sábado, 1 de diciembre de 2012

DE DEPURACIONES, POLÍGRAFOS Y POLICÍAS DESEMPLEADOS

Por: Edwin Francisco Herrera Paz

En el presente la policía hondureña se encuentra en un proceso de depuración. Para ello, se ha diseñado un conjunto de pruebas que se le hace a cada agente u oficial, las que incluye el polígrafo, llamado popularmente detector de mentiras, además de pruebas toxicológicas y psicométricas. Muchos policías han protestado, y la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia ha declarado inconstitucional el decreto 89 con el que se declaró en emergencia la seguridad pública y se le otorgaron facultades excepcionales temporales al director de la Policía Nacional.
juan pueblo policía mentiroso


hombre entrevistado por crimen
Los hondureños estamos conscientes de la necesidad apremiante de un proceso de depuración. Esta necesidad se puede apreciar mejor escuchando los innumerables relatos sobre excesos y desafueros de la policía, incluyendo (pero no limitado a) el involucramiento de agentes en bandas de secuestradores, roba carros y otros grupos de sabandijas sociales. El estado de las cosas es tal que los ciudadanos temen más a la policía que a los delincuentes. Sin embargo, a pesar de ello y en aras de mantener la confianza de la población en las pruebas de confianza (redundando en la redundancia) pienso que el proceso debería ser supervisado por miembros de la sociedad civil, lo que serviría además para evitar excesos, injusticias o revanchas dentro de la misma institución.
entrevista en poligrafo
Pero a lo que quiero referirme es al polígrafo, ese aparatito que toda mujer quisiera tener en su casa para ponérselo al marido. Estoy de acuerdo en su utilización en el proceso de depuración, pero con las precauciones del caso y tomando en cuenta que la validez científica de esa prueba es escaza. Para saber sobre los principios detrás del polígrafo le sugiero que consulte los artículos de Wikipedia, tanto en español como en inglés. Yo me centraré en explicar el por qué la validez científica es poca excepto cuando se le atribuye solo un porcentaje pequeño del puntaje dentro de la batería de pruebas, y las posibles consecuencias de su uso en el proceso de depuración tal y como está planteado. En las ciencias biomédicas valoramos la exactitud de una prueba de acuerdo a dos parámetros que llamamos sensibilidad y especificidad. La sensibilidad es la capacidad que tiene dicha prueba de sortear los falsos negativos, mientras la especificidad es su capacidad de eludir los falsos positivos.
Para ilustrar mejor lo que es la sensibilidad y la especificidad pondré un ejemplo con el polígrafo. Supongamos que le hacemos la prueba con el detector de mentiras a 1000 policías. Supongamos además que esta es la única prueba tomada en cuenta para decidir si un policía se queda o continúa en la institución. Por último y en aras de la pedagogía, supongamos que el 20% de los policías son mentirosos y el 80% honrados. Comencemos.
Según diversos estudios la sensibilidad del polígrafo es del 80%. Esto quiere decir que de los 200 policías mentirosos, la prueba va a tener la capacidad de detectar al 80% de ellos, es decir, 160 policías. Los ponemos de patitas en la calle y aun así van a quedar 40 mentirosos formando parte de las filas de la institución policial.
Según esos mismos estudios, la especificidad del polígrafo es alrededor del 16% (este es un estimado por lo bajo ya que algunos estudios revelan hasta un 60% de falsos positivos), es decir que de los 800 policías que no son mentirosos, el aparato asignará como mentirosos a 128 de ellos, policías honestos que no pasaron la evaluación. La cuestión es que el número de policías honestos despedidos casi iguala a la cantidad de policías mentirosos despedidos. El total de policías despedidos será de 288 y quedarán 712 formando parte de las fuerzas policiales.
En la vida real el problema es mucho más complejo, pues no podemos clasificar a las personas en dos extremos: los mentirosos y los sinceros. Más bien los seres humanos nos agrupamos en un espectro en donde la mayor parte (llamada media) estará compuesta de personas medianamente mentirosas.
Cuando el polígrafo es utilizado en un caso criminal, no hay mucho problema, pues las preguntas son puntuales respecto al caso en particular. En cambio, ¿Qué contestaría un policía si se le pregunta si alguna vez ha recibido paga del narcotráfico por vigilar sus casas (a modo de ejemplo)? Podría contestar que no y tal vez estará diciendo la verdad.
estimulacion del cerebro por poligrafo
“Pe pe pero, ¡un momento!” piensa entonces Chencho el policía. Una alarma se enciende en su cerebro y le dice que puede estar mintiendo. Recuerda vagamente que en algunas casas de una colonia de San Pedro Sula le daban dinero para la gasolina de su moto. “¿Pero no fue eso lo que los altos mandos sugirieron a la población?” Piensa de nuevo. Cierto, pero se rumora que algunas de esas casas están habitadas por narcotraficantes. “Entonces sí he recibido dinero del narcotráfico por vigilancia, porque yo que soy agradecido y para que me dieran mi dinerito para mantener a mis seis hijos, pasaba más seguido por esas casas.” Esta secuencia de pensamientos cruza muy rápido por la cabeza de Chencho, y como cree haber mentido, inmediatamente se activa en su cabeza una estructura cerebral llamada amígdala (o núcleo amigdalino) que desencadena una serie de procesos neurofisiológicos que terminan en una respuesta del sistema nervioso simpático. Partículas minúsculas de sudor se forman en sus manos y son detectadas por un galvanómetro; y además su ritmo cardíaco y presión arterial aumentan levemente. El aparato registra por medio de sensores estos cambios y el examinador concluye que Chencho está mintiendo. Lo ponen de patitas en la calle.
Ahora analicemos el impacto social que puede tener el procedimiento de depuración que incluye este monstruoso aparatito con nombre lindo (polígrafo) y los resultados a corto y largo plazo. Para comenzar, a Chencho lo corrieron de su trabajo gracias al aparato y tiene que alimentar, educar y vestir a seis niños y a una doña refunfuñona y exigente, por lo que se siente indignado. Se reúne con otros policías y oficiales para denunciar la injusticia. Se van a los Derechos Humanos, a las Fiscalías del Ambiente, del Consumidor, de la Niñez, y recurren incluso a la Sociedad Protectora de Animales por si allí hay alguna norma o ley que los proteja. 
Porfirio Lobo Sosa
Finalmente el grupo de gendarmes desempleados termina interponiendo un recurso de inconstitucionalidad con suspensión del acto reclamado (siempre quise decir eso) ante la Corte Suprema de Justicia; la Sala de lo Constitucional lo analiza y da su dictamen, y luego la Corte en pleno declara a lugar el recurso y ¡sas!!!!!! Todo el proyecto de depuración se viene abajo; el presidente del Ejecutivo se va a huelga…. bueno, no se va a huelga porque no puede, pero protesta enérgicamente y declara que las pruebas seguirán iguales y que a él le vale chancleta la opinión de la Corte; que así somos los olanchanos y punto…. 
Al presidente del Legislativo por su parte está a punto de darle un nuevo ataque de psicosis con alucinaciones auditivas: comenzó a escuchar de nuevo una vocecita que ahora le indicaba que debía gastar mil millones de lempiras en preguntarle al pueblo si piensa que la policía necesita depuración (bien dice el dicho, lo que no cuesta hagámoslo fiesta). Estamos a un pelito de un enfrentamiento entre poderes y ya sabemos los hondureños lo que eso significa (esta narración es ficción y cualquier parecido con la realidad es coincidencia). ¡Increíble todo lo que puede causar un simpático e inocente aparatito!
Juan Orlando Hernandez y pequeño demonio

Bueno, a pesar de la resolución de la Corte y el pataleo de Chencho las pruebas con el polígrafo continúan. Pero hay un problema. Chencho no sabe hacer otra cosa que disparar una pistola y colocar las esposas. Las esposas las puede utilizar con su esposa (redundando en la redundancia), pero, ¿Dónde va a encontrar un trabajo donde pueda usar pistola? Las agencias de seguridad ya están saturadas. Lo único que le queda fácil es unirse al crimen organizado o a otros ex policías enojados e inconformes y organizar su propio grupo. Pronto, muchos policías que salieron de las Fuerzas Policiales gracias al polígrafo han pasado a formar parte del crimen organizado (o sin organizar). Los policías verdaderamente corruptos, que ya formaban parte del crimen no tendrán problemas puesto que continuarán trabajando para sus verdaderos jefes.
No es la primera vez que se ve esto en el mundo. Para la época del colapso y disolución de la antigua URSS un enorme contingente de ex agentes de la KGB quedó desempleado. Se organizaron, formaron un sindicato, y ese sindicato lleva ahora la estampa de Mafia Rusa, una de las más temidas organizaciones delincuenciales del mundo. La lección es clara. No es deseable mantener desempleado a un grupo de personas que solo saben disparar.
red de relaciones
Por otro lado, ¿Recuerda a los 40 policías corruptos que quedaron sin ser detectados? Estos serán el semillero para la nueva generación de policías corruptos. Se encargarán de entrenar adecuadamente a los advenedizos, enseñándoles todos los pormenores del mundo de la corrupción policial. Ya tenemos la experiencia. Basta una sola célula cancerosa que escape a la quimioterapia para tener una nueva invasión. Los grupos delincuenciales actúan entonces como células cancerosas metastásicas. La cultura del crimen se enseña, se contagia y se dispersa dentro de la red de relaciones.
Para ilustrar este último punto déjeme poner dos ejemplos. El primero, es la lucha antinarcóticos que los Estados Unidos de América ha venido ejecutando desde hace unas cinco décadas con la ayuda de los gobiernos latinoamericanos. ¿Ha resultado exitosa? La respuesta es un rotundo NO. Lejos de ello la guerra ha hecho del narcotráfico en Latinoamérica una de la organizaciones más poderosas de la tierra. Cuando el dinero para el financiamiento está disponible a manos llenas, el ataque frontal al problema no rendirá resultados. O elimina hasta el último narcotraficante, o mejor deje la estrategia de la guerra frontal de lado y busque una más inteligente, porque con un solo narcotraficante que quede en pie se regenerará la organización por completo. Entrenará nuevo personal y se valdrá de la experiencia para combatir a sus opositores. Los sistemas de salud pública del mundo hace tiempo se dieron cuenta de esta característica de las guerras frontales  y  sustituyeron sus antiguos programas de erradicación de la malaria, por programas de control de vectores, mucho más manejables, realistas  y con mejores resultados.
Famoso narcotraficante colombiano

El segundo ejemplo tiene que ver con eventos recientes en nuestro país. Para inicios de este milenio el problema de las maras (peligrosas pandillas de delincuentes) se estaba volviendo insoportable. Durante el gobierno del Presidente Maduro el Legislativo puso en marcha la llamada Ley Antimaras, la cual resultó efectivísima…. pero solo temporalmente. Los mareros se escondieron, se replegaron, muchos se borraron sus atemorizantes tatuajes…. y sobrevivieron. Hoy, varios años después, las maras contraatacan, se volvieron más profesionales, se incorporaron al negocio del narcotráfico, compraron armamento, y han llegado a dominar amplios territorios como los sectores Rivera Hernández y Chamelecón en San Pedro Sula. En esos sitios, es preferible dejar de pagar impuestos al gobierno que a la mara, pues la negativa se paga con la muerte. El status actual de las maras es incluso peor que 10 años atrás.
Dice José María que las bajas colaterales son el precio obligado a pagar por la limpieza de una sociedad convulsionada. Sin embargo se puede minimizar ese daño colateral tomando algunas medidas.
Politico en detector de mentiras
Policías aplicando la prueba de confianza a un
político. ¡El aparato se quemó porque no aguantó
tantas descargas!
1) Si se continúa utilizando el polígrafo garantizar que esta no sea la prueba madre de la batería. Se debería bajar el puntaje y darles prioridad a otras como las toxicológicas y las psicométricas.
2) Invitar a la sociedad civil a que se una a las evaluaciones como testigo y garante de la correcta aplicación de las pruebas.
3) Aumentar el puntaje umbral para el cual la prueba resulta en el despido del efectivo. Si bien es cierto que esto bajaría la sensibilidad de las pruebas de confianza, aumentaría su especificidad reduciendo el número de bajas colaterales.
4) Garantizar que el proceso de depuración va a ser eso, un PROCESO, y no un evento casual y fortuito producto de un gobierno desesperado por quedar bien con la población ante las elecciones generales. Que las pruebas de confianza se implementen como una medida permanente dentro del cuerpo policial, de esa manera, poco a poco pero de forma segura irá disminuyendo el problema de la corrupción en la policía.
5) Promover el diálogo entre los poderes del Estado. Si los presidentes del Ejecutivo y el Legislativo pretenden que se emita una Ley, pedir la asesoría de los miembros del poder Judicial (a modo personal) o de otros juristas expertos para disminuir las probabilidades de que esa ley vaya en contra de artículos constitucionales y otras leyes vigentes. Los Magistrados, aunque nos parezcan semidioses, no lo son. En cambio, también son hondureños preocupados (creo) por la prosperidad de nuestro país y el futuro de sus nietos. En estos tiempos de convulsión social Honduras, lo que menos necesita, es el enfrentamiento entre poderes y sí un dialogo permanente entre sectores sociales.
Bien, espero no haberles aburrido con mi humilde análisis del: POLIgrafo, enemigo público número uno del POLIcía. 

En el siguiente video vea la manera en la que el protagonista de la famosa serie de televisión Lie to me demuestra el problema de los falsos positivos haciendo que una sexi entrevistadora haga las preguntas de control. 

1 comentario:

  1. Cesar Daniel Elvir Madrid2 de diciembre de 2012, 19:49

    estoy muy de acuerdo en lo expresado, el "Procesos de depuración" no debe limitarse al uso de un tecnicismo para diferenciar el bien y el mal, este proceso como su nombre lo dice debe comenzar desde la selección de los que van a ser los futuros entes de velen por el orden y seguridad publica, esto se debe comenzar desde la alma MATER, desde los centros de adiestramiento donde es el semillero de la población. la otra pregunta es y estoy muy de acuerdo que hacer con los que salen o son expulsados de las filas de la Policía como van a vivir a que se pueden dedicar, otro grupo mas que se integra a la población económicamente inactiva osea a la desempleada.
    para mi esto solo es una estrategia para decir que se esta trabajando y tratar de bajar la aguas y quedar "bien" pagando justo por pecadores o en rio reevuelto ganancia de pescadores !!!!! les dejo un enlace de como trabaj el poligrafo tambien sera que asi se esta siendo tambien con la policia jajaja!!
    http://www.youtube.com/watch?v=9dZeWph-8EM

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