miércoles, 1 de diciembre de 2010

Wikileaks: el inicio de una política decente y transparente

Edwin Francisco Herrera Paz 
La fusión de las tecnologías computacionales con las de comunicaciones trajo como consecuencia una poderosísima herramienta, capaz de utilizar de maneras asombrosas la característica emergente que se ha dado a llamar “inteligencia colectiva.” ¡Y la revolución informática apenas está en sus comienzos!
Esta revolución tocó y transformó inicialmente los ámbitos empresarial y financiero quienes acogieron rápidamente las nuevas tecnologías, las cuales proporcionaban una amplia ventaja competitiva. Recientemente, las relaciones interpersonales se han visto impactadas por el fenómeno de las redes sociales y los correos electrónicos que permiten una rápida difusión de aquella información con buena acogida entre el público, transmitiéndose y amplificándose de manera viral.
El Internet es el sistema nervioso, 
aun en ciernes, del superorganismo 
mundial llamado  "humanidad"
Los blogs por su parte, permiten a la persona promedio poder ser parte de un colectivo que ha pasado de ser simple consumidor de información, a proveedor. Y aunque hay ámbitos en los que esta inteligencia colectiva aún no ha sido explotada adecuadamente (como la educación y la administración pública), es de esperar que en las próximas décadas observemos profundas transformaciones en estos campos.
Una de las herramientas más efectivas en la explotación de la inteligencia colectiva son las “wikis.” Pero, ¿Qué es una wiki? Simple y sencillamente una página web que permite a los usuarios crear y editar documentos de manera colaborativa. Los wikis son una característica de la revolución informática que está trayendo a la humanidad gigantescas e insospechadas transformaciones. Para el caso, Wikipedia, con unos pocos años de existencia y la colaboración de miles de contribuyentes de todo el mundo, ha demostrado ser el instrumento más útil en la historia en el sentido de proveer información universal, con una confiabilidad equiparable a la de la Enciclopedia Británica.
¿Y la última gran sorpresa de la inteligencia grupal? Wikileaks, un portal periodístico al que cualquier persona puede enviar información confidencial. Nada nuevo. Los medios de comunicación tradicionales siempre han utilizado fuentes de información particulares. Pero si usted lo piensa, hay una gran diferencia entre estos y Wikileaks: En el medio tradicional la fuente revela la información, esta es publicada y aquí terminó el asunto. Los perjudicados con la información divulgada, llámense gobiernos o grupos particulares corruptos o abusivos, se sorprenden y rápidamente toman las medidas pertinentes para evitar filtraciones subsecuentes. Por otra parte Wikileaks se basa en las nuevas tecnologías con el fin de acumular grandes cantidades de información valiéndose de una enorme cantidad de fuentes simultáneas, para liberar dicha información en un solo y explosivo instante, lo que previene que los involucrados tomen medidas disuasivas o preventivas de algún tipo. ¡Definitivamente una nueva forma de hacer periodismo!
Los administradores de Wikileaks dicen que su portal no es una wiki strictus sensus, puesto que los aportadores no pueden alterar mediante edición el contenido de los documentos que envían. Sin embargo su misma existencia está basada en dichos colaboradores: funcionarios gubernamentales o ejecutivos de empresas que se cuentan por cientos, o quizá miles alrededor del mundo. Además, Wikileaks insiste en un periodismo colaborativo en lugar de competitivo, compartiendo la información con los principales medios impresos de la tierra. Estas características hacen que el portal explote la inteligencia colectiva en todo su potencial para proveer a la humanidad con la información histórica que, de otro modo, se perdería tras la cortina del secreto.
Las reacciones sobre la reciente divulgación de más de un cuarto de millón de documentos del gobierno de los Estados Unidos a sus embajadas, ha despertado las más diversas reacciones. Pero, ¿Es deseable la divulgación de documentos secretos al público? Definitivamente, todos los seres humanos compartimos este planeta azul llamado tierra. Sin embargo solo unos pocos son los que, hasta el momento, se han repartido el privilegio de dirigir sus destinos, y para colmo en la secretividad y el engaño, amparados en una mal llamada democracia. ¿No es acaso deseable que el resto de los tripulantes nos demos cuenta de la manera en la que se maneja este barco?
Una neurona no es muy inteligente. 
Un red de neuronas formando un cerebro, 
sí lo es.
Es decir, si nuestro gobierno, por ejemplo, insiste en que vivimos en un país demócrata y libre, los ciudadanos tenemos derecho a conocer la manera en la se realizan las gestiones. ¿Una decisión se hace en beneficio real, no digamos ya del país, sino de la humanidad? O por el contrario, ¿Obedece a intereses particulares?
Ante la amenaza que representa la lectura de los mencionados documentos divulgados, el gobierno de Estados Unidos ha actuado rápidamente. Aparentemente, Wikileaks ha sido bloqueada por Amazon.com, el sitio donde se anida su portal, y la orden de captura a su fundador Julian Assange emitida por Interpol por disposición del gobierno de Suiza ha sido reactivada y divulgada en los medios de comunicación mundiales.
Pero esta acción por parte de Wikileaks es solo el inicio y ha abierto una puerta. Nos ha revelado la inconformidad de los cuantiosos funcionarios que ven a diario la indecencia en la gestión de sus gobiernos o empresas. Cada uno de ellos es un héroe anónimo que colabora en convertir este mundo en un lugar más transparente. Nos están preparando para el juego limpio. Nos dirigen a esa forma de gobierno en la que la participación por parte del ciudadano es realmente un privilegio destinado a servir y no a ser servido, un verdadero quehacer solidario con su país y el género humano.
Pronto surgirán otros portales, y la legión de voluntarios dispuestos a aportar información se volverá innumerable. Cada país creará sus propios sistemas de divulgación de documentos secretos. Ante este inminente cambio, a mi manara de ver, los gobiernos pueden adoptar una de dos estrategias: 1) Invertir cuantiosas sumas de los presupuestos públicos en mejorar los sistemas de preservación de la secretividad. Esta es la peor estrategia ya que se convertirá en una eterna y onerosa carrera del gato tras el ratón. O, 2) Volverse decentes y transparentes. Pero conociendo que la ambición es una cualidad intrínseca del ser humano que en muchas ocasiones le impide ver más allá de sus narices, intuyo que los gobiernos optarán por la primera.
Por mi parte, le doy un voto de confianza a Wikileaks.

Para ver el siguiente vídeo, active los subtítulos en español.


Uruguay, Paraguay, República Dominicana, Puerto Rico

2 comentarios:

  1. Pueden arrestar y encarcelar a Assange, pero muchos seguiran sus pasos. Para el caso, demandaron y acosaron a las primeras compañias que ofrecian intercambios P2P y en efecto, provocaron su caida, pero a la vez que proliferaron exponencialmente muchas mas, como Ares, Kazaa y otras. Detener la tecnologia o imponerle limitaciones es una mision imposible para cualquier gobierno, ya que la mayoria de los desarrolladores en freelance aborrecen los controles estatales y por eso en algun momento de sus vidas se dedican a hackers, como ocurrio con Assange.

    ResponderEliminar
  2. Concuerdo con Everton H. El "seguro de vida" de Assange esta demasiado diseminado en links de descarga tipo torrent, esa disfusa linea al borde de la ilegalidad en la cual el archivo puede ser descargado incluso con otros nombres para ocultar sospechas. Assange acesto un golpe tan duro que fue capaz de desestabilizar toda la estructura diplomatica de EEUU.
    Estas acciones hacktivistas se van a seguir imitando. ¿Con que fin lo hace estas filtraciones? Pero bueno, como dicen por ahi "la verdad nos hara libres."

    ResponderEliminar

Por favor comente este entrada.