete ser de gran alivio. Si usted es un poco loco y le gusta leer dos o más libros a la vez, lo podrá hacer rápidamente con solo un clik. Primero fue la música en el formato MP3 en los I-pod, y ahora los libros en el I-pad. Cada vez la vida se hace más fácil.
Bien, a lo que te truje Chencha1. Usted entra por la puerta principal donde lo esperan cómodas sillas con una tableta de lectura en el centro. Mientras usted disfruta de deliciosos bocadillos y de un sabroso café Capuchino, se dedica a leer las últimas noticias de los periódicos del mundo. Cuando se aburre de las noticias, escoge en la base de datos con todos los libros del mundo indexados por tema, título o autor. Escoge una obra de Vargas Llosa y la lee por unos quince minutos. Luego con un par de cliks pasa a una de Gabriel García Márquez, para que Gabo no se enoje.
Mientras lee y toma su café –la tableta estará protegida en caso de derrame, por supuesto- llega su amigo y compañero de lucha y se ponen a platicar. El Biblio café es un sitio para leer pero también un lugar de encuentro social. Estos lugares ya existen en mi ciudad San Pedro Sula, pero sin las tabletas de lectura. Las personas llegan a leer sus periódicos por las mañanas, tomar su café, comerse su semita2 pelona o despeinada, o una mantecada3, y conversar. Solo sería cosa de agregarles las tabletas electrónicas. Sin duda sería el sitio favorito de periodistas, escritores y toda suerte de intelectuales, maestros, etc.
Ya le di a usted la idea. Estudie la factibilidad y busque a los proveedores del servicio en caso de que ya existan. Y cuando inaugure su negocio, por favor acuérdese de mí y hágame una pequeña mención en alguna pared del café, por haberle presentado el concepto.

1 Refrán o dicho frecuentemente dicho por la dicharachera de mi madre que significa “vamos al grano.” Otro famoso dicho de mi madre es: “comer y rascar, todo es empezar.”
2 En Honduras, sabroso pan redondo cubierto de una capa de polvo dulce y como dos mil calorías.
3 Ídem, excepto por la capa dulce.
Comer y rascar, todo es empezar...

domingo, 24 de octubre de 2010

Carta al señor Insulza

Imagen por: José M Castillo Hidalgo
San Pedro Sula, 24 de octubre de 2010
Sr. José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA
Estimado Sr. Inzulsa:

Le escribo en la ocasión de renovarle mi atento saludo.

El año pasado, el ex presidente de Honduras Manuel Zelaya Rosales intentó realizar una consulta al pueblo de manera ilegal. El señor Zelaya argumentaba que el pueblo tenía el derecho de decidir si deseaba una asamblea general constituyente con el fin de reformar la constitución. Una gran proporción de la población creyó –a mi parecer acertadamente- que el objetivo del entonces presidente era reformar los artículos pétreos que le permitirían reelegirse como presidente emulando a su aliado Hugo Rafael Chávez Frías. Verá, señor Insulza; tal vez usted nos juzgue tomando como modelo su país Chile, un modelo de desarrollo en América Latina. Créame cuando le digo que Honduras es diferente.
En Honduras no deseamos la reelección de los presidentes, no por egoísmo, o porque nuestros ex presidentes hayan hecho pésimas y absolutamente catastróficas actuaciones -aunque sin duda algunos han exhibido conductas reprochables-, sino porque con cada nueva elección presidencial la esperanza retorna al pueblo. La esperanza de que algún día llegue a la presidencia aquél que pueda poner fin a nuestra chueca y retorcida sociedad; aquel que pueda poner al fin orden en los asuntos públicos. Que combata con mano firme la corrupción y que al mismo tiempo impulse la educación, la salud y la ciencia.
Le aseguro Señor Insulza, que de llegar algún día un presidente así, no necesitará de cuartas urnas o de consultas ilegales. El mismo pueblo lo llevará en hombros a la casa presidencial. Pero si en algo debo darle crédito al ex presidente Zelaya y a la resistencia, es que tenían toda la razón del mundo. En Honduras sí existe algo parecido a una oligarquía, que no solamente ostenta el poder económico sino también el político y el mediático, que hace lo que quiere y cuando le viene en gana, y que mueve los hilos del gobierno “a discreción,” a su propia conveniencia económica sin importar el daño que ocasione a la sociedad.
Una oligarquía para la cual no existe nada parecido a lo que se denomina “responsabilidad social.” Que ve con indolencia suprema los desmanes, excesos, abusos y apatía de los gobernantes mientras estos bailen al son de la música que les tocan.
Tal vez no me ha entendido bien, señor Insulza. Estamos hablando de un pueblo históricamente abatido por el hambre y la miseria, en el que muchísimas familias viven con menos de 100 dólares mensuales, y al que la crisis económica actual no ha golpeado tanto, no porque tenga una economía sólida, sino porque está tan acostumbrado a vivir en una permanente recesión, que un poco más apenas se siente.
Hablamos de una sociedad abusada desde muchos puntos de vista; que raras veces observa sus aportaciones en forma de impuestos convertirse en obras al servicio de todos debido a que se despilfarra en la vida sibarita de los gobernantes y de los miles de paracaidistas que forman parte de la burocracia. Porque Honduras es un país en el que el gobierno es el mayor empleador, y los gobernantes lejos de considerar disminuir el aparataje burocrático, lo expanden creando nuevos ministerios y dependencias parásitas que chupan, cual sanguijuela, la sangre de nuestras finanzas. Hablamos de un lugar en el que los políticos utilizan como slogan a los pobres, no para ayudarles a salir de esa pobreza sino para mantenerlos en ella y así, de esa forma, no perder el slogan.
En mi país, señor Insulza, son tantos los alimentos que escapan a un adecuado control, que los médicos no sabemos en realidad qué recomendarles a nuestros pacientes. Son tantos y tan desconocidos los carcinógenos en nuestras comidas que es virtualmente imposible siquiera intentar diseñar un estudio para determinar las causas ambientales de, para el caso, el cáncer de mama.
Hablamos de un país sin salud pública efectiva ni medicina especializada para el pobre. Aquel en el que el promedio de los hombres a los que se les diagnostica cáncer de próstata deben resignarse a morir después de esperar largos años en fila para una eventual cirugía -que nunca llega- en un hospital público. Donde estos mismos hospitales no cuentan con una ampolla de analgésico para un paciente recién operado que tiene que sufrir estoicamente los terribles dolores postoperatorios.
Un país en donde el infarto cardíaco es sinónimo de una muerte segura para más del 99% de los que lo sufren; donde las carretas tiradas por caballo ya casi igualan en número a los vehículos automotores; donde existe la más absoluta impunidad a los delitos de cuello blanco, excepto si el funcionario afecta los interés de “más arriba”; donde ningún funcionario público se mueve si no se le ofrece una “mordida,” donde la corrupción pública y privada es la norma y no la excepción; donde aquellos quiebrabancos que han dejado en la ruina a cientos o quizá miles de familias hondureñas honradas aparecen a diario en las revistas de sociedad como los magnánimos y excelsos señores que son; donde es más probable morir asesinado por algún malandrín al que le gustó su celular que de alguna enfermedad; donde el ciudadano común ve como se le pasa la vida sin la más mínima esperanza de prosperar; donde ese mismo ciudadano regresa deportado de Estados Unidos y lo da todo para intentarlo una vez más, y una vez más, y una vez más, y una vez más, con tal de mantener la ilusión de un futuro en el que su pesadilla eterna sea substituida por el sueño americano.
Muchos comprendemos que Manuel Zelaya Rosales algo o tal vez mucha razón tenía, y que los delitos de corrupción que se le imputan, aunque reales, son solo una sombra de los escandalosos desfalcos de los que los hondureños hemos sido testigos en otras administraciones. Enormes, o más bien monstruosos desvíos de los dineros del pueblo para los que el castigo ha sido desplazado por un absoluto y sepulcral silencio, porque aquí el “olvido” se compra a diario.
En fin, espero que haya captado correctamente el mensaje, porque Honduras no es ni siquiera la sombra de su país Chile. Le aseguro que aquí, en una situación similar a la acontecida en Chile recientemente, en lugar de rescatar a los mineros se les hubiera terminado de sepultar para que así no quedara rastro de la negligencia. Sin embargo lo llamativo, lo que realmente llama la atención, es que a pesar de eso, a pesar de la pobreza, la inseguridad, la corrupción, la ausencia de servicios de salud y educación y el resto de miserias que aquejan a nuestra tierra, la mayoría de los Hondureños no reprobamos del todo la destitución del ex presidente.
Porque aun hay muchos hondureños dignos, y si hay algo que nos enciende los ánimos es que un extranjero nos insulte en nuestro propio territorio. Porque los hondureños vimos en Manuel Zelaya Rosales un “espejo” de Hugo Chávez; presentimos que el camino que tomaría Honduras sería semejante al de la Venezuela actual en donde existe un hombre que se autoproclama unificador y redentor de las Américas, cuando sus actos más bien corresponden a los de un psuedodictador enamorado del poder. Y fue entonces que nos invadió el pánico. Un pánico derivado de hechos reales, pero con una gran dosis de fantasía alimentada por los medios de comunicación tradicional. Nos invadió el pánico de no poder, quizá por mucho tiempo, optar por esa dosis de esperanza renovadora que se encarna en forma de elecciones libres y que nos permite decir: tal vez esta vez sí. Tal vez esta vez…
¿Y usted que hizo, señor Insulza? Llegó a Honduras, permaneció por tres días, y sin más miramientos, o como decimos en Honduras, sin “tocarse los hígados,” regresó a la OEA e indujo a los representantes del concierto de países miembros a que castigasen a este pueblo con el desdén, con el olvido, con la ley del hielo, con el destierro. A este país, acostumbrado a vivir de la dádiva de los otros, lo condenó al aislamiento. Con ello castigaba duramente a la gente de este rinconcito del mundo sin siquiera comprenderla, porque usted no es de por aquí ni nos conoce, señor Insulza, para hacer las veces de dios y venir a castigarnos, y más aun cuando su castigo no dañó a las personas responsables de la destitución de Zelaya, sino a los estratos más pobres de nuestro país.
Pero usted no es Dios, señor Insulza. Solo un hombre que fue golpeado y no pierde la oportunidad de la revancha, de venganza simbólica contra alguien que también jugó en su tiempo el papel de un dios redentor, y que en el proceso de “arreglar” a Chile y librarlo de las garras del comunismo arruinó muchas vidas.
Por eso, lo perdono por el daño infligido a mi pueblo. Porque creo que mientras recorría las calles de Tegucigalpa para dar su veredicto, bombardeaban su mente los destellos y sonidos y el racataca de metralla de aquel fatídico día, casualmente 11 de septiembre, cuando las Fuerzas Armadas y de Carabineros dirigidas por el General Augusto Pinochet daban el tiro de gracia al gobierno y a la misma humanidad de su amigo Salvador Allende. ¡Y vea que caminos más extraños y retorcidos los del destino! En su cerebro se confundieron los nombres Pinochet y Micheleti, ¿o sería Pinocheti y Michelet? Y en esa confusa maraña de ideas, usted vio en “el golpe de estado en Honduras” el peor de los pecados.
Pero no se preocupe señor Insulza. Los hondureños olvidamos pronto. Ya nos tienen acostumbrados nuestros propios políticos.

Me suscribo de usted no sin antes renovarle las muestras de mi más alta consideración y estima...
Edwin Francisco Herrera Paz
España, México, Estados Unidos, Uruguay, Argentina, Bolivia, Venezuela, Ecuador

jueves, 21 de octubre de 2010

La guerra de los sexos: ejemplos del reino animal

Nheylin Ung, Delmy Mejía, Diana aeróbicos
Hembras alfa
Edwin Francisco Herrera Paz
“La división que configura el género no es neutra, como han puesto de manifiesto muchas pensadoras a lo largo de la Historia. No hay más que mirar a nuestro alrededor para ver cientos de ejemplos: el vestidito rosa o el traje azul para el bebé que acaba de nacer según sea niña o niño; grandes zonas en los supermercados con juguetes de construcción, deportes o coches para niños y otras fácilmente identificables por los tonos pastel llenas de muñecas-bebé a las que cuidar y mimar, juguetes representando electrodomésticos y muñecas similares a las modelos televisivas que se pretende que las niñas emulen en un futuro próximo. Si alguien cree que esto pertenece al pasado no tiene más que visitar unos grandes almacenes cualesquiera, observar los anuncios televisivos para niños o revisar los regalos que han traído en las pasadas navidades los Reyes Magos. Los análisis realizados por el Consell Audiovisual de Catalunya sobre spots publicitarios de juguetes correspondientes a la navidad de 2004 mostraron una tendencia al incremento del sexismo y no a su disminución, como cabría esperar”.
Clase de aeróbicos, ejercicios físicos
Dominantas y dominados
El párrafo anterior fue escrito por la Doctora Sara Barbel, y aunque en su artículo encuentro muchas cosas interesantes y acertadas, me parece que en este párrafo cae en un extremismo que raya en la polarización. Es cierto que es deseable la igualdad de géneros en la sociedad. De hecho, las mujeres sobresalen en todos los campos del quehacer humano, y confieso que las personas más eficientes que he conocido en el ámbito profesional son del sexo femenino.
Sin embargo, eso no quiere decir que no existan diferencias, y es precisamente debido a esas diferencias que los seres humanos somos la especie exitosa de hoy en día.
Aunque el rol de los géneros varía ampliamente de acuerdo a la influencia cultural, definitivamente hay factores biológicos determinados por los miles de años de evolución como cazadores-recolectores, o incluso antes de la existencia del Homo sapiens como especie.
Contrario a los que la Doctora Barbel sugiere, las tiendas de juguetes no tienen estantes de muñecas exclusivamente para las niñas solo porque están dirigidas por un contingente de hombres machistas. Los empresarios (y las empresarias) analizan fríamente las tendencias y toman las decisiones que les proporcionarán los mayores dividendos.
Y no debemos olvidar que es esa misma tendencia a jugar con muñecas la que hace de las mujeres, seres con una extraordinaria habilidad en las relaciones interpersonales, con una enorme sensibilidad, superando por mucho al hombre promedio en este campo. Por mi parte, no tengo ningún problema en reconocer la superioridad de las féminas en este aspecto.
Los roles sexuales no se ven solamente en el ser humano sino a todo lo largo y ancho del reino animal, y hoy me referiré a algunas especies en las que la hembra parece ser la dominante, por lo menos en algún aspecto de la relación. Veamos:
Latrodectus mactans, araña horrible, Venenosa, bicho
Viuda buscando marido
Viuda negra. La araña Latrodectus mactans es una belleza, color negro brillante, con un reloj de arena rojo dibujado en el abdomen. Las majestuosas hembras miden tres veces más que los machos y pesan 30 veces más.
Estas arañas son más bien tímidas, dóciles y solitarias, con el pequeño inconveniente de que, después de aparearse, la hembra se come al macho. Enterito. No le deja ni los huesos (o más bien el exoesqueleto).  El pobre araño sirve de cena para que la hembra pueda estar fuerte para la reproducción, pero eso no le importa al mancho con tal de ver satisfechos sus impulsos. ¡Eso es lo que yo llamo una hembra dominante!
Insectos, apareamiento
-Leopoldo, ¿me quieres? -Daría cualquier cosa por ti, Amalia
Mantis religiosa. Este es un insecto carnívoro tímido. La hembra es un poco más grande que el macho. Cuando siente el deseo de aparearse se pone su loción favorita (feromona) y sale en busca de su conquista. Los machos se pelean por aparearse con ella y solo uno logra hacerlo.
Lo llamativo de esta especie es que algunas veces, mientras la pareja copula, a la hembra se le ocurre la simpática idea de comerle la cabeza al macho. ¡Y después de esto continúa con la relación! El macho literalmente “pierde la cabeza” por amor. La Mantis es, sin lugar a dudas, la crème de la crème en el arte del sadomasoquismo. Y si usted creyó que la hembra mantis era una santita por ser religiosa, bien equivocado que estaba…
La leona. El león (y la leona) o Panthera leo, al igual que los tigres (y las tigras), los gatos domésticos (y las gatas domésticas), los leopardos (y las leopardas), los jaguares (y las jaguaras) y otros gatos (y gatas) forman parte de la familia felidae.
El león vive la mayor parte del tiempo una apacible vida con su harén. Por alguna razón los machos viven mucho menos que las hembras. En su ambiente natural ellas viven hasta los 14 años y a veces más, mientras el león no pasa de los ocho años. Algo similar ocurre en los humanos. Sin embargo la diferencia en longevidad en nuestra especie es pequeña.
Lo que me llama la atención de esta especie es que es la hembra la cazadora. Generalmente el grupo de leonas emprende esta actividad en conjunto, cazando de esa forma grandes mamíferos ungulados. Supongo que los machos se quedan limpiado su guarida, recolectando semillitas y cambiándole los pañales a los leoncitos mientras se enfrascan en entretenidas tertulias. Dicen que la semana pasada se avistó un imponente león cargando una gran cartera en el hombro…
Mininos, Felinos
Pues como te iba diciendo Vicente, parece que a Inocencio su leona le da mala vida...
Bien, espero que este breve recorrido por el reino animal (¿o será reina animala?) haya sido de su agrado

martes, 19 de octubre de 2010

La guerra de los sexos: sus efectos en el lenguaje

Evolucion, lenguajes
Tronco proto indoeuropeo. De: http://walkinthewords.blogspot.com

Edwin Francisco Herrera Paz

Desde hace algún tiempo vengo pensando acerca de algunas características que me parecen interesantes de los idiomas inglés y español, pero especialmente de este último.
Todas las lenguas comparten el mismo origen. Según la Biblia ese protolenguage se dividió en Babel, sin embargo la evidencia científica demuestra que los lenguajes evolucionan de manera similar a los genomas, y es posible construir arboles de distancias a partir de datos lingüísticos. Estos nos determinan los tiempos de separación de dos lenguas a partir de una antecesora común, o sea, el tiempo de coalescencia.
El español, comparte el mismo origen con el francés, el portugués y el italiano a partir del latín, pero la separación entre el portugués y el español es muy reciente. Se hace obvio por lo tanto que el inglés y el español comparten un lenguaje ancestral común más reciente entre ellos, que entre cada uno de ellos y alguna lengua oriental como, digamos el japonés, a modo de ejemplo. Esto es así debido a que tanto el tronco germánico -del cual deriva el inglés- como el latino derivan del protoindoeuropeo, el cual se fragmentó hará unos 5000 años para formar todos los troncos europeos.
¿Por qué entonces tantas diferencias gramaticales y semánticas entre estos dos idiomas? Tal vez las diferencias no sean tan extremas. En general el inglés se habla exactamente como el español, pero al revés. Por ejemplo, “Reacción en Cadena de la Polimerasa (RCP)” en inglés se dice “Polimerase Chain Reaction (PCR)”; “Polimorfismos de Longitud de los Fragmentos de Restricción (PLFR) “se dice en Ingles “Restriction Fragment Length Polimorphism (RFLP)”; “Receptor de Células T (RCT)” se dice “T Cell Receptor (TCR)”. Algo que me es difícil comprender por más que lo analizo es en qué momento de la historia comenzaron los anglosajones a hablar al revés y que pretendieron con eso. ¿Alguien me lo puede explicar?
Estadista norteamericana, machorra, espada
¿Miss Condoleezza o Mis "condolencias"?
Pero definitivamente el inglés es un lenguaje pragmático como los pueblos que lo hablan, lo que lo hace ideal para transmitir conocimientos compactados y específicos como en el ámbito de la ciencia y del comercio. Se puede notar que la palabra promedio del español tiene dos sílabas, mientras que la del inglés tiene una sola. Eso sí, el español se lee como se escribe, mientras que el inglés tiene una buena dosis de arbitrariedad al aplicar los fonemas a los grafemas.
Bill Clinton, Hillary Clinton
¡¡¡¡¡Ay, que duro pegás Hilaria!!!!
Bueno, a estas alturas es justo que aterrice en la diferencia entre las dos lenguas que realmente me llama la atención. Un asunto que verdaderamente me intriga, y que creo que merece una investigación a profundidad. Verán, he estado evitando este tema porque recientemente algunas amigas me quieren linchar debido a mis artículos, pero es necesario analizarlo con mucho detenimiento.
Lo que me intriga es: ¿Por qué el español utiliza el género para referirse a absolutamente todos los sustantivos o sujetos, y el inglés no? EL sustantivo, LA oración, EL documento, LA secadora, El carro, LA cebolla, EL pepino, LA remolacha, etc. En cambio en inglés los nombres no tienen género. En lugar de esto, “LA” y “EL” se convierten en un vocablo sin género: “THE.”
Mano levantada, Margaret Thatcher
Preparándose para darle una cachetada. ¡Y el pobre riendo!
En español aplicamos el género a la mayoría de animales, lo cual es comprensible puesto que un animal determinado suele ser de un sexo o del otro (con la excepción de los hermafroditas): el pato y la pata, el mono y la mona, el piojo y la pioja… bueno, si no somos capaces de distinguir el sexo del animal, mencionamos un solo género. Así tenemos la araña pero no el araño, la rana pero no el rano, el sapo pero no la sapa. Sin embargo aun así les aplicamos el género. Pero, ¿y las cosas (o serán cosos)? ¿Por qué el español asume que las cosas tienen sexo?
Esta asignación de géneros complica tanto nuestro idioma que rara vez un anglosajón que aprende español en la edad adulta logra dominarlo por completo. Así, oímos que dicen: “tu sewr un muchacha muy boniro y yo querwer comprarte un casa y una carrow, pero tu prepararme unos rwicas balearas* toras los noches,” por ejemplo.
La explicación de esta diferencia es sencilla. Mientras los anglosajones se orientan a la solución de problemas, en los asuntos del corazón son más bien fríos, mientras que aquellos que tenemos herencia latina somos muy apasionados, orientados a los asuntos del amor. Al parecer, los parajes helados e inhóspitos del norte de Europa exigían mucha concentración, trabajo y cooperación, mientras los cálidos y relajados paisajes cercanos al Mediterráneo permitieron la evolución de complejos comportamientos amatorios. Una característica con componente genético la aplicamos a la lengua (o más bien digo lenguaje para evitar malos entendidos), y es así como le asignamos un sexo a todo lo que nos rodea aunque no lo tenga.
De esta tendencia incluso ha surgido un tipo de humor lingüístico, como algunos chistes que me contó un amigo y que le comparto: 1) ¿Qué dijo una foca al entrar a un cuarto oscuro? R. ¡Necesito desesperadamente un foco! 2) ¿Que hace en una habitación un pato con una pata? R. Obvio, cojear. 3) ¿Que hacen en la misma habitación un papo** con una papa? R. Lógico, como es papo no se la “come.”
Guerra de los sexos
Esta asignación de género entre los latinos debió haber sido inventada por los hombres. Llegué a esa conclusión a partir de la tradición de mencionar sólo el género masculino cuando nos referimos a la especie. Así, “el hombre” hace referencia a nuestra especie; “los gatos” a los felinos mininos aunque entre ellos también haya mininas; “los perros” a la especie de los canes aunque entre ellos también haya canas o perras. A decir verdad esta generalización ha simplificado enormemente el lenguaje.
Mistress, Zapatos de tacón
Precioso modelo Prèt à porté "cascanueces"
Sin embargo en nuestros tiempos de gobierno femenino esta simplificación ha resultado problemática, especialmente para los políticos (y las políticas). En cualquier discurso el político (y la política) deberá referirse explícitamente a ambos sexos. Por ejemplo, el discursante (y la discursanta) deberá decir: los estudiantes y las estudiantas, los maestros y las maestras, los músicos y las músicas, los bailarines y las bailarinas, los pajaritos y las pajaritas, los zopilotes y las zopilotas, etc. y de esa forma se prolonga vanamente el tedioso discurso de por sí ya repleto de mentiras. Y si han podido notar, los hombres no exigimos reciprocidad. Por ejemplo, se vería muy feo que un político dijera “las mariposas y los mariposos aquí presentes” en un discurso tratando de adular a su público.
Por otra parte el término “machista” fue inventado por las mujeres, de lo contrario sería “machisto.” Y es que estamos viviendo una era de feministas (aunque también hay algunos feministos), es decir, de gobierno femenino. Si esta tendencia se mantiene llegará el día en el que se aplicará el género femenino a virtualmente todo. Los carros o vehículos serán carras o vehiculas, los electrodomésticos serán electrodomésticas (excepto el hombre que seguirá siendo doméstico), el tiempo será la tiempa, el mango pasará a ser la manga, el ayote la ayota, el cabello será la cabella, el pelo pasará a ser la pela, el huracán será huracana, el universo será universa, el plebiscito  plebiscita, Los Estados Unidos serán Las Estadas Unidas (los norteamericanos ya dicen “Estaras Uniras”), y así. El género masculino continuará siendo aplicado a todo lo negativo. El crimen continuará siendo masculino, al igual que el robo, el incesto, el estupro, etc., y la lepra pasará a ser el lepro, la gripe o gripa será el gripo, la epidemia será el epidemio, etc.
Presidente de Honduras, Candidata demócrata
El político con la política
Bien, los tiempos cambian, las sociedades crecen y los lenguajes evolucionan. ¿Qué nos deparará a nosotros los sufridos hombres el futuro? Algunas mujeres piensan que el hombre sale sobrando y que son las mujeres las que tienen el aparataje necesario para llevar a feliz término la reproducción. Y más ahora con la clonación y la reprogramación de células somáticas a células madre pluripotenciales, pues con la ayuda de estas tecnologías ya será posible el proceso sin la más mínima intervención del obsoleto hombre. Esperemos que la “guerra de los sexos” no termine en el genocidio, o mejor dicho en el “sexocidio” masculino. Saludos.

mujer torturadora excitante, hombre sumiso*Baleada: comida típica hondureña que hace alusión a la alta tasa de criminalidad vivida en Honduras (y en ascenso). Se está considerando substituir el nombre por el de "baleado."
**Papo: vocabla utilizada en Honduras para designar a una persona (o más bien persono) falto de entendimienta.

domingo, 17 de octubre de 2010

Sobre la génesis del Génesis


¿De dónde viene ese libro que se llama Génesis? O mejor dicho, ¿Cuál es la “génesis” del Génesis?
Cada vez que leo el Génesis me sorprende la manera en cómo un libro ha generado tanta polémica en la humanidad. Y la civilización occidental fuera del ámbito académico se polariza (como es común en todo aspecto del quehacer humano) en “creacionistas” y “evolucionistas.” Sin lugar a dudas la polarización lejos de contribuir al descubrimiento de la verdad, la obstruye.
Como creyente pienso que las escrituras fueron inspiradas por Dios, mas ello no implica que no se encuentren plasmadas de elementos profundamente humanos, algunas veces verídicos, pero revestidos de los infaltables elementos míticos y místicos que emergen de la imaginación del autor para cubrir los “baches” de la información.
Me asombra de manera especial la cronología del Génesis 1. Verá usted, como Dios creó todo, bien pudo comenzar con el ser humano y luego hacer todo lo demás. O comenzar con los seres vivos y luego hacer el resto. Pero la cronología sugiere un orden temporal que concuerda mucho con el que la ciencia moderna nos revela.
Describiré algunos elementos extraídos de datos científicos correlacionándolos con el pasaje del Génesis al que (pienso que) corresponde. Los pasajes bíblicos están en negritas:
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra (Génesis 1:1) separando el universo físico conocido del mundo espiritual hace unos 13,700 millones de años a partir de una singularidad, que ahora llamamos big bang.
Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas (Génesis 1:2). De hecho, la luz no apareció en el universo hasta aproximadamente unos 300,000 años después del inicio de la creación.
Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz (Génesis 1:3) en el instante en que los electrones y los protones se enfriaron lo suficiente para formar átomos y liberar fotones. El universo se hizo transparente y claro.
Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas (Génesis 1:4). Esto último sucedió unos dos mil o tres mil millones de años después del inicio de la creación, cuando se formaron las primeras estrellas. Unos seis mil años después se formó nuestro sol y los planetas. Estos eran globos de gas caliente aun desordenados.
Poco a poco la tierra se fue enfriando, disminuyendo la velocidad de rotación formándose períodos diarios compuestos, mitad iluminados por la luz del sol, mitad de oscuridad. Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue la tarde y fue la mañana: un día (Génesis 1:5). Desde luego debemos aclarar que han pasado miles de millones de años a partir del inicio de la creación, pero para el Ser Supremo esto equivale a un día.
Entonces dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión cielos. Y fue la tarde y fue la mañana: el segundo día (Génesis 1:6-8).
Definitivamente, este día fue más corto que el anterior, y es que el tiempo parece acortarse cuando hay mucha actividad, y una tierra que se prepara para albergar la vida en su seno es muy activa. Hace 4,500 millones de años la tierra era aun una bola incandescente. Su superficie estaba compuesta por un océano de material fundido en donde no existía el agua líquida.
El enfriamiento gradual de la tierra determinó la formación de una corteza compuesta por roca volcánica, seguida del aparecimiento de vapor de agua hace unos 4,400 millones de años, cuando la tierra bebé contaba apenas con 100 millones de años.
La enorme cantidad de vapor de agua se mezcló con el Dióxido de carbono desprendido de las rocas volcánicas originando la tormenta más severa de la historia del planeta. El agua precipitando a la tierra formaba un enorme y único cuerpo. Llovió durante muchos millones de años formándose de esta manera, hace 4000 millones de años,  un mundo acuático donde el 90% de la superficie estaba cubierta por agua líquida: un enorme océano.
 Entonces dijo Dios: Júntense en un lugar las aguas que están debajo de los cielos, y que aparezca lo seco. Y fue así. Y llamó Dios a lo seco tierra, y al conjunto de las aguas llamó mares. Y vio Dios que era bueno (Génesis 1:9,10). Quinientos millones de años después del surgimiento del mundo acuático, resurgió una intensa actividad volcánica que separó en la superficie las aguas de las aguas, formándose los continentes y los océanos.
Y dijo Dios: Produzca la tierra vegetación, hierbas que den semilla, y árboles frutales que den fruto sobre la tierra según su género, con su semilla en él. Y fue así. Y produjo la tierra vegetación: hierbas que dan semilla según su género, y árboles que dan fruto con su semilla en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y fue la mañana: el tercer día (Génesis 11-13). Desde luego, hasta el final de este tercer día partiendo del inicio de la vida mucho trecho fue recorrido.
Es probable que la vida surgiera en el fondo de los océanos, y que de aquí fluyera hacia la superficie. Luego surgieron los primeros organismos unicelulares y después, hace 2,500 millones de años, una estructura compuesta por capas de algas llamada estromatolito cubría las costas de todo el mundo. Estas estructuras comenzaron a llenar la atmósfera de oxígeno mediante la fotosíntesis, lo que prepararía a la tierra para acoger la vida animal.
Después de 2000 millones de años de fotosíntesis la tierra se volvió azul por el abundante oxígeno. Hasta aquí únicamente existía la vida vegetal. La presencia de oxígeno permitió el surgimiento de un tipo de vida diferente, con un metabolismo más activo que el de la vida vegetal y capaz de desplazarse rápidamente para conseguir alimento. Un tipo de vida que no dependía de la luz solar para sintetizar sus alimentos. En el período Cámbrico los animales multicelulares poblaron los océanos en una explosión de diversidad de vida sin precedentes.
Durante los siguientes 100 millones de años la concentración de oxígeno en la atmósfera alcanzaría los niveles actuales (21%), suficientes para formar una capa de ozono en la atmósfera superior que bloquearía la mayor parte de la dañina radiación electromagnética de frecuencias altas, especialmente la ultravioleta. Esto permitiría a ciertas especies aventurarse poco a poco en tierra firme y experimentar los ciclos de día y noche fuera del océano”.
Hasta Génesis 11:13 parece haber una concordancia temporal casi perfecta, con la excepción de los versos 14-19 que se refieren a la creación del sol y la luna (lumbreras).
Sobre el orden en el que aparece la vida hay una increíble correlación con los datos científicos. Según el Génesis primero aparece la vida vegetal, luego los seres vivientes marinos, a continuación los animales terrestres y por último el hombre. La excepción son las aves, que según el Génesis fueron creadas conjuntamente con los animales marinos, mientras los datos científicos sugieren que las aves surgieron a partir de reptiles terrestres.
En el Génesis 2 se retoma la creación del hombre. Al inicio se vuelve a la tierra primigenia de hace 4,500 millones de años, se obvia el resto y se retoma la creación del hombre en Génesis 2:7. Sin embargo hay algo sorprendente, y es que la creación Bíblica del hombre concuerda con el inicio de la civilización, de la agricultura, de la escritura y por ende de la historia en un lugar en donde un río se divide en cuatro brazos, hace probablemente unos 7000 años. Dos de estos ríos son el Éufrates y el Tigris entre los cuales se desarrolló la Mesopotamia, cuna de las primeras civilizaciones de las que se tiene noticia.
Es posible que además de la revelación divina Moisés (a quien algunos le atribuyen la autoría del Génesis) contara con manuscritos sumerios provenientes de la Mesopotamia y luego adquiridos por la civilización egipcia, plasmados a partir de la información obtenida de la tradición oral hacia el segundo milenio A.C., y que la ausencia de información anterior a estos fuera interpretada como ausencia de seres humanos. Por lo tanto tiene sentido la suposición del autor del Génesis con respecto a que el ser humano fue creado en este período de tiempo.
Si esto fuera así, la existencia histórica de Adán y Eva sería verídica. Se trataría de los fundadores de una de las primeras comunidades sedentarias sobre la tierra que descubriría con la ayuda de Dios la ciencia y el arte del cultivo; que resolvería la manera de plasmar el lenguaje en la palabra escrita como legado para la posteridad, y que iniciaría una espiral ascendente de descubrimientos tecnológicos que aun no termina, pero del cual forma parte inseparable la intriga, el pecado, la lucha por el poder, el asesinato, la necesidad de justicia, y la comunión con Dios.