Edwin Francisco Herrera-Paz
Seis años después de la remoción de su cargo del ex presidente de la República don Manuel Zelaya Rosales en 2009, una nueva amenaza se cierne sobre la incipiente democracia Hondureña. El actual presidente de Honduras del conservador Partido Nacional da pasos agigantados hacia lo que muchos consideran una nueva dictadura disfrazada de democracia. Los temores no son infundados. El año antepasado el actual presidente del ejecutivo don Juan Orlando Hernández, siendo aun candidato presidencial y aprovechando su posición de presidente del Congreso, impuso como Fiscal General y Fiscal Adjunto a dos hombres afines a su corriente política. Posteriormente en lo que algunos expertos en leyes consideran un golpe técnico al Poder Judicial, destituyó a cuatro magistrados, y de nuevo, los substituyó por abogados afines a sus intereses políticos.
Seis años después de la remoción de su cargo del ex presidente de la República don Manuel Zelaya Rosales en 2009, una nueva amenaza se cierne sobre la incipiente democracia Hondureña. El actual presidente de Honduras del conservador Partido Nacional da pasos agigantados hacia lo que muchos consideran una nueva dictadura disfrazada de democracia. Los temores no son infundados. El año antepasado el actual presidente del ejecutivo don Juan Orlando Hernández, siendo aun candidato presidencial y aprovechando su posición de presidente del Congreso, impuso como Fiscal General y Fiscal Adjunto a dos hombres afines a su corriente política. Posteriormente en lo que algunos expertos en leyes consideran un golpe técnico al Poder Judicial, destituyó a cuatro magistrados, y de nuevo, los substituyó por abogados afines a sus intereses políticos.
Juan Orlando Hernández ganó las elecciones generales
sin una mayoría, con únicamente el 36% de los votos. Sin embargo, el camino
hacia la dictadura ya lo había construido, teniendo ahora poder absoluto sobre
dos de los poderes del estado más la Fiscalía General de la república. Por otro
lado en el Congreso el Partido Nacional no obtuvo mayoría, y se ha visto en la
necesidad de separar las bancadas de los demás partidos comprando diputados con
dinero contante y sonante, procedimiento al que se refieren los hondureños como
el “tilin tilin”, haciendo alusión a un llamado de la campana indicando que el
dinero ya está listo.
En el presente año el Partido Nacional continuó su
camino hacia la dictadura, cuando el ex presidente de la República el
nacionalista Rafael Leonado Callejas, junto con un grupo de diputados de su
partido, interpuso un recurso ante la Corte Suprema de Justicia en contra de los
artículos de la Constitución de la República en donde se prohíbe hablar de la
reelección presidencial. El argumento esgrimido por el ex presidente, cuya visa
americana le fue revocada hace muchos años por presuntos actos de corrupción,
fue que dichos artículos contravienen el derecho de los ex presidentes a
reelegirse. Vale decir que dichos artículos, denominados “petreos”, según la
misma Constitución de la república solo pueden ser reformados por una Asamblea
Nacional Constituyente. Al respecto, el Secretario General de la OEA saliente
don José Miguel Insulza en entrevista concedida al periodista hondureño Renato
Álvarez ha dicho: “No es bueno reformar constituciones por la vía judicial.
Nunca lo ha sido”.
Hoy en día, todo el andamiaje construido para la
dictadura de Juan Orlando Hernández se ha visto sacudido por el más grande
escándalo de corrupción en la historia de Honduras. El Instituto Hondureño de
Seguridad Social (IHSS) se encuentra hoy en día sumido en una profunda crisis
en donde la falta de medicamentos ha afectado a miles de usuarios, y ha
provocado la muerte de muchos de ellos, especialmente pacientes con cáncer que
necesitan costos agentes quimioterapéuticos. El año pasado se destapó la olla
de corrupción dentro de esa institución, descubriéndose el desfalco de unos
7000 millones de lempiras (unos 350 millones de dólares), por lo que varios
actores se encuentran detenidos, entre ellos el ex director Dr. Mario Zelaya.
Para sustraer los dineros del IHSS se utilizaron empresas,
algunas de ellas reales y otras fantasma, a las que el gobierno les proporcionaba
fondos para proveer a la institución de insumos y medicamentos, pero dichos
insumos nunca llegaron. A pesar de haber detenidos por este caso, el pueblo
hondureño ha resentido el hecho de que el Ministerio Público no proceda contra
otros empresarios también involucrados y, más aun, ni siquiera se revelen sus
nombres a pesar de que la Embajada Americana les revocó sus visas.
Hace unos días, el periodista hondureño David Romero
puso en evidencia la confabulación de las empresas involucradas en la quiebra
del IHSS con agentes del gobierno. En su noticiero Romero mostró cheques
emitidos por dichas empresas al Partido Nacional, presuntamente para financiar
la multimillonaria campaña electoral. Según Romero, el monto del traspaso de
fondos de las compañías fraudulentas al Partido Nacional asciende a 1200
millones de lempiras (unos 60 millones de dólares).
La respuesta del presidente don Juan Orlando Hernández
no se hizo esperar. Inmediatamente organizó marchas a favor de su partido para
mostrar a los medios internacionales el apoyo que le brinda la ciudadanía. Para
organizar las marchas, se reveló en entrevistas con los manifestantes que se
utilizó en su mayoría a gente pobre a la que se le pagó la cantidad de 50
lempiras (2.50 de dólar) por asistir. El discurso del Presidente consistió en
manifestar que todo el asunto no es más que una confabulación contra su
gobierno y contra su partido. Sus voceros en las redes sociales insisten en que
no se trata más que de una campaña de desprestigio contra el país. A pesar de
eso y de haber transcurrido dos semanas desde la denuncia, el Partido Nacional
no ha podido desvirtuar el traspaso de fondos. Ante eso, el más afectado es el
Partido Nacional, una institución con una amplia trayectoria en la vida
política nacional.
Ante la nueva evidencia que muestra que el gobierno
de Juan Orlando Hernández se sustenta de la sangre (literalmente) de los
hondureños que murieron en el IHSS por falta de medicamentos, la ciudadanía ha
mostrado su repudio organizando marchas y manifestaciones, convocadas tanto por
los partidos de la oposición como por la sociedad civil, alentados por los últimos
sucesos en la vecina república de Guatemala donde recientemente fue destituida
la vicepresidenta por actos de corrupción. El hashtag “#renunciaJOH” pidiendo
la renuncia del presidente se volvió un trend topic en las redes sociales durante la presente semana. https://www.facebook.com/hashtag/somoslanuevaprensa
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