domingo, 26 de septiembre de 2010

¿Qué somos?

Por: Elton Herrera












Tomado de: http://www.queciencia.com
Homo sapiens sapiens, ese es el nombre científico de nuestra especie, pero ¿qué significa “ser humano?"… Por cientos de miles de años, nuestros ancestros murieron peleando contra otras tribus y animales salvajes, tigres dientes de sable y mamut lanudos, todo esto en un ambiente hostil en el cual nacimos, habitamos y evolucionamos, sencillamente para poder perdurar como especie. Sin embargo, ahora en día encontramos en las sociedades modernas a personas que en la cúspide del lujo, del entretenimiento y con más comida de la que pueden comer, no pueden reconocer sus logros humanos.
Al menos en el mundo occidental aún la gente más pobre vive mejor de lo que vivieron nuestros ancestros, y aun cuando vivimos como reyes no lo podemos apreciar. ¿Pero cuál es el motivo?  Lo que mayormente apunta hacia este dilema son los factores genético-hereditarios, más que cualquier otra cosa. El ser humano no se formó ni evolucionó para crecer y florecer en una sociedad de abundancias ni en un ambiente de leche y miel. Estamos diseñados para desarrollarnos en una atmósfera de increíbles presiones y peligros. Nuestros ancestros  lucharon en contra de los elementos y otras adversidades para triunfar, y el triunfar era simplemente sobrevivir.
No cabe duda que el ser humano es alguien excepcional, con resultados tan sorprendentes como Beethoven o tan brillantes como Einstein. En el año1900 encontramos a Max Planck desarrollando la teoría atómica, las ecuaciones que nacieron de su cabeza nos hicieron posible el uso moderno de la energía nuclear, así como también el de la bomba atómica la cual es capaz de destruir poblados enteros.
Tenemos la capacidad como individuos de esta especie para realizar grandes proezas, cosas muy productivas o igualmente destructivas. La humanidad es mágica, pero nuestro desarrollo está ahora en un punto crítico, con tantos siglos de evolución hemos llegado a una etapa de larva en la cual nos encontramos ahora, estamos en gestación y a punto de entrar en una metamorfosis para convertirnos en algo más. Es en este punto cuando nos damos cuenta de que nuestra especie, toda nuestra composición genética y todas las características humanas heredadas no se están integrando favorablemente con el convencionalismo moderno, y tampoco con las tendencias auto decadentes, y menos aun con la de “todo lo que usted pueda comer.” Esto se debe en gran parte a que los centros de placer de la mente y las migajas de información que los medios de comunicación masivos nos dan, son tan solo un limitado espectro de nuestro intelecto y de lo que enteramente como humanos somos.
Fue el reconocido filósofo francés Víctor Hugo quien dijo. “La adversidad hace al hombre, la prosperidad crea monstruos” y en esa sencilla connotación entendemos la experiencia humana y quienes somos en verdad. La gente que tiene todo lo que quiere, más comida y ropa de la que necesita, accesorios, carros y lujos, resultan por lo general siendo infelices. Como que les faltara algo en su vida. Muchos han perdido fundamentalmente el sentido de la apreciación y no pueden entender o recordar lo que es ser humano.
Estamos siendo instruidos por la maquina corporativa de lavado cerebral. La idea de que debemos ser ego-centristas, que no nos importen los demás. Se nos enseña a no ser condescendientes y mucho menos considerados, y al no serlo, hemos perdido nuestra misma capacidad para ser humanos.
Muy a menudo se nos olvida que la vida es transitoria, tal como una semilla que germina en primavera, crece y florece, y luego muere en el invierno. Pero la buena noticia es que sí podemos perdurar. Podemos seguir viviendo, si tan solo reconocemos que todo lo que nos hacemos los unos a los otros, afecta a la especie misma.
Hemos dejado que los controladores de nuestra sociedad mal dirijan nuestras emociones, nuestros instintos de amar, de luchar y de ser apasionados. Es el crimen más grande de la historia que los ingenieros sociales nos estén dominando por nuestro diseño básico, convirtiéndonos en productos manipulables, en androides biológicos. El comercio y toda su propaganda sabe de las amplias posibilidades que tenemos los humanos. Ellos entienden que la adversidad nos hace más fuertes; que sentimos la necesidad de ser retados, y éstos en lugar de fertilizarnos con buenos propósitos, nos tienden una cama sin colchón que nos hace sentir inadecuados, porque solo así nos podrían hacer comprar sus productos y hacer que tácitamente aceptemos su modo de control impositivo, si es que queremos “sentirnos plenos y aceptados.”  Lo peor de esta situación es que entre más individuos caen dentro de esa espiral nociva y compran esas mentiras, mayor es la cantidad de personas que pierden su identidad y conjuntamente su humanidad. 
Las tendencias naturales básicas del hombre se han convertido en psicopatológicas, que dan como resultado cualquier cantidad de degeneraciones y perversiones mentales. En ese contraste encontramos esas gigantescas masas de personas decadentes que son incapaces de apreciar la vida; seres que se han transformado en homicidas y suicidas, con ideas y deseos de muerte, cuerpos sin alma que odian todo lo que es bueno. Así las sociedades se han convertido en más y más decantes y más y más autodestructivas. El suicidio esta por sobre el record de todos los tiempos. El 20% de la población mundial está en tratamiento médico con alguna droga psicotrópica (tumescente del cerebro). La gente es incapaz de sentirse plena; sienten que “la vida es aburrida.”  Y me pregunto… ¿La vida es aburrida? Vivimos en este hermoso planeta con una enorme biodiversidad, con tanta belleza y creación rodeándonos… ¿quien se podría aburrir?
Pero la verdad es que tenemos una sociedad global que colapsa y se derrumba. ¡Qué ironía! estamos siendo destruidos por nuestra propia prosperidad. Mientras estamos anestesiados por tanta comida, creamos personajes que nos sirven de modelos sociales, iconos del deporte que dependen de las drogas, gente de Hollywood y estrellas de rock que son la peor expresión del término humanidad. Nuestros  héroes son aquellos que se vuelven tan ricos que se convierten en seres totalmente infelices, personas incapaces de apreciar las cosas básicas y necesarias que ya tienen. Estos seres han perdido la visión del secreto de que la humanidad fue forjada bajo enormes poderes de degradación y adversidad,  justo al borde de la extinción.
La humanidad está hecha a la imagen de Dios. Somos una especie increíble con el destino de poblar las estrellas o de ir más allá de ellas. No podemos ni imaginarnos nuestro propio potencial, como alguien de hace más de 6000 años en la Mesopotamia no podría imaginarse un celular o un Boeing 747, mientras nosotros lo damos todo por hecho, como que si no fuera nada. Es grande la venda que cubre nuestros ojos; no podemos ver la tierra sobre la cual caminan nuestros propios pies y olvidamos valorar las cosas básicas de la vida y nuestro propio potencial. Necesitamos darnos cuenta que el solo hecho de existir y de tener la posibilidad de luchar, en cualquiera que sea la finalidad… es la finalidad misma de nuestra existencia.
Todo se resume en la experiencia humana y en lo que con ella sumamos a la especie, a nuestra sociedad.  Los individuos mueren, pero los individuos egoístas mueren aun antes de que su existencia física perezca.
Para evolucionar socialmente la regla es que la humanidad debe sumar y añadir todo lo que pueda, pero en ese mismo orden, desde el instante mismo en que compramos y profesamos las mentiras de una cultura comercial/corporativa, estamos destruyéndonos a nosotros mismos.
Mírate a ti mismo en el espejo. Piénsalo bien. Medítalo… ¿Qué significa ser humano?  ¿Quienes somos como especie? Somos criaturas viviendo en un hermoso planeta, a dos tercios del final de uno de los brazos de la vía Láctea. Seres a los que individualmente se nos permite vivir una sola vez en este disfraz terrestre en el cual mora nuestro intelecto. Como individuos, solamente a través de la humanidad, del amor y de la investigación, podremos vivir para siempre, formando parte mayor de ese cuerpo infinito de posibilidades. Nuestra especie se desarrolló en este planeta hace cientos de miles de años y en contra de tantos inconvenientes. Es claro que tenemos un propósito.
La experiencia humana ha sido siempre una de lucha entre las cosas buenas y las malas. La destrucción resulta siempre más fácil, es más rápida y mas que seductora, pero cuando intentemos literalmente entonarnos con la esencia que es nuestra especie y con nuestro verdadero potencial, tenemos la posibilidad de ver ese horizonte más amplio que se abre a un universo de infinitas posibilidades… será ahí que nos veremos postrados de rodillas a un nivel espiritual, dándonos cuenta del increíble honor y bendición que es el poder ser un ser humano al que se le ha dado el regalo de la conciencia, de la vida.
Seguramente nuestro cuerpo fallará, morirá, pero las ideas y los trabajos positivos que emprendemos mientras tenemos conciencia y vida, suman y tendrán reverberaciones a través de los tiempos y de los espacios, por toda la eternidad.
Podremos vivir para siempre mediante nuestros hijos... y los hijos de otros humanos.
Escrito por: Elton Herrera el 26 de septiembre de 2010 para Ciencias, Política y Religión.

1 comentario:

  1. excelente. ojala estuvieran en argentina. ayer mi mente tuvo exactamente este dilema y esa vision de las corazas materiales que nos impiden interiorizarnos y ser libres de verdad. pero, como salimos de esto. no podemos irnos del aqui y ahora porque esto no es bueno. Es lo que hay, y ahora? volver a la edad de piedra. como luchamos contra esos ordenadores sociales que uds comentan. quienes son? Saludos.

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