viernes, 15 de noviembre de 2013

ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

Por: José María Castillo Hidalgo
Muñeca rota 
Vivimos en una sociedad híbrida y angustiada entre la espada digital y la pared de piedra que consume sus más importantes energías entre optar por lo correcto o lo necesario.

Y por ello, nuestra sociedad impostergablemente deberá tomar una decisión clara y firme y mantenerla a toda costa, aunque el trance sea difícil y doloroso: Erradicar la delincuencia violenta y sanguinaria, que inmisericorde nos azota y que es cometida por sociópatas incorregibles aún si de negociar algún tipo de arreglo fuera.

Muchacha con esponja
Todas las sociedades civilizadas del mundo han pasado por cada una de las etapas históricas y han evolucionado hasta ser lo que hoy son, emporios comerciales, culturales y científicos, muchas de ellas antes de alcanzar el desarrollo, usufructuaron la esclavitud, la explotación de colonias de ultramar, el comercio del opio y la guerra. Nosotros ahora los vemos desde la barrera, por la magia de la señal satelital con sus autopistas, rascacielos, estadios colosales, lanzamientos espaciales y demás portentos tecnológicos que arriban a nuestras retinas insertas en la ley de la selva, en los barrios tristes y las aldeas polvosas en que deambulan los salvajes hambrientos y enfermos capaces de matar por un celular o por unos pesos o ya por simple prurito, pero esto nos pasa porque no hemos recorrido el camino necesario y no hemos sabido hacer la tarea, no hemos sabido trazar una ruta y no hemos sabido hacernos un nudo con los hermanos.

País desarrollado
En las calles los estómagos vacíos crujen pero sus equipos de televisión les enrostran los beneficios materiales inasequibles para ellos que otros gozan inmersos en lujo, ostentación y despilfarro, los enferma y los deja listos para aspirar a la riqueza instantánea a cualquier costo, salen de sus guaridas producto de la desintegración familiar, la educación deficiente y de una sociedad indiferente y segregacionista, pero no es así, será el trabajo, el esfuerzo, el ingenio y la destreza los que efectivamente produzcan riqueza. 

Estimado amigo: No importa quién sea electo Presidente o Presidenta. Lo que importa es la sociedad que decidamos ser y que nos empoderemos de nuestra capacidad de exigir y les exijamos a los gobernantes hacer las cosas bien, no robar, no prevaricar, no fornicar al pueblo.

Pensamientos
Las autoridades son reflejo de lo que somos y si queremos que sean distintos somos nosotros quienes hemos de cambiar primero. Vea, son alagartados porque somos indiferentes, son fiesteros con lo ajeno porque nos gusta el mejengue. Créame ellos hacen sus campañas no tanto para benefiarnos a usted, a mi o la colectividad, como para beneficiarse ellos mismos y los de su entorno.

Las autoridades son Mandatarios y no debemos dejarlos que se coman el mandado de nosotros. Debemos aprender a obligarlos a hacer lo que queramos. Podemos NO estar absolutamente seguros como lograrlo pero si estamos totalmente seguros de lo que queremos, por eso no importa quién gane, pues todas las propuestas pueden ser buenas, lo trascendental es saberle exigir al que gane que cumpla con las aspiraciones de la sociedad. Y eso generará el desarrollo, no hay otra manera. El bienestar solo se logra con orden, trabajo y paz que empuja la colectividad que tiene conciencia de su propia valía.


3-11-13
Socialismo