sábado, 19 de septiembre de 2009

De Alturas para el mundo: la Noocracia Democrática

Corre el año 2033. En el año 2011 los dirigentes políticos de la Honduras de entonces decidieron probar una idea que a alguien (ahora en el anonimato) se le ocurrió, pero debo decir que a ese héroe anónimo le debe el mundo, y en especial de nuestro país, por su actual prosperidad. La idea fue simple, y fue llamada “Red democrática”. Aunque ha transcurrido mucho tiempo desde la versión 1.0, la idea básica continúa sin cambios. Funciona como describo a continuación.

Para la implementación de la primera versión se creó un software que utilizaba los algoritmos de las redes sociales primitivas complementados con los de los motores de búsqueda en la red de aquel entonces (Internet 2. Ahora utilizamos la red holográfica llamada Internet 10). Para cada problema que enfrentaba el estado, se creaba una página con su descripción y detalles. Luego el problema entraba a una fase de creación en la que todos los ciudadanos con una conexión a internet podían participar, aunque generalmente tomaba la batuta la legión de expertos en el tema en cuestión. Como el formato era abierto, todos podían participar, incluso los extranjeros. Los ciudadanos ofrecían ideas para la solución del problema, las que eran listadas y podían ser vistas por cualquier persona.

Después de esta fase, que usualmente duraba unas semanas, continuaba la fase de votación. En esta, toda persona podía escoger una de las ideas listadas para la solución del problema, la que consideraba como la mejor, y la enviaba a todos sus “contactos”. Un individuo podía tener todos los contactos que quisiera. El envío de la idea a un contacto representaba un voto. Un ciudadano solo podía enviar una de las ideas a los contactos una sola vez, aunque la persona podía tener todos los contactos que quisiera. Ahora bien, una persona que era contacto de otra recibía generalmente muchas ideas, de diferentes contactos, pero reenviaba a sus propios contactos la idea que consideraba como la mejor. De esa manera, las ideas mejor acogidas en la red democrática sufrían una especie de amplificación, obteniendo un gran número de votos. Las ideas entonces se colocaban en una lista, ordenadas por número de votos. La idea más votada era la primera. Esta lista entonces estaba a disposición del mandatario para ser implementada. Invento más simple, difícil de encontrar.

Al inicio, la decisión de implementar una idea más votada era del mandatario (presidente, alcalde, etc.), pero al conocerse la enorme efectividad del sistema implementado en la solución de problemas, unos años después de su creación, el Congreso de nuestro país dispuso su obligatoriedad de cumplimiento, pasando una gran parte del poder de la nación a la colectividad. El invento en cuestión fue simple pero ingenioso, y basado en un campo del saber denominado “inteligencia colectiva”. La inteligencia colectiva basada en la red democrática demostró un tipo nuevo de sabiduría, una característica emergente del nuevo sistema creado.

Le pongo algunos ejemplos de decisiones sabias surgidas de la colectividad. En 2012 la colectividad decidió que los restaurantes de comida rápida debían continuar sin pagar impuestos, pero en cambio, tenían que construir un aula escolar cada año completamente equipada con computadoras y conectada a la red. Una cosa llevó a la otra. Pronto, muchas escuelas tuvieron conectividad. Los niños comenzaron a utilizar las herramientas informáticas de maneras tan creativas que se decidió que ellos también participarían en las redes democráticas, y muchas de las soluciones más creativas a los problemas de estado hoy en día son propuestas por los niños.

La colectividad también logró combatir la corrupción y disminuir el gasto público mediante la creación de auditorías trimestrales realizadas por prestigiosas compañías internacionales, que vigilaban que los fondos fueran utilizados donde se necesitaran y que se cumpliera el mandato de la colectividad. Hoy en día ya no necesitamos dichas auditorías, pues en unos pocos años el sistema fue completamente saneado. Actualmente se recuerdan con asombro los días en los que los fondos de la nación eran despilfarrados o pasaban a manos privadas. En 2025, una crisis de patriotismo causó que se propusiera un cambio de nombre del país, y la Honduras de entonces es ahora la nueva “Alturas”.

En la actualidad continuamos observando la evolución del sistema de redes democráticas. Los ciudadanos se han especializado en su función dentro de la red, y las mentes brillantes de la sociedad en cada campo se encargan de proponer ideas, incluyendo los niños, convirtiendo al sistema en una especie de noocracia democrática que se automejora día con día. Las redes democráticas al presente parecen tener conciencia y voluntad propias, como si de un hiperorganismo se tratara. Aun contamos con elecciones para nuestros mandatarios, pero estos solo se encargan de administrar y cumplir con la voluntad de la colectividad.

Después de su instauración en Honduras, las redes democráticas se hicieron populares en otros países, y actualmente el mundo cuenta con su propia red democrática en la que se ventilan asuntos de importancia global. Cada día que pasa las redes democráticas nos ofrecen nuevas sorpresas. El poder del mundo ya no se encuentra en unas cuantas manos, sino que está distribuido uniformemente entre todos los ciudadanos de la tierra, que piensan y actúan al unísono hacia un mejor macroambiente para la humanidad. El género humano ha demostrado su cuasi infinita capacidad creativa. Mientras tanto los humanos continuamos viviendo nuestras vidas igual que hace 20 años en nuestros ambientes cotidianos, aunque debo decir, con mejoras substanciales en la calidad de vida. También, quedaron atrás los tiempos de los viejos debates sobre los mejores sistemas de gobierno.

Gracias a las redes democráticas hemos redefinido el concepto de “estado”, y las naciones han progresado hacia un nuevo tipo de economía en la que un país o estado se especializa en suplir una necesidad particular de los demás, aumentando la complejidad de los sistemas productivos y económicos, simplificando las labores de producción y aumentando la interdependencia e interrelaciones entre naciones, lo que dificulta y hace poco convenientes los conflictos bélicos, aunque todavía los hay, la mayoría propiciados por los grupos de crimen organizado, ahora a escala global. Desafortunadamente estos grupos, por cuenta propia, pronto comprendieron las ventajas de la inteligencia colectiva, y encontraron maneras de utilizarla para sus malévolos fines.

La red democrática mundial trabaja en estos momentos sobre la mejor forma de mandar una nave espacial no tripulada a la Cercana del Centauro. Mañana le cuento los resultados. Que tenga un feliz día.

2 comentarios:

  1. Edwin, muy interesante... La versión castellana de The Age of the Unthinkable no está todavía en el mercado, pero coincido contigo en que la versión original inglesa propone ideas muy interesantes, y esta Noocracia encuentra su hueco entre la Deep Security y... ¿tal vez también la noción de Risiko Gesellschaft? El Zukunftsinstitut de Alemania habla de una nueva era de la "Economía Creativa", y esta idea que lanzas aquí me parece un bello ejemplo de cómo el progreso puede llegar de la suma de los esfuerzos de muchos individuos concretos... con toda su capacidad intelectual y creativa al servicio del progreso...

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  2. Arriba la Noocracia Democratica!
    Excelente artículo...muy bien elaborado!
    Lo invito a que se suscriba a nuestro blog, pronto pondremos muchas entradas que posiblemente sean de su interes.
    Que tenga un buen dia.

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