Hoy, mientras revisaba las noticias de mis amigos en la red social Facebook, me di cuenta de la enorme sabiduría popular que se ha encontrado contenida y que ahora tiene un medio para transmitirse. Y también me di cuenta de la gran cantidad de personas que invierten una también gigantesca cantidad de tiempo en juegos como Mi Granjita (Farmville). Sin duda alguna pensaremos que eso de jugar a la granjita es un enorme desperdicio de tiempo y habilidades para resolver problemas, y es de eso que voy a hablar hoy.
Hace unos meses, escribí en este blog algo que imaginé. Un nuevo mecanismo para canalizar la creatividad y la inteligencia colectiva en beneficio del mejoramiento de la sociedad. A dicho dispositivo le llamé red democrática, y se trataría de un software diseñado para que los ciudadanos propusieran ideas para resolver los problemas sociales y políticos. Cada ciudadano podría proponer una idea, y el resto votaría por la mejor o las mejores ideas compartiéndolas con su red de contactos. Entonces, las mejores ideas se propagarían viralmente a través de la red democrática de tal manera que los gobernantes tendrían al final una lista de brillantes soluciones, elaboradas y escogidas por esta especie de oráculo creativo que utilizarían en su toma de decisiones.
La red democrática funcionaría como un cuarto poder, y llamé a este sistema de gobierno “noocracia democracia.” El sistema estaría basado en protocolos similares a los utilizados en la programación de las redes sociales. Si usted leyó mi artículo anterior, sabrá que en el seno de la comunidad global humana como superorganismo se encuentra desarrollándose un sistema nervioso en ciernes formado por la red (internet) y otras comunicaciones que se basan en la transmisión eléctrica. Sin embargo este es solo el primer paso para la formación de un cerebro global.
Este cerebro será construido capa por capa, cada una más compleja y estructurada que la anterior hasta adquirir un grado de centralización y jerarquización tal, que su funcionamiento será imposible de entender, ya que de él surgirán propiedades emergentes inimaginables. Tal y como nuestro sentido del Yo se hace inabordable para cada una de nuestras células, las cualidades que emergerán de los intrincados mecanismos de control del supercerebro global sobreasarán nuestra comprensión. Será la vida inteligente llevada a un nuevo nivel.
¿Cuánto tiempo tardará en desarrollarse este sistema nervioso global inteligente? Es imposible determinar un lapso de tiempo siquiera aproximado. Actualmente nos encontramos en la capa social. El correo electrónico, los blogs, las redes como Facebook, buscadores como Google o Wolfam Alfa, la información universal contenida en los Wikis, la compra y venta en línea, la colaboración en línea, etc., en conjunto han reducido el tamaño de nuestro planeta y cambiado nuestras costumbres en menos de dos décadas, acelerando las transacciones, acercando a las personas y aligerando el paso de los descubrimientos científicos. Pero esta es solo la primera capa.
La naturaleza de la segunda capa, que se formará de manera casi imperceptible a partir de la próxima década, también es imposible de determinar. Sin embargo hay posibilidades interesantes, y es aquí donde entran a escena los amantes de los jueguitos como Farmville. Una propuesta llamativa es que estos jugadores se encarguen de encontrar respuesta a los problemas de nuestro mundo jugando. Si, leyó usted bien. Jugando.
Y para comprender mejor de que se trata este juego de salvar al mundo le presento dos vídeos. En el primero la diseñadora de juegos y futurista Jane McGonigal, habla de cómo los juegos pueden mejorar el mundo. En el segundo, Seth Priebatsh habla sobre la capa de juego que dominará la siguiente década. No olvide activar los subtítulos en español.
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