miércoles, 24 de noviembre de 2010

LA SED Y LAS TEORIAS DE EINSTEIN


Por: José María Castillo Hidalgo
“¿Cómo te atreves a pedirme agua?” Por el tono era más una rotunda negativa que una pregunta. Viendo en lo profundo de aquellos hermosos ojos negros, en un instante el sediento hombre pudo contemplar la plenitud de la angustia y el vacío en el alma de aquella mujer pueblerina, y pensó: ¿Cómo podría ella tener idea de la verdadera identidad de su interlocutor? ¿Cómo explicarle lo que implica mi presencia hoy aquí? ¿Cómo expresarle a lo que he venido? ¿Con que deberé comparar mi visión para que ella me comprenda?

Sus pensamientos, como siempre, más que palabras eran una serie rápida de vívidas imágenes que iban desfilando y circulando de manera vertiginosa. En un infinitesimal instante, vio en aquella sencilla mujer una semilla depositada en el suelo que germinaba y crecía hasta convertirse en un frondoso árbol en el cual los pajarillos construían nidos, y vio salir el sol sobre la montaña, y oyó el gorjeo de los pichones y el trinar bullicioso que hacían las aves al amanecer.

¿A qué se parece y con qué palabras describir lo que vas a sentir si me escuchas y llegas a entenderme? -Pensó-. Se adelantó al momento presente y vió, como en un destello, la manera en la que ella meditaría en sus palabras, y que permearían aquel delicado corazón estrujándolo, macerándolo. Y pensó: “¡Mmm, yo que consideré primero que ella necesitaba más que entender, creer!” En la visión que él estaba teniendo, ella respiraba profundo y lento y caminaba con pasos ingrávidos, y sin embargo bien puestos en el suelo; y es que aunque se le veía como que volaba en realidad su vida tocaba fondo. Vio cómo ella, en algún punto difuso, se desconocía a sí misma como una nave que en el mar, guiada por un instrumento de espontaneidad hasta entonces ignorado, hace un giro prodigioso y se convierte en algo distinto y nuevo enfilándose repentinamente, sin miedo, hacia un puerto inusitado.

Podía verla, y sentir lo que ella había de sentir. Cómo ella percibía que el tiempo transcurría lento y parsimonioso, como que la esperaba, pero todo se debía a su pensamiento correcto y que ese pensamiento se movía a la velocidad del halcón sobre su presa. Cómo ella, con cada acto y cada movimiento se inclinaba al bien y cómo libraba duras batallas contra el Maligno, porque cada día este insistía neciamente una y otra vez en hacerla caer, pero ella, aun más necia, resistía porque veía la importancia de cada acto de bondad, porque no hay actos de bondad pequeños... Cómo esa lucha constante que ella mantenía le ilustraba sobre la existencia de las fuerzas espirituales que, aunque invisibles, eran ciertas y trascendentales para el mundo material. Cómo cada detalle de su pasado tenía razón de ser, y cómo se daba profunda cuenta de que la Verdad es una sola, y está disponible para el que quiera verla con el corazón manso y abierto. Cómo los demás hombres y mujeres en el fondo de su ser compartían con ella el mismo mundo de sensaciones, emociones, temores y sueños, y cómo el miedo les hacía caer siempre en el error, lo que le producía una profunda lástima. Si tan solo tuvieran fe –pensaba-, aunque fuese pequeña (¡ja ja ja, tal como he venido yo insistiendo!).

Y también la veía reprobar con dureza el error moral que hacía que los hombres extraviaran su camino. Cómo ella en el futuro veía que el fin jamás justifica los medios, porque al contrariar la jerarquía los seres se pierden y luego nada tiene sentido, y el medio llega a convertirse en el mismo fin. Y vio cómo el conocimiento de la verdad la hacía digna, humilde y fuerte a la vez, y cómo estaba dispuesta a esperar los acontecimientos que la vida le deparara, cualesquiera que estos fuesen, con la mirada al frente. Cómo las fuerzas del bien estaban de su lado, y que en todo prosperaba sin siquiera tener que preocuparse. Cómo ella sabía que ahora, lo que ella decía y lo que ella era, se fusionaban en una misma cosa, lo que le proporcionaba un gozo superlativo. Cómo ella lograba comprender que la justicia entre fuerzas cósmicas es distinta de la justicia que inventan los hombres, aunque a ratos se conjugan. Cómo el amor se confunde con el bien y es la razón última de la existencia, y cómo ese sentimiento hacía que todo valiera la pena y adquiriera sentido, y si...en efecto, esa fuerza que ella percibía se podía comparar con aquella que hace que la piedra sideral que habitamos revolotee alrededor de su brillante sol.

Vio que ella de alguna manera extraña estaría presente aquel día en que Él, con la mirada brillante y serena, pronunciara las palabras de aquel discurso en la montaña, el cual ella entendía en toda su extensión, captando toda su fuerza, y cómo advertía que cada palabra encajaba como los dientes de una boca hambrienta en una manzana sin gusanos ni culebras, ja! Cómo ella sentía que desde el cielo la miraban con satisfacción. Que ella como mujer era un ser privilegiado y hermoso y lo podía irradiar y se daba su lugar ante los demás seres que comparten el universo y ¡Hasta las fieras serían mansas en su presencia!

Cómo ella comprendía que el mensaje de los antiguos profetas NO era equivocado, sino que debía cumplirse en el Hijo para asimilar así la verdadera dimensión que satisface al Padre, trascendiendo su existencia a la de ser simples leyendas. Esta humilde mujer –pensó- vería la gloria que muchos reyes apenas soñaron, y la sabiduría que los doctos anhelaron, y vería cómo los ángeles suben y aterrizan. ¡Ella vería que la piedra que rechazó el Arquitecto habría de servir de esquinero en el edificio que ha de sostener el cielo!

Los pensamientos, en tropel y desbocados, no querían detenerse, pero el Sediento dijo: ¡Basta! Y con fragor sordo las imágenes y sonidos se detuvieron impactando contra sus párpados...había terminado un pestañeo. Sus tranquilos ojos vieron de nuevo los colores de la dimensión desértica que enmarcaban a la mujer que lo miraba más bien intrigada. La brisa cálida y reseca y unos granos de arena dispersos salpicaban y hacían ondear la kufiya del sediento.

-Mujer, si pudieras ver más que con tus ojos, te darías cuenta de quién soy, y tú serías la que me pediría agua viva a mí-. La mujer sonrió con un gesto...

¡Ni siquiera tienes con que sacar agua! –Le respondió-, pero en el intercambio, el sediento le explicó que si ella bebía el agua que él quería darle, jamás volvería a tener sed.

¡Qué negociazo! –Pensó la mujer-. Así no tendré que trajinar todos los días con este cántaro en la cabeza.- Pero por su lado, también el sediento aquella tarde, se acarició las manos mientras pensaba: “A esta gente ya les enseñaron sobre la venida y esperan un Salvador, esto está más fácil todavía...en verdad uno es el que siembra y otro el que cosecha”. 

Ese día y el siguiente en Sicar la palabra fue aprovechada por muchos para satisfacción de aquel que llegó con sed, pues la mujer les dijo: “vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho, quizás es el Mesías”. -En verdad, si que lo es, -pensaron los del pueblo después que aquel que llegó sediento les hablara y continuara su camino, mientras conversaba y reía con su comitiva, a quienes en confianza y "off the record" les decía: La sed es algo relativo…

Véase Jn 4, 1-42.

JOSE MARIA CASTILLO HIDALGO

Roatán, Noviembre 23, 2010.


lunes, 22 de noviembre de 2010

La dimensión BB: el BlackBerry es en realidad un agujero negro disfrazado de teléfono

Famoso cardiólogo perdido en la dimensión BB con sus dos BBs
Edwin Francisco Herrera Paz
Hoy por la mañana leí una columna periodística que afamaba las nuevas formas de comunicación, pero a la vez mostraba nostalgia por algunas de las antiguas, como por ejemplo las cartas escritas a mano. 
Yo, por mi parte, en sucesivos artículos he expuesto la manera en la que las comunicaciones han permitido la evolución de la vida y las sociedades hacia una mayor complejidad, pero al igual que el autor del mencionado artículo, también siento nostalgia por alguna forma de comunicación antigua.
Es verdad. Extraño sobremanera aquella dorada época en la que nos podíamos comunicar hablando cara a cara, con la mirada fija en nuestro interlocutor, alternando ideas con una persona y a la vez sabiendo que esa persona nos prestaba toda la atención. Pero todo eso se terminó con la aparición de una epidemia, o digo mejor plaga, que se ha dado en llamar de cariño BB. No es un bebé real, pero al igual que los bebes de carne y huesitos, el BlackBerry demanda toda nuestra atención.
Lo que antes era una conversación privada hoy se ha convertido en un chat. Mientras hablamos con el feliz y enajenado poseedor de un BB, este alterna la conversación que mantiene con nosotros, con otros 3 o 4 individuos, y lo más sorprendente es que le presta mayor atención a sus contertulios telefónicos.
Niñas conversando entre sí por medio de sus BB
No es broma. Yo me he negado rotundamente a adquirir uno de esos aparatitos chupacerebros  que nos han quitado la mirada del cielo para hacernos agachar la cabeza. Es por eso que el otro día que estaba platicando con un amigo mientras este a la vez platicaba con 8 personas más en su BB, tuve que pedirle prestado su aparatejo a mi esposa. Es increíble, pero estando frente a mi amigo, este me prestó más atención cuando comencé a conversar con él por el BB.
No entendía lo que estaba pasando. ¿Qué extrañas fuerzas evolutivas harían que una persona cuerda y sana (por lo menos en apariencia) prefiriera interactuar con un aparatoide que con sus congéneres? ¿Qué recovecos del desarrollo del ser humano como especie ocasionarían un trastorno lógico-social de tal naturaleza? Y si otra especie capaz de comunicarse, como los delfines, aprendieran a usar un BB, ¿cambiarían sus complejos ruiditos por el aparatucho?
No lo comprendía, hasta que recordé que alguien dijo alguna vez que es posible que los cerebros humanos sintonicen o intercepten otras dimensiones o mundos paralelos. Una interpretación de la teoría cuántica dice que cuando un electrón tiene que decidir entre dos posibilidades, el universo se divide en dos, y por lo tanto, el número de universos es infinito, y en aumento. También recordé aquella bonita serie de televisión llamada “The Twilight Zone.
Niña extraviada dentro de su BB
 Y entonces ¡Eureka! Caí en la cuenta. Existe otra dimensión llamada la dimensión del BlackBerry. ¡Claro¡¡¡¡¡ Por eso le pusieron BlackBerry. El berry –una especie de cereza- es nuestro cerebro que se queda black (negro) en nuestra dimensión para aparecer en la otra. Es algo parecido a un agujero negro (black hole o BH), pero a diferencia del BH, el que entra en el BB puede salir de vez en cuando a ver cómo está nuestro mundo físico cotidiano.
Esa fue la mejor explicación que le pude dar al fenómeno y espero que los expertos en mecánica cuántica se pongan alegres por este descubrimiento. Pero de verdad extraño cuando los seres humanos nos comunicábamos verbalmente en nuestra propia dimensión. Saludos. Colombia Ecuador Paraguay Perú 
This is the day of your sucsess. This is the day of happyness, this is the day of joy. Positive currents flow through your body. THIS IS YOUR DAY. GOD LOVES YOU. Come on, show that amazing idea of yours. You are the most beautiful creation on earth. Be happy. God says you are precious. Think. Act. Love. You are unique.

jueves, 18 de noviembre de 2010

La manía de la élite cerebral. ¿Por qué será que los científicos complican todo?

Edwin Francisco Herrera Paz
Bejejejeje. Y ¿yo que culpa tengo?
¿Se ha dado cuenta de que la gente siempre busca darse aires de importancia de alguna manera? Así, los científicos le pasan cambiando nombre a todo lo que se vuelve muy popular o vulgar. Alguien llamó “clonación” al acto de formar un organismo completo trasplantando un núcleo de una célula somática del individuo a clonar a un óvulo. Al tener éxito el procedimiento en una oveja a la que se llamó Dolly en honor a la célebre y bien dotada cantante de música Country estadounidense Dolly Parton -ya que la célula, según me parece, fue tomada de una mama de la mamá de Dolly (la oveja, no la cantante)-, los científicos se sintieron incómodos, y esto debido a que el término ganó rápidamente popularidad entre el vulgo, y como ustedes ya saben, los científicos no son poca cosa. Son seres superdotados con grandes cerebros que piensan sobre cualquier asunto también grandioso, incluidas las mamas de la mamá de Dolly (la oveja, claro, no la cantante).
Ijijijiji, iiijijijijiji,
Y entonces, como no les gustó que el vulgo anduviera repitiendo y repitiendo por allí un término de su brillante invención, lo que hicieron fue cambiarlo para que nadie lo entendiera, y rebautizaron a la clonación con el nuevo nombre de “Transporte (o transferencia) Nuclear de Células Somáticas”. Se acabó el problema. También decidieron añadirle a la fertilización in vitro –término que ya estaba gastado por la gente común- el pomposo nombre de “transporte de óvulos fecundados.” Tal vez el nombre de “introducción en la mujer de óvulos fecundados” hubiera sido más claro, pero los hombres de ciencia sienten una extraña fascinación por la palabra transporte. Hay incluso algún científico que cuando desea una noche de pasión con su esposa, le indica a esta que quiere efectuarle un transporte (o transferencia) de espermatozoides. ¡Y que agradezca ella que fue romántico!
Dolly (la cantante, no la oveja)
A propósito, los científicos suelen creer que su cerebro es el non plus ultra de la creación, y que sus cuerpos solamente sirven para llevar a ese brillante y masivo cerebro de un lado a otro. Por eso las sociedades científicas internacionales están pensando seriamente en cambiar la palabra “cuerpo” ya gastada por la gente vulgar y corriente, al término más atractivo de “unidad de transporte de masas encefálicas.”
Es verdad. Aunque usted no lo crea a todo le cambian el nombre, y aunque esta práctica también es común entre los médicos asistenciales, debo aclarar que las motivaciones de estos últimos son diferentes. El médico habla difícil para que no le entiendan y así, ante el susto del paciente, pueda cobrar más.  Por ejemplo, si una señora o señorita necesita que su útero le sea extirpado, el médico le dirá que urge una “histerectomía abdominal total más salpingooforectomía bilateral,” o simplemente una HAT + SOB. Claro, esa cosa no es cualquier humano el capaz de realizarla y el médico habrá abierto el camino para darle en la nuca* a la paciente. Y dicho sea de paso el médico no “da en la nuca” de la manera usual utilizada por otros profesionistas. Ejecuta la práctica más refinada de “infligir un traumatismo contundente directo a la región cervical posterior.”
Espermatozoides transportados
Retomando el tema, el siglo pasado se caracterizó por una serie de monumentales descubrimientos en genética. Pero como el vulgo gastó el término “genética”, ellos se inventaron el de genómica y la humanidad entró en una nueva era de estudio de las secuencias de ADN de las diferentes especies. Pero el truco resultó tan bueno que decidieron aplicarlo a todo. El estudio de las proteínas humanas se convirtió en “proteómica,” el de los genomas de la flora bacteriana humana en “microbióma humano,” las variaciones del genoma son ahora el “varioma,” las conexiones cerebrales son el “conectoma,” el conjunto de todos los libros sobre biología del mundo es el “biblioma,” el de todos los hombres groseros con sus mujeres el "cabroma humano," etc., etc., etc.
@·#@&%$##@
¿Sabe qué? Le contaré del cambio de nombre que más me ha impresionado. Usted habrá notado, o al menos oído por ahí, que algunas representantes del sexo bello viven en realidad una doble vida, o sea, tienen una doble personalidad, como la del personaje de la popular novela “El extraño caso del Dr. Jeckyll y el señor Hyde.” Durante unos días, la portadora de esta intrigante y extraña característica es el ser más apacible y agraciado de la creación, toda dulzura, toda amor, toda comprensión y sumisión. Pero de pronto, un día, sin previo aviso, ocurre la transformación. La dulzura se convierte en un saborcito entre agrio y amargo y la conducta apacible se vuelve un estallido continuo. La mirada tierna se cambia por centellantes saetas que se incrustan en la humanidad del primer desprevenido que aparezca con la boca abierta, que usualmente es el marido. A esta característica los científicos la llamaron “Síndrome Premenstrual,” o SPM (mi abuelita le decía simplemente “movimiento de la luna”).
Antes, síndrome premenstrual
Pues bien, cuando el vulgo ya se había adaptado al término los científicos volvieron a las suyas. Como ya “síndrome” es un vocablo gastado por el uso y el abuso que además casi todo el mundo conoce, el nombre de la condición médica en discusión fue cambiado por el altisonante y poco comprendido nombre de “Trastorno Disfórico Premenstrual” (en realidad, dicen que es el mismo SPM pero mucho peor). De un día a otro convirtieron a la fémina sindrómica en trastornada. Y aparte de eso disfórica, que casi nadie entiende lo que es. Aunque creo que el viejo término es más comprensivo y benigno, con el nuevo se venden más los antidepresivos, diuréticos y otras hierbas diseñadas para las señoras y señoritas que no desean ser disfóricas trastornadas.
Ahora, trastorno disfórico premenstrual
Bueno, ¡sabia manera de los científicos de ayudar a las casas farmacéuticas a darle en la nuca a la paciente! Tal vez lo único que necesita la mujer sea que el marido le brinde un poco de paciencia, cariño y comprensión.
Saludos.

*“Dar en la nuca” es una expresión utilizada en Honduras para designar el procedimiento mediante el cual se utilizan ingeniosos ardides para bajarle** el dinerito a los clientes (ver figura).
**En Honduras: bajarle=quitarle, “despojar de.”
Examen de Anatomía 101. Marque con una X las áreas propicias para propinar o dar un "Golpe en la Nuca"

domingo, 14 de noviembre de 2010

Anatemas modernos: Cuando la fortuna es maldición

Dinero mal habido = dinero que trae maldición
EDWIN FRANCISCO HERRERA PAZ. Quiero referirme en esta ocasión a un fragmento bíblico en donde se menciona la palabra anatema. Su significado según el contexto del pasaje es “botín que trae maldición,” y hace referencia a un objeto tomado a pesar de la orden explícita de Dios de no hacerlo. En el libro de Josué, Dios le ordena al pueblo de Israel destruir la ciudad de Jericó y todo lo que en él había, incluyendo los animales y los tesoros. Un hombre de la tribu de Judá llamado Acán, atraído por los maravillosos tesoros de la ciudad, desobedeció la orden y tomó para sí mismo algunas cosillas valiosas. Debido a la desobediencia de Acán, Dios los abandonó e Israel fue derrotado en la batalla contra Hai. Josué descubrió la desobediencia de Acán y este fue finalmente muerto a pedradas con toda su familia y su ganado.
¡Mmmm, yumy yumy, que sabroso cerebro el de mi hijo!
El mensaje es claro y tiene tanta vigencia el día de hoy como en el momento en el que fue escrito. Formamos parte de una sociedad y una familia en las cuales todos estamos interrelacionados. Nuestros pecados, delitos y excesos nos afectarán tanto a nosotros como a los que nos rodean. Las riquezas mal habidas tarde o temprano nos serán cobradas con creces.
El policía que amasa una fortuna valiéndose de su posición de poder para cobrar derechos de operaciones al crimen organizado, estará contribuyendo con su actuación a aumentar la impunidad y la inseguridad en su ciudad, la misma en donde habita su familia y sus futuras generaciones. Tarde o temprano, la codicia del policía pasará la cuenta a su familia y a su país.
El “empresario” que tala el bosque sin misericordia para beneficiarse de los dividendos de la madera, olvidándose de la sostenibilidad, estará condenando a sus hijos y a sus nietos a vivir en un planeta cada vez más caliente en el que los desastres climáticos serán más frecuentes. Heredará la fortuna a sus hijos, pero sus hijos no podrán utilizarla para refugiarse del huracán destructor, o de la arremetida de enfermedades infectocontagiosas que afectará a nuestra especie como consecuencia del calentamiento global. Pagarán por su inconsciencia no solo su descendencia, sino la humanidad en general.
¡Queremos cerebrooooosss!
El narcotraficante que maneja capitales absurdamente grandes, y que para mantener su negocio funcionando necesita del respaldo de un ejército de sicarios, tarde o temprano pagará caro su proceder. Es una práctica común en este negocio el ajusticiamiento de la familia por algún error o por la competencia. O quizá lo atrape la policía, o tal vez se convierta en un número más que confirme la estadística que le da a lo sumo cinco años de vida. Está de más hablar de las muchas formas en las que su familia y la sociedad pagarán por sus actuaciones. Su amor al dinero habrá determinado su ruina y la de su familia.
El funcionario corrupto que amasa una fortuna con el dinero que no le corresponde, contribuirá a mantener a su país en la lipidia. Podría continuar con una lista interminable de ejemplos, pero con estos usted ya ha captado la idea. ¿Podemos afirmar con propiedad, con absoluta certeza que la maldad se ha apoderado de todos estos individuos? No lo creo. No en todos los casos. Indudablemente el mal y el bien están entremezclados, o tal vez entretejidos en diversas proporciones. Lo dijo Jesús en la parábola del trigo y la cizaña.
Lo que pienso que sucede, no es que sean muy malas personas. Mas bien es que en una sociedad totalmente permisiva como la nuestra muchas de estas gentes pasan por la vida actuando como zombis, sin una clara conciencia de los resultados de sus actos, pasándole la peste zombi a todo el que se cruce en su camino, impúnemente, mientras los no contagiados por el virus zombi se ven obligados a esconderse. Estos zombis se encuentran en una especie de limbo. Son en realidad “muertos vivos,” pero en su percepción creen ser muy vivos.
Desde luego que la muerte a pedradas es una práctica proscrita en occidente hoy en día. Sin embargo, de cualquier forma, la sociedad debe vigilar los excesos y delitos de los ciudadanos y es por eso que surgen las legislaciones como los códigos penales y los cuerpos encargados de ejecutar la ley, como los ministerios públicos, etc. ¿Pero qué sucede en una sociedad corrupta como la nuestra en la que se violan a diario las leyes con total impunidad? ¿Qué pasa en una sociedad donde usted que es asaltado, robado o estafado, busca de la ayuda de las autoridades solo para encontrarse con una total y absoluta apatía? En una sociedad de este tipo, como la hondureña de estos tiempos, la inconsciencia, o sea el virus zombi, se esparce como los nenúfares que invaden la laguna, y el “inconsciente colectivo” de Jung se convierte en la “inconsciencia colectiva.” Una sociedad donde abundan los zombis de los que usted continuamente deberá escapar para que no le devoren su cerebro y se vuelva uno más de ellos.
Por eso, mi querido amigo, si usted es uno de esos zombis que tiene una fortuna mal habida o que ha amasado a costillas de otros, recuerde que la maldición del anatema no recae solo sobre usted, sino también sobre su hijos, su familia, su ciudad, su país o la sociedad en general, y lo hace de maneras inesperadas. 
Zombis preparados para devorar su cerebro

lunes, 1 de noviembre de 2010

Defendiendo lo indefendible: en apoyo a los maestros hondureños y su estatuto

Iniciaré este artículo diciendo que no estoy de acuerdo con la existencia de los estatutos profesionales de la manera en la que están planteados actualmente. Me parece que el aumento ligado al salario mínimo es excesivo y una gran carga para el gobierno. Más, a pesar de eso, en esta ocasión defenderé a los defensores de su estatuto y procedo a esgrimir mis argumentos.
Honduras en estos momentos atraviesa una crisis cuya génesis es multifactorial. Tal vez el principal factor incidente en la mencionada crisis sea la recesión económica que aqueja al mundo desde el año pasado. Ante la recesión, los gobiernos de muchos países han evitado el colapso mediante medidas de urgencia, como la inyección de capital al sistema financiero (bonito premio) y la instauración de medidas de austeridad. Los aparatos burocráticos comienzan a recortarse ante la incapacidad de los gobiernos de cubrir el pago de las cuantiosas nóminas salariales.
Es decir, los gobiernos se sacrifican para salvar a sus países del colapso económico, lo que traería consecuencias sociales serias como la ingobernabilidad. Pues bien, Honduras no es la excepción. El Ministro de Economía grita a los cuatro vientos que no hay recursos para cubrir todas las obligaciones, y con justa razón se busca la derogación del estatuto del docente. Los maestros reaccionan por sus derechos, por su conquista laboral y se oponen de manera decidida a cualquier acción que modifique el estatuto. ¿Quién está en la razón? ¿De qué lado podrá estar la justicia?
Comenzaré mi argumentación diciendo que el ser humano es un animal de comportamiento complejo, pero dentro de esa complejidad se pueden distinguir características comunes a todos o a la mayoría de los miembros de nuestra especie. Una de tales características es la empatía, definida como la capacidad -más bien la cualidad- de un individuo de identificarse con los problemas de sus congéneres, ya sea en el plano individual o colectivo. Los neurobiólogos han descubierto por lo menos dos grupos neuronales muy desarrollados que incluyen la unión temporoparietal y las neuronas espejo, que son la base física del conformismo y la empatía.
La segunda característica que mencionaré es la territorialidad. Luchamos por lo que suponemos es nuestro, lo que nos ha costado trabajo; nuestra casa, nuestra familia, nuestro alimento y nuestra tierra. La propiedad no es una entidad real puesto que nacemos y morimos solos; no traemos objetos a este mundo ni nos llevamos ninguno (la territorialidad puede incluso llegar al extremo de desear llevarnos nuestras posesiones a la tumba, como lo hacían los monarcas del antiguo Egipto), sin embargo nuestra evolución como seres humanos nos ha impuesto construcciones mentales que nos hacen percibir al mundo como susceptible de ser poseído por nosotros. Somos animales territoriales por naturaleza.
Ahora bien, suponga que usted es el gobierno y desea derogar el estatuto del docente, y para hacerlo recurre a la empatía. Usted intenta persuadir al maestro de abandonar su protesta con el argumento convincente que es la crisis del país; le incita a ser condescendiente ante las necesidades de la colectividad para que, de esa forma, el país pueda salir adelante. Usted recurre a las neuronas espejo del maestro, apela a su empatía; a ese altruismo natural de todo ser humano, el mismo que ha convencido a muchos filósofos sobre la existencia de una ley moral natural.
¿Por qué entonces no lo logra? Bien, porque usted recurre a las neuronas espejo del maestro, que no harán más que reflejar el comportamiento del gobierno para actuar acorde. Las neuronas espejo le indican al maestro que el discurso del gobierno no es congruente con lo que le pide. El gobierno dice recesión, más los gastos del gobierno para mantener la burocracia, en lugar de disminuir, están en alza. En lugar de fusionarse ministerios se abren nuevos con muchísimos empleados que engrosarán el intestino del titánico nemátodo parasítico llamado “engranaje burocrático.”
Las neuronas espejo del maestro inevitablemente verán como el gobierno se da una vida de lujos, incluyendo costosos viajes a mundiales de fútbol y otras nimiedades. Verán cómo en Casa de Gobierno y en las residencias de ministros, alcaldes, y otras altas poporoilas públicas, no hace falta nada. ¡Nada! Sin embargo la lujosa vida de los gobernantes contrasta chocantemente con la ausencia de medicamentos en los hospitales públicos, la falta de obras de infraestructura vial, la pobreza de las escuelas públicas, y de allí en adelante una interminable lista de falencias que en lugar de lista es “tamagás.”
Las neuronas espejo del maestro reflejarán, inevitablemente, como el gobierno obtiene un éxito descomunal, una fama sin igual al aprobar una importante materia con una altísima calificación. En efecto, verán cómo el gobierno de Honduras se encuentra dentro de los primeros lugares a nivel mundial en la materia llamada corrupción, el peor de los males que aqueja a los hondureños y que es, sin temor a equivocarme, la cimiente de todos los demás.
Entonces las neuronas espejo del maestro activarán esa otra característica llamada territorialidad. El maestro oirá en su interior esa suave y dulce vocecita que le dice, “¡no sea bruto papa, no se deje quitar su pistillo que lo que no le paguen a usted, quien sabe dónde irá a parar!” Y entonces el maestro luchará por sus conquistas con garra, fuerza y corazón, y reflexionará que para que el gobierno pueda pedir o exigir, deberá dar antes el ejemplo so pena de perder la autoridad moral ante el pueblo gobernado.
Es por eso que, por esta vez, apoyo al maestro y a su estatuto.