martes, 30 de julio de 2013

ELOGIO A DOS BANDAS PARA SIEMPRE INCONCLUSO

Por: José María Castillo Hidalgo

Artífice excelso
que creaste el multiverso
yo te alabo
no por las galaxias
ni los confines del universo
sino por la silueta magistral 
los ojos silentes
y el calor y la ternura
que con pincelazos sublimes
pusiste en esa criatura
voluble y frágil
fuerte y poderosa
fantástica y secuestre
la mujer pedestre
que con un beso
todo lo envuelve y 
con una palabra 
todo lo ilumina...

Artífice ingenioso
te rindo el sombrero
no por las cataratas
y el ulular del viento
ni por la música inaudible en la ruta del cometa
ni la cabellera fulgurante de la estrella fugaz
sino por los pechos
alforjas de la estirpe
y el andarivel endeble
que sostiene
los pasos, la sonrisa y el contoneo
en el avance de la hembra
que lleva a rastras mi deseo...
Artífice glorioso
en ti la ciencia insiste
por saber hacer magia
y la destreza de enhebrar enredos,
al amanecer se parte mi alma
y al atardecer se arma de valor
para humilde entregar una flor
a quien sin tanto denuedo
con un toque avasallador
perfuma mi vida...


19-07-13
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EL ORIGEN DE LA DEMOCRACIA

Por: Everton Herrera Jr.

La Justicia y la Libertad no han existido desde siempre. Se originaron gracias a dos extranjeros que querían mejorar sus respectivos países, para lo cual, acordaron en ayudarse mutuamente a buscar la manera de tener juntos estos dos valores supremos y que así sus pueblos tuvieran una mejor forma de vivir. Para tal fin arriesgaron su vida buscando a un anciano que podía resolver este gran problema. ¿Y qué pasó luego?....... Sigue Leyendo y lo descubrirás.  
juan orlando hernandez
Erase una vez unos campesinos que vivían en una tierra muy lejana, en un país  llamado San Libertad. Lo extraño era que ninguno de estos campesinos conocía la libertad; solo conocían la justicia. Todos trabajaban para el Rey Andrés ll. En el país prevalecía una regla: que se hiciera todo lo que el rey pedía. Todo aquel que la incumplía era decapitado o ahorcado, dependiendo de lo que hubiese desobedecido. La desobediencia se castigaba de la misma forma que los crímenes más atroces. Uno de esos días comunes y corrientes apareció en San Libertad un extranjero del país San Justicia, que era vecino del primero. En San Justicia ya se conocía la libertad desde que los primeros habitantes habían llegado, pero en cambio, vivían sin justicia por lo que vivir allí representaba un enorme peligro ya que nadie controlaba los crímenes y todos hacían lo que les venía en gana.
 El extranjero fue a visitar a su primo Martín.
–Buen día primo Martín- saludó el extranjero.
–Buen día Josué –respondió el extranjero.
linchamiento
Empezaron a conversar de cómo estaban sus respectivos países y su política. Los dos primos llegaron a la conclusión de que a cada uno de los dos países le faltaba uno de los dos valores.
Sin embargo existía un problema. No se atreverían a discutir con el rey por el riesgo de ser ahorcados, y menos aun se atreverían a plantearlo a los habitantes de San Justicia, ya que sin duda morirían cruelmente asesinados. Un vecino de Martin los escucho sin querer tras una puerta y decidió proponerles una solución. Él mismo conocía esta solución desde hacía mucho tiempo, sin embargo, nunca lo había intentado por el peligro que implicaba tal aventura.
gandalf
La solución consistía en buscar la ayuda de un sabio mago que podía resolver casi cualquier conflicto que se le presentara, pero para ello se debía recorrer un largo y peligroso camino. Los dos hombres pusieron manos a la obra y pies en polvorosa, pero mientras más caminaban, más les parecía que se trataba del camino más largo del mundo. Debían atravesar un bosque en donde se decía que crecían árboles “come hombres”, pero a pesar de encontrarse aterrorizados, Martin y Josué encontraron el coraje logrando penetrar en aquel lugar al que todos llamaban “El Bosque Sangriento”.
Bosque oscuro
Mientras lo atravesaban, encontraban lo que parecía ser sangre en la copa de los árboles, y calaveras y restos humanos recostados sobre los troncos. De pronto, escucharon detrás de ellos que los árboles se cerraban, como las rejas de una prisión. De pronto, Josué sintió que algo o alguien los seguía. En este punto los dos primos se encontraban aterrados por lo que salieron disparados, corriendo sin detenerse. En eso una liana enredó el pie de Martin y lo empezó a jalar hacia un hueco en el tronco de un árbol. No tardaron mucho en enterarse que aquella era la boca, y el árbol terminaría tragándose a Martin. De pronto Josué, con un rápido movimiento, desenfundó su espada y cortó la liana. Martin, aun con el corazón acelerado, le dio las gracias a su primo expresándole que le estaría eternamente agradecido, a lo que Josué respondió humildemente:
-Tú eres mi primo. ¿Qué esperabas que hiciera?
dos caminos
Acto seguido revisaron el mapa que les había proporcionado el vecino de Martin. Estaban confundidos. El camino del mapa no era el mismo que el camino verdadero. El camino empezaba con un letrero que decía: “LOS PUROS DE CORAZON PODRAN PASAR”. El mapa solo mostraba un camino pero lo que tenían ante sus ojos eran dos, una encrucijada. Uno estaba hecho de oro puro, y el otro, de lodo. Ante lo que parecía obvio, Josué salió corriendo por el camino de oro cuando Martin exclamo: “¡Cuidado con esa flecha!” Josué de pronto se tiró al suelo con toda su velocidad cayendo sobre un esqueleto humano. Entendieron entonces que las apariencias engañan y que aquél no era el camino correcto. ¡Josué a duras penas logró escapar con vida!
linda mujer mala
Caminaron por el camino de lodo. Por fin, se observaba una casa a lo lejos. ¿Sería esa la casa del mago? Corrieron con todas sus fuerzas hacia la pequeña casa que descansaba sobre una colina, pero en cuanto entraron, el color cambió a negro. Las bolas de cristal azules se convirtieron en negras. Las paredes perdieron sus estrellas y color azul y cambiaron por calaveras atadas con cadenas pegadas a la pared. Era la casa de la bruja del Traje Negro. Aquella malvada mujer tenía la reputación de poner un hechizo en la persona para que a su paso solo hubiera destrucción, y además, solo pudiera sentir odio hacia otras personas. Las puertas, ventanas y otras aberturas se cerraron inmediatamente y se escuchó una risa malévola saliendo de una habitación desde la cual lo único que se veía era el color negro de la oscuridad. –No es cualquier oscuridad –dijo Martin, –es una oscuridad malvada. Y tenía razón.
animal malevolo
Todo lo que se miraba allí era malévolo. Josué y Martín estaban aterrorizados. Incluso una rata de ojos rojos que cruzó en ese momento les hacía una sonrisa malvada.
Mientras miraban la rata perdiéndose en una esquina, una garra tan filosa que con solo mirarla producía heridas, rozaba el cuello de Josué. Seguidamente se escuchó la voz lúgubre y aguda de la bruja diciendo:
–Josué…. Oh Josué…. –A lo que Martin respondió: –Aléjate de él. La bruja respondió a Martin atrapándolo del cuello y acto seguido comenzó a decir el hechizo.
Martin pudo ver la cara horrible de la bruja mientras decía el hechizo. Escuchó: “Odiotus tis … ¡Ayyyyyyy!” Josué había enterrado una viga de madera en el corazón de la malvada bruja. Se escucho un desgarrador grito de dolor y como por arte de magia la bruja desapareció. En ese momento una luz blanca e intensa llenó la casa de la bruja, y todas las puertas se abrieron.
reptil dos cabezas
Los primos solo tenían que pasar una prueba más: la casa de los cocodrilos bicéfalos. La leyenda dice que cada cabeza puede tragarse ¡a dos elefantes de un solo bocado!
Atravesando el bosque, Martín y Josué vieron una enorme estatua de la forma de una puerta hecha de roca dura y firme. No había otra entrada, pero había una llave de roca. Se les ocurrió al mismo tiempo meter la llave en la puerta. Mágicamente, la piedra se rompió abriendo una gran entrada. Se escuchó un terrible
¡ROARRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR! Y apareció el gran cocodrilo bicéfalo que en ese momento estaba tragando un elefante. Más adentro, los primos vieron un arpón con  una espada de oro, lista para disparar. Martín distrajo al cocodrilo mientras Josué le lanzaba el aceite que encontró en una cubeta abandonada. El cocodrilo se encontraba a punto de atrapar a Josué, quien llamaba desesperadamente a Martin, pero cuando la bestia volteó, poniéndole aceite a la espada le prendió fuego y la disparo directo al corazón del monstruo. De repente la bestia también comenzó a arder en llamas y murió.
Finalmente, se abrió otra puerta que conducía a la entrada de la casa del mago anciano. El dijo: –ustedes han tenido valor para venir aquí. ¿Y a que se debe su visita a mi gran casa mágica? –Los dos respondieron, casi al unísono, que deseaban que sus dos países pudieran tener justicia y libertad, pero no se atrevían a decírselo a sus conciudadanos porque en cualquiera de los dos lugares los asesinarían.
lindo paisaje
El mago les respondió diciendo que ellos ya habían dado muestras de gran coraje atravesando todos esos peligros. Les reveló la existencia de un hechizo para que no morir asesinados, pero antes debían jurar que solo lo usarían para el bien. Ellos asintieron.

El mago, con un hechizo, los teletransportó al lugar donde comenzaron. Se dirigieron donde el rey diciéndole que no había libertad y que el pueblo la exigía. El rey los mando a matar con la lanza de uno de los guardias. Al ver que no podía matarlos, los dos primos decidieron encarcelarlo y posteriormente solicitaron al pueblo escoger su gobernante, y el nombre que le pusieron a este acto fue democracia. Eligieron a Martin Álvarez como gobernante y así hubo justicia y libertad en San Libertad. Allí mismo escogieron un ejército para detener a los criminales de San Justicia. Todos fueron detenidos y milagrosamente no hubo ni un muerto. Los habitantes decidieron que Josué Valle sería su gobernante y allí también hubo libertad y justicia. De allí viene lo que nos ayuda a mantener el orden en nuestro país.   

jueves, 11 de julio de 2013

Los Escandalosos Abióticos

Por: Nelson Arambú

¿Estamos seguros respecto a quien disparo las balas contra Alfredo Villatoro y Aníbal Barrow?

Cuando pensamos en un crimen, casi por regla general lo primero que se nos cruza por la cabeza es el cuerpo sin vida de una persona, salvo escasas ocasiones en donde se haya logrado establecer la incidencia de los crímenes de un estado contra sus ciudadanos; pocas veces pensaremos en el triunvirato del criminal, la víctima y el ambiente. Desde el momento en que comienzan a extinguirse los procesos bioquímicos vitales y empieza a sufrirse la acción pasiva del medio o el entorno, se denominan fenómenos cadavéricos o abióticos; en pocas palabras, “cuando dejamos de ser seres vivos dependientes de nuestros propios procesos y pasamos a depender de lo que pasa a nuestro alrededor”

El 15 de mayo de 2012, un fulano a quien muchos llaman presidente de Honduras; con una mirada algo compasiva ratificaba en cadena nacional de prensa, el asesinato del periodista Alfredo Villatoro; el periodista en mención había sido secuestrado días antes por desconocidos y este hecho que parecía aislado para la opinión pública internacional, se sumaba a la larga lista de crímenes en contra de profesionales del periodismo en este país. ¿Más de un año después, a quien le interesa lo que sucedió con Alfredo Villatoro? ¿Alguien recuerda con precisión el número de periodistas que fueron asesinados después que él?

Un poco más de un año ha pasado del asesinato de Villatoro y muchos ataques y crímenes en contra de otros colegas del gremio en Honduras; pero no fue hasta el 24 de junio de 2013 en horas de la tarde, cuando es secuestrado el periodista Aníbal Barrow, que vuelve a llamar la atención del gobierno del país. La pregunta obligatoria es ¿Por qué el secuestro de este periodista es tan importante como el de el otro periodista hace un año atrás para el gobierno de Honduras? Para nadie es desconocido el silencio cómplice del gobierno y las escandalosas declives sistemáticas del sistema nacional de justicia; y aunque todo pareciera una serie de eventos de infortunio de un país “maldito” por falta de oración – según muchos iluminados – lo cierto es, que en Honduras, el crimen tiene una estructura que funciona; de hecho, el crimen es lo único que funciona en el estado.

Si volvemos más o menos un mes atrás antes del secuestro de Aníbal Barrow, exactamente el 28 de mayo de 2013, con la parafernalia típica de un país acorralado, el susodicho bufón presidencial anuncia la firma de un tratado de paz entre las dos pandillas principales del país, sellado con la sangre de Cristo a través de monseñor Rómulo Emiliani y el reconocimiento de la comunidad internacional puesto en el rostro de Adam Blackwell secretario de Seguridad Multidimensional de la Organización de Estados Americanos (OEA); sin embargo, ¿pactaron realmente las pandillas un acuerdo de paz? o será que ¿no nos dimos cuenta que el tratado fue en el marco de los acuerdos internos del centro penal de San Pedro Sula? Es decir, ¿fue un pacto nacional o un pacto interno entre la población penitenciaria? Y más grave aun ¿Por qué el gobierno de un país con un mínimo de seriedad, pactaría con representantes del crimen organizado? O si vamos mas allá de lo evidente y nos preguntamos ¿Por qué razón los dos grupos armados más temidos del país, decidieron “voluntariamente” entregar el terreno? ¿A quién le entregaron el territorio? ¿Se salieron de la estructura criminal acaso o solo establecieron sus propios parámetros morales para evitar el linchamiento social en el futuro? y si, tan solo los obligaron a salirse o tan simple como jugar una treta quimérica en un país que ansia la paz.

Regresando un año atrás en el tiempo, en los albores del secuestro y asesinato del periodista Alfredo Villatoro; el 29 de marzo de 2012, en la misma cárcel de San Pedro Sula, hubo un amotinamiento de privados de libertad y que tuvo como consecuencia 14 hombres muertos por armas de fuego – no hemos definido ¿Quién disparo? Pero alguien lo hizo – lo cierto es que un mes antes habían muerto quemados 382 reos en la cárcel de Comayagua; y en esos vientos de incertidumbre los incendios a los mercados y cárceles se habían vuelto la Crème brûlée  de los medios de prensa hondureños.

No obstante, la genialidad del crimen no estuvo en lo matemáticamente precisos que fueron sus movimientos en los casos de estos dos periodistas, si no en la forma en que evidenciaron la imposibilidad de las fuerzas del orden para controlar cualquier situación relacionada con la seguridad de la ciudadanía de este burdelesco país.

Desde 1959 hasta la fecha, Honduras ha destacado una creciente corrupción en las fuerzas de seguridad, como la policía y el ejercito; el binomio militarización de la policía hace medio siglo no fue más que la instauración de un régimen armado, que en total anacronismo con los avances del mundo fuera de nuestras fronteras, nos volvimos un estado represivo e intolerante con la opinión pública opositora a cualquier síntoma de corrupción del estado.

En 2013 la intervención total de la corte suprema de justicia y el enjuiciamiento del fiscal general del estado y demás adjuntos, que fueron subrayados por su ineptitud y la intención del seguimiento solo del 20% de los crimines en todo el país, fue la punta del iceberg en la denominada cacería de brujas y de chivos expiatorios para saciar el reclamo popular de una nación sumida en homicidios.

¿Sera circunstancial que el cuerpo del periodista Alfredo Villatoro apareciera vestido con uniforme militar? O más aun ¿será una circunstancia que durante el proceso de investigación del secuestro de Aníbal Barrow la policía no pudo ser precisa en cuanto a sus avances con el caso? ¿Por qué razón en ambos casos emblemáticos el gobierno ofrece recompensa económica? ¿Por qué en ambos casos es emblemática la figura de un fulano de tal uniformado? ¿Por qué en los últimos meses al secuestro y asesinato de Aníbal Barrow el congreso nacional y el propio presidente de la república de Honduras han ponderado aceptabilidad de la ley mordaza para controlar al gremio periodístico?

¿Estamos seguros respecto a quien disparo las balas contra Alfredo Villatoro y Aníbal Barrow?


Nelson Arambú  / Julio 2013.

DE RECUERDO ME QUEDAN SUS COLORES, DOS HOJAS DE UN CUADERNO DICE AMOR ENTRE BORRONES

Por: Allan Mcdonald

muchacha palida triste
Alma se llamaba mi primer amor, teníamos 8 años los dos, y estábamos ya en segundo grado, era alta, pálida tenía ojos afligidos y llegó a medio año con una hoja destartalada como traslado de Tegucigalpa.

Se sentó en el último pupitre; solo había dos espacios, uno junto a mí y uno vacío, al fondo del aula donde la profesora Aurora daba cátedra de soledades.
Mi lado siempre vacío, me corrí con la ilusión que se sentara y no lo hizo, pasó de paso, como un viento infortunado y su sombra dejó el rastro de sentirme más solo.
Después, tampoco nadie se sentó junto a mí, nunca en ningún grado, ni en ninguna parte, como un aviso de que no espero a nadie.

Un 15 de septiembre nos hicimos novios.

Bronce
Comprando una minuta, cuando a ella se le cayó aquel pedazo de hielo raspado con miel roja y verde enmelcochada en un cucurucho de papel, y se le nublaron los ojitos. Yo le di la mía y me quedé sin minuta y mi hermana Jenny con la magia fugaz de sus labios dijo - “si sos pendejo”.

Así empezó nuestro amor; entre una lágrima temblando en el ojito de ella, una palabra dicha perfectamente y un pedazo de hielo ya en los funerales del agua con miel y las moscas sobre el cadáver de la minuta que fue.

Yo le hacía dibujos y le tomaba la mano, salíamos a la biblioteca a leer los cuentos de Gulliver, que yo le leía sin ganas de leer.

En navidad llegó un circo, el de Montoya Aguilar, y en la noche en un camioncito marca Compadre, anaranjado, anunciaban la presencia del mismísimo Pedrito Fernández y su mochila azul.

Yo la invité y en caravana fuimos todos los cipotes de aquel lluvioso Valle de Ángeles de 1980, de casitas con tejados llenos de montes y que hasta hoy son las mismas casas y las mismas calles y los mismos borrachos y los mismos perros y los mismos chanchos hartándose la misma mierda de siempre.

Pero aquella noche no llovía, ni habían borrachos, nuestras madres ensartadas en una silla de madera viendo al Puma y a Colorina desparramándose en llanto en la tele.

Cómico malvado
Mi papá dibujando y los cipotes en las calles empedradas jugando capiador y landa. Y el viejo salió a la ventana y dijo, váyanse al circo y nos dio 20 pesos y con él entrabamos 15 cipotes y cipotas, entre ellas Alma, y nos fuimos al cirquito de Montoya Aguilar, que él mismo vendía las boletas en la taquilla de lámina pintada con la nariz colorada de un payaso de pelo verde y por la boca salía la taquilla, y la carpa remendada como una cobija de las abuelas de antes, y los pastelitos de perro afuera en una mesita y la horchata movida con una cuchara gigante en un olla azul con pisquitas parecidas al cielo estrellado. Y nosotros haciendo la fila buscando la ilusión de aquella voz de Pedrito Fernández, que entonces salió de un megáfono altísimo y nosotros viendo al cielo buscando la voz y el Pedrito Fernández no salía, y entramos y a sentarnos en las tablas de orilla clavadas en aquel solar baldío y los ojos desorbitados viendo los payasos que salían dándose garrotazos con un cartón y leyendo noticias de un periódico viejo, y esa voz exactita de todos los payasos y nada nos hacía reír por esperar a Pedrito Fernández, y los viejos se le salían los dientes cariados viendo a la pequeña Katty, a la chinita Johana bailando en tanguitas con guindandejos brillantes, como esclavas de la conquista española, y las sonrisas abiertas como un mar, y la baba cayendo sobre nosotros y los silbidos ochenteros, y el humo y el cigarro pinares lanzado al aire, y los gritos de que bailen de nuevo las bailarinas de estoperoles y escarcha barata en las tetas redondas como el mundo que esperan los hombres sin ilusión.

Música obsoleta
Y Pedrito Fernández no salía, y por fin en el último acto apareció el charro de 10 años, esa vos melodiosa y niñata que jurábamos que era el hijo de Pedro Infante y los bolos decían que era el hijo de Vicente Fernández y todos alegando y todos viendo al charrito que no era de México sino de Talanga, cantaba igualito ayudado de una grabadora Record, escondida bajo de un bulto de ropas de payasos. Pero ese era el Pedrito Fernández que queríamos, el que esperábamos, y allí estaba el Pedrito con el rostro de frente, con los ojos volteados por la luz, con la barbilla salida por el enredo de su mandíbula falsa y su vos grabada en un cassette sony.
Niño cantor
Y Alma me decía - ese canta lindo, y sale en las películas, y yo lo quiero, ya no voy andar con vos, ya no somos novios-, y se bajó de las tablas donde estaba cerca de mí y sentó en una tablas más cerca al escenario de tierra y el Pedrito le tocó la cabeza y le dio una flor de papelillo, y ella lo abrazó y se tomó una foto polaroid por 5 pesos con él. El fotógrafo no supo cómo cobrar luego, y yo me salí con la mirada simple y el llanto empuñándome los ojos y me senté en una piedra y de reojo miraba a los payasos que salían corriendo, y las bailarinas bellísimas de escarcha, ahora se ponían a darle las tetas redondas a sus niñitos de un año, que estaban dormidos detrás de la carpa en la pailita del camioncito Compadre, y ya no eran bellas, ni parecían bailarinas, ya todo era una ilusión perdida, y el Pedrito Fernández aun cantaba la mochila azul, y los niños y niñas gritando y yo afuera hurgando con un palito el vacío del universo entero.

Me fui… y a lo lejos la voz de Pedrito aun berreaba y la calle sin luz y mi papá en la ventana con un cigarro. - ¿y qué pasó? - preguntó.

-Se terminó la función- le respondí sin verlo.

Autor dibujante escritor

Hoy, 31 años después, mientras me detenía en un semáforo, en la Radio Satélite, que es la única emisora que me da salud mental, escuché el nombre de Pedro Fernández, ya grande, le dicen Pedro pensé, y se arrancó con la mochila azul, como un pedido de un guachimán, un pobre hombre como yo, abandonado por la vida en alguna caseta detrás de alguna fábrica; y le complacieron su pedido del recuerdo ya volado, y me alegró escucharla, y entonces supe que tenía una deuda con la vida, y contar esta historia fue para mí la única forma de saldarla, de sentirme que a la vida nada le debo, y que en el amor me quedó un sobrante en monedas del corazón, allí le dejó el vuelto, como propina de aquel espectáculo falso de un amor primero que nunca se sentó a mi lado, que me dejó gran inquietud y bajas calificaciones.


-----------Allan McDonald---------

lunes, 1 de julio de 2013

NO PORQUE AFUERA ESTÉ LLOVIENDO SIGNIFICA QUE ADENTRO TENGAMOS QUE MOJARNOS

Por: José María Castillo Hidalgo

Anciana
Fiel a la propuesta que me hice a mi mismo de intentar exprimir de mi minusglorioso cacumen algo que fuera de provecho y al mismo tiempo propicio a la catarsis, con ocasión de las vicisitudes que me acontecieran en lo que me resta de vida, hago un moderado respiro de mis cotidianas y mundanas ocupaciones y de las que anticipadamente me entretienen, que común y propiamente se llaman preocupaciones y me aboco a la aventura de evocar problemas y conflictos dejados a la vera del camino y entreverarlos con el presente y el futuro, para pergeñar, entre tosidos y esputos, estas modestas letras.

Bien, vamos a probar. Escribiré sobre un tema que tiene que ver con las habladurías, los chismes y el bullying (fanfarronería escolar) y la forma que afectan a los jóvenes. Estas son cosas que con lo que me he asoleado corriendo dolorosos kilómetros arrastrando el corazón entre piedras y espinos, sufrido extracción de muelas y tornillos, viendo partir a mis mayores tragados por el suelo sucumbiendo a achaques ingeniados por el demonio, viendo el tiempo esgrimirme una y otra vez, excusas y pretextos para posponerme mis aspiraciones, sintiendo la mengua de toda mi estructura rematada por una memoria  que acosada por un zumbido, trastabillea entre resabios, como vestigios de lo que una vez fue un portento maravilloso, ciertamente parecen manchones borrosos que como galaxias flotantes me silban desde la perspectiva de una biografía personal: Alguien para bien o mal, tuvo la petulante impudicia de colármelos a la superficie.


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Sabio India
Entre botellas de cerveza, la guapa mujer treintañera nos contaba al grupo la anécdota de su vida y sin ella quererlo, afloraban las lágrimas. Dice que cuando tenía unos catorce años y aún virgen se quedó a solas con dos compañeros departiendo hasta altas horas de la noche en una casa del pueblo, sin hacer mas nada que eso.- Pero al día siguiente la bulla persistente era que se la habían re-cogido. Ella decía que NO logró desmentir los decires y ni siquiera pudo averiguar en donde se inició la versión chismosa, pero todo el pueblo parecía convencido de la veracidad del infundio. Entonces la forma en que reaccionó con su mentalidad juvenil, ya que de todas maneras eso es lo que la gente “pensaba de ella” y no podía cambiarlo, fue dedicarse a ser la chica promiscua y siempre dispuesta del pueblo.

Mientras oía la historia, yo sacaba mis propias cuentas obtusas y pensé: Bueno, parece que ella terminó haciendo lo que quería hacer y solo le faltaba un poco de impulso.

¿Pero a Usted que le parece la lógica de la chica? Porque después de todo, en parte tiene razón, si eso es lo que la gente desde ya pensaba de ella, efectivamente hacerlo, NO haría la diferencia y no había forma de revertir el concepto que se habían creado de ella y es que ciertamente es difícil sofocar un chisme.

Al respecto me viene a la cabeza una parábola. - Cuenta que un chismoso empedernido se arrepintió de sus actos y fue a donde un Sabio para que le aconsejara qué debía hacer para sentirse mejor consigo mismo. El Maestro le dijo que regresara al día siguiente pero que por todo el camino fuera regando pedacitos de papel y entre más mejor.- Al día siguiente al ser recibido por el Maestro, este le preguntó, ¿Hiciste lo que te indiqué? Y el chismoso le contestó de manera optimista ¡Fueron miles! - Entonces el Maestro le dijo: Tu perdón es inminente, regresa mañana con todos los pedazos de papel que dejaste esparcidos por el camino.

Artista
Lo cierto es que nuestros actos NO deben o por lo menos no deberían de manera tan marcada estar condicionados por lo que los demás piensen de nosotros. Pero este principio elemental es un poco voluble en la adolescencia en que el joven que viene saliendo de la infancia parece todavía susceptible en gran medida de la aprobación de los demás.

Para regular nuestros actos y no equivocarnos es mejor adherirnos a nuestros principios basados en ciertas reglas aunque es bueno ir al fondo de ellas, para así equivocarnos aún menos. Aquí debo introducir un paréntesis. No soy sabio ni por cerca, pero debo reconocer que más de alguna vez aspiré, sin alcanzar los resultados esperados, a serlo. Pero para mí, perfectos solo los diamantes que no se pudren. Y aún al Maestro de Galilea, sin pretender ser el polvo de sus sandalias, cuando alguien le llamó “Maestro Bueno”, un poco molesto contestó: “Porque me llamas bueno si bueno solo hay Uno” (Mc 10:17, 18).

¿Pero cuáles son las reglas?

Bueno se han inventado varias y no ha faltado quien diga que algunas las ha escrito el mismo dedo de Dios. Hay normas legales, normas religiosas, normas morales, normas éticas y aún otras más, como las de urbanidad y buenas maneras y las del karma, que dice que lo que das como un búmeran te regresa.

Como individuos pensantes entendemos que todos nuestros actos tienen consecuencias y de allí la necesidad de aprender que actos son convenientes y permisibles y cuáles no.

Conversando
Las normas legales son disposiciones que regulan la vida en sociedad y la hacen posible. En nuestro país son aprobadas por los diputados y vienen a ser como un contrato social. Las autoridades judiciales y en menor medida las administrativas imponen sanciones a los transgresores después del debido proceso, con tal que NO hubiera tanta impunidad.

Las normas religiosas provienen de la inspiración y el misticismo a través de Profetas y Maestros o por intervención y manifestación directa de Dios. Es la conducta que entendemos agrada a Dios y algunos consideran que Dios personalmente hace venganza de las faltas cometidas en su contra, pero aún mas, hay penitencias, excomuniones y exorcismos, pero si hay divina intervención resulta difícil entender que tanto malandro se de la gran vida.

Las normas morales son las establecidas por la conciencia del bien y el mal que las personas tienen y tiene mucho que ver con la formación familiar y se relaciona en cierta forma con los valores religiosos y éticos. Se entiende que un desequilibrio moral, como la desesperanza y la depresión generalizadas, es la manifestación de un desajuste interno.- Pero los sociópatas pueden secuestrarte, meterte clavos debajo de las uñas y hacerte pedacitos sin el menor remordimiento.

Las normas éticas son las que regulan la conducta en base a los valores establecidos por el análisis de las cosas, su importancia y trascendencia. Son hechas por Filósofos y Pensadores. Hacemos las cosas porque las consideramos correctas y nuestra propia imagen o el concepto que tenemos de nosotros mismos, NO nos permiten actuar de manera distinta. Pero aún los Tribunales de Ética son negociables. 

Cipotes wirros chiguines
Las normas de urbanidad son las que sirven para ser agradables en primera instancia a los demás y tienen que ver con la higiene, la decencia y el decoro. Son establecidas por los usos y costumbres sociales y se cumplen so pena de vernos rechazados, pero muchos dicen que están pasadas de moda.

Déjeme contarle que en un buen tiempo de mi vida me debatí entre creyente y ateo por muchas cosas que me parecían incongruentes y aunque ahora soy lo primero, tampoco soy religioso en sentido estricto. En mi juventud, previo a hacerme bastante rebelde, era un niñito tranquilo y hacía más o menos todo lo que mis padres esperaban de mí. Todo empezó a cambiar cuando por primera vez vi la muerte frente a frente y pensé que la Fuerza Superior no estaba cumpliendo su parte. Entonces “genialmente” supuse que la mejor forma de manifestarle mi inconformidad era ser díscolo y necio.

Pero eso fue hace tiempo (aunque me imagino que hay algunas reminiscencias, ja).- Un día viendo un atardecer en un lugar de ensueño, que queda cerca de donde ahora vivo, me reconcilié con la “Fuerza Superior”. Y entonces me propuse indagar “la verdad” y hacer todo en debida forma conforme mi propio entendimiento sin importarme los conceptos de los demás y costara lo que me costara.

Hombre con su hija
Creo que avancé bastante porque la gente empezó a decirme que yo había cambiado radicalmente y me preguntaban si me estaba congregando. Pero entre más me perfeccionaba más me veía acosado por demonios. Esto me informó de la complejidad de la vida espiritual y terminé en negociaciones, de lo cual me imagino tendré que dar cuentas.

Algo que me hizo mella durante mis indagaciones y cavilaciones fue descubrir que las normas de toda clase en su complejidad, en efecto están hechas por personas entendidas y prudentes que han vivido, gozado y sufrido y ven el lado positivo en ellas, pero eso NO quita que uno dude de su conveniencia puntual para el caso específico que se está viviendo y además que pueda ser difícil cumplirlas. Claro, uno duda y se pregunta: Debo o no matar a este hdlgp. 

Allí está el problema de las normas: Te pueden pedir que hagas lo que NO quieres hacer o que dejes de hacer, algo que si quieres hacer, entonces las reglas son una carga. Y hay hipócritas que manejan a discreción la manipulación y te quieren exigir que hagas lo que ni ellos mismos hacen. Pero qué tal si lo que tienes que hacer es fácil hacerlo porque quieres hacerlo o lo que tienes que dejar de hacer es como tomar agua fresca porque NO sientes deseos de hacerlo. Bueno para eso está servida la impronta genial del Maestro de Galilea en las Buenas Nuevas, que NO impone rígidas reglas de conducta  y te instruye que NO juzgues, sino que trata de convertir tu corazón a manera de que de él emerjan solo buenos sentimientos que te muevan a hacer el bien y que te ubiques desde ya en el Reino de los Cielos.

Artista de cine, la pasion
Estaba viendo en la tele que un grupo de muchachas (hembras) en una escuela de la República Dominicana violaron a una minuscapacitada de catorce años y la filmaron y propagaron las imágenes por la red; en Canadá una muchacha víctima de cyberbullying (acoso por la internet) se mudó de ciudad huyendo y el hostigamiento continuó y al final se suicidó y se podría continuar con los reportes de esta índole.- En las escuelas es cosa de todos los días que los más grandes golpeen, ultrajen y roben a los más chicos a como vemos le pasa a Bart y a Milhouse en el conocido programa de televisión.

Pero ¿Qué es lo que hace que estas personitas digan chismes maliciosos y destructivos, agredan físicamente, hostiguen y sean capaces de dañar gravemente a sus compañeros?

Obviamente hay un poco de todo: Odio proyectado, frustraciones, el placer morboso del mal ajeno, a veces envidia o la necesidad tonta de identificarse con el grupo y algunas otras razones, pero en fin, el reflejo de una sociedad enferma y egoísta que solo podría ser cambiada con mas justicia y compasión.


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De lo anterior bien podría inferirse que quien esto escribe alguna vez fue víctima. La verdad es que algunas veces también fui victimario. Jamás pedí disculpas o perdón y NO sé si hacerlo ahora sirva de algo, pero quizás con estas letras pueda desfacer un poco los entuertos.

Y de paso podría aprovechar esta tribuna con respecto a habladurías que alguna vez se han hecho supuestamente para dañarme, avergonzarme, desmoralizarme o simplemente “purgarme”, y hacer en mi favor un desmentido, una defensa, una alegación, pero NO lo haré, porque mi propia defensiva podría ser ofensiva para alguien. Además, porque a todo esto, NO he podido, por mas pasmado, dejar de aprender la lección. Todos estamos en esto. La vida. Aunque en principio NO lo parezca, tu mal es mi mal y mi mal es tu mal.- Hay que estar siempre listos para enterrar conceptos, sentimientos e ideas erróneas y malvadas y en última instancia, a la tumba habrá de ir el cuerpo y lo que nos queda como ganancia es el bien que hicimos, pero el mal nos encadenará. A fin de cuentas mi memoria como cómplice de mi espíritu, languidece... si acaso mi entendimiento NO es capaz de aprender a hacer el bien, tal vez sea eso lo que me salve, ya que NO somos ángeles. Además con todo y todo, ni esto ni aquello, tiene sentido. En términos estrictos de importancia particular, a estas alturas del partido, a los que me importan y les importo no les importa, es innecesario y a los que no les importo ni me importan, menos les importa, se les puede mandar, totalmente al gusto, y al son de los latidos del corazón, a la torta... y aún más allá..., pero NO quiero decir con esto que NO estemos tranquilos. Hermano: Estamos en paz.


* El título fue aproximado de una frase escuchada en un programa para niños brasileño-canadiense llamado “Escola pra cachorro”.




R. 29-06-13.