De la Sucesión Constitucional, el Golpe de Estado y otros enredos lingüísticos

Por: Edwin Francisco Herrera Paz

¿Qué color era el caballo blanco de Napoleón? Blanco, por supuesto, dirá usted. Por fortuna, la respuesta se encuentra incluida en la pregunta, pero si usted recuerda sus años mozos, es probable que la primera vez que oyó este acertijo, lo tomo por sorpresa y no supo qué contestar. En esta época en la que el cambio es la norma los problemas del lenguaje son frecuentes, pues muchas veces nos enfrentamos con fenómenos que aún no han sido nombrados.

¿Es usted de los que dicen “me voy a beber un vaso CON agua”, y se indigna cuando oye decir “vaso de agua”? Pues piense de nuevo. Usted no se puede beber un vaso con el agua adentro, y tampoco vacío. De hecho, no se puede beber un vaso, por lo que la primera frase es incorrecta. Como el agua, al igual que cualquier otro líquido toma la forma de su contenido, entonces usted sí se bebe un vaso de agua, es decir, el agua pero con la forma de su recipiente. Usted no le dirá al mesero en un restaurante: “tráigame una copa CON vino”, ¿no es cierto? Para comenzar, el mesero le dirá: “¿me puede explicar el señor que es convino?” Qué vergüenza. Ahora, piense en esto: ¿Que pesa más, una libra de algodón, o una libra de oro? Analice bien su respuesta.

La destitución del presidente Zelaya se ha dado en nombrar de dos formas: los que están a favor la llaman “sucesión constitucional”, y los que están en contra, “golpe militar”. Entonces, ¿Qué es? El fenómeno de la destitución de Mel en sí no constituye un juicio de los que Emmanuel Kant llamó “analíticos o a priori”, en los que las cualidades del objeto están incluidas en la definición. Por ejemplo, cuando usted dice “triángulo” usted está hablando de una figura de 3 lados. Es inútil discutir si un triángulo determinado tiene 3 lados o 4, ya que si esto último fuera verdad ya no sería un triangulo, sino un cuadrado. El otro tipo de juicios son los sintéticos o a posteriori, en los que nosotros adecuamos la definición según conozcamos las cualidades del objeto analizado.

Las definiciones a priori tienen una correspondencia en ambos sentidos. Por ejemplo, el triangulo siempre tendrá 3 lados, pero también, toda figura de 3 lados será un triángulo. Las definiciones a posteriori carecen de esta correspondencia. Por ejemplo, Plutón es un planeta, pero no todo planeta es Plutón. Más aun, al igual que Mel fue destituido como presidente, Plutón fue destituido de la nómina de planetas y ya no lo es. ¿Ve? Los juicios a posteriori se pueden moldear para adaptarse a las nuevas definiciones, los nuevos descubrimientos, las nuevas dinámicas de los procesos en los sistemas complejos. Pero a los seres humanos frecuentemente se nos escapa esta distinción.

¿La destitución de Mel fue algo bueno o algo malo? Bien, eso depende del bando en el que usted se encuentre. Si usted es el presidente Hugo Chávez, podrá calificarlo no solo de malo, sino también de perverso, criminal, en contra de la democracia y el orden constitucional y además, de las buenas costumbres, producto de la oligarquía ayudada por el imperio para mantener el status quo. Si usted es uno de "camisita blanca, de esas que dan pa ir a marchar", pensará que la destitución fue necesaria, que si no se hacía, caeríamos inevitablemente en el comunismo, algo que rechazamos la mayoría de los hondureños.

Pero, independientemente de si consideramos que fue bueno o fue malo, eso no cambia la definición del fenómeno, y si ya hay lenguaje que lo describa, ¿para qué enredarnos? Lo que ocurrió en Honduras, sí fue un golpe, pero no un golpe militar, sino lo que se llama “golpe de palacio”. Es posible que este golpe de palacio se encuentre combinado con el fenómeno llamado “golpe de mercado”, en el que el evento de desencadena debido a intereses económicos. Entonces si los juntamos, tendremos el “golpe de palacio y mercado”, que en lugar de golpe, parece el apellido de algún novelista español. Yo creo, personalmente, que el golpe fue bueno y además necesario y atípico, pero que fue golpe, fue golpe. De hecho, fue ambas cosas: golpe y sucesión constitucional, una seguida de la otra, en ese orden.

Le pondré un ejemplo. Usted ¿cómo nombraría la muerte del ex presidente Kennedy y el paso del mando presidencial a Lyndon Johnson: asesinato o sucesión constitucional? Pues ambas, una seguida de la otra. De hecho, algunos dicen que fue asesinato, golpe y sucesión constitucional, las tres cosas, que ya es mucho decir.

Si con la pregunta del peso del oro y del algodón usted se rió y le pareció obvia la respuesta, piense de nuevo. Es probable que para calcular el peso del oro usted utilice las libras Troy, y para el algodón, las libras normales. Una libra normal tiene 1.21527 libras Troy. Ahora, ¿Qué pesa más, una libra de algodón o una libra de oro?

Que pase buen día.
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