Edwin Francisco Herrera Paz. La isonimia y el análisis de las frecuencias de apellidos representan una valiosa herramienta en el estudio de poblaciones, coadyuvando en la determinación de la estructura de países, ciudades, distritos y comunidades, y a la vez mostrándonos algunos aspectos de la dinámica poblacional. En este breve informe analizaré los hallazgos de un estudio anterior (Herrera Paz et al., 2008; 2010) complementándolo con la información de los apellidos en la comunidad Garífuna de Bajamar, obtenida de una fuente mucho más amplia, como lo es el listado de votaciones del Tribunal Nacional Electoral de Honduras.
En el estudio mencionado analizamos los datos de una pequeña muestra de la comunidad Garífuna de Bajamar. La información arrojada por diversos métodos -que incluyeron matrices migratorias en dos generaciones, isonimia y frecuencias alélicas de 13 marcadores del ADN- fueron congruentes entre sí mostrando un flujo migratorio de este a oeste en ambas generaciones de antecesores (abuelos y padres) de los individuos muestreados a lo largo de la costa caribeña de Honduras.
Se observó, además, valores más altos de isonimia para los segundos apellidos en comparación con los primeros, evidencia de una menor diversidad de segundos apellidos, lo que se interpretó como una mayor movilización migratoria masculina en comparación con la femenina. Este hallazgo fue confirmado por el análisis de las matrices migratorias revelando la matrilocalidad como el patrón de residencia preferencial de los garífunas.
Con el objeto de confirmar los hallazgos del estudio, tomé la lista de votantes de la comunidad Garífuna de Bajamar y calculé los parámetros comunes en la lista de apellidos.
La siguiente tabla muestra la lista de los 50 apellidos más frecuentes en Bajamar:
Tabla 1. Cincuenta apellidos más frecuentes en Bajamar
Apellido | Ocurrencia | Porcentaje |
MEJIA | 117 | 5.93% |
MARTINEZ | 96 | 4.87% |
COLON | 63 | 3.19% |
LAMBERT | 62 | 3.14% |
AVILA | 59 | 2.99% |
MAXIMO | 44 | 2.23% |
CALIX | 42 | 2.13% |
NUÑEZ | 41 | 2.08% |
ALVAREZ | 40 | 2.03% |
BERMUDEZ | 37 | 1.88% |
REYES | 36 | 1.83% |
ARZU | 35 | 1.77% |
SANTOS | 35 | 1.77% |
ZUNIGA | 34 | 1.72% |
GARCIA | 33 | 1.67% |
CLOTTER | 32 | 1.62% |
BERNARDEZ | 27 | 1.37% |
GUERRERO | 26 | 1.32% |
BONILLA | 24 | 1.22% |
CIRU | 23 | 1.17% |
CLOTER | 23 | 1.17% |
ROCHEZ | 23 | 1.17% |
MARIANO | 22 | 1.12% |
AGUILAR | 21 | 1.06% |
GAMBOA | 21 | 1.06% |
PADILLA | 20 | 1.01% |
FERNANDEZ | 19 | 0.96% |
SARAVIA | 19 | 0.96% |
RAMOS | 18 | 0.91% |
AMAYA | 17 | 0.86% |
FLORES | 17 | 0.86% |
MARCELINO | 17 | 0.86% |
FAJARDO | 16 | 0.81% |
LOPEZ | 16 | 0.81% |
SAMBULA | 16 | 0.81% |
MOREIRA | 15 | 0.76% |
HERNANDEZ | 14 | 0.71% |
LINO | 14 | 0.71% |
PALACIOS | 14 | 0.71% |
RAMIREZ | 14 | 0.71% |
THOMAS | 14 | 0.71% |
MIRANDA | 13 | 0.66% |
ROCHA | 13 | 0.66% |
VELASQUEZ | 13 | 0.66% |
CACHO | 12 | 0.61% |
CRUZ | 12 | 0.61% |
ESTRADA | 12 | 0.61% |
JIMENEZ | 12 | 0.61% |
NEAL | 12 | 0.61% |
GUZMAN | 11 | 0.56% |
En esta tabla muestro los 10 apellidos más frecuentes en Herrera Paz et al., 2010 y los comparo con las frecuencias en el listado de votantes, mostrando además la posición del apellido en dicho listado por orden de frecuencia:
Tabla 2. Diez apellidos más frecuentes en Herrera Paz et al. 2010
Apellido | A | B | C |
MEJIA | 16 | 117 | 1 |
MARTINEZ | 6 | 96 | 2 |
ARZU | 6 | 35 | 12 |
LAMBERT | 6 | 62 | 4 |
COLON | 5 | 63 | 3 |
ALVAREZ | 4 | 40 | 9 |
AVILA | 4 | 59 | 5 |
FLORES | 2 | 17 | 31 |
ROCHEZ | 2 | 23 | 22 |
GARCIA | 2 | 15 | 33 |
A=Frecuencia en Herrera Paz et al., 2010 |
B=Frecuencia en el listado de votantes |
C=Posición del apellido por orden de frecuencia en el listado de votantes |
Se puede apreciar que los diez apellidos más frecuentes en el estudio se encuentran dentro de los 50 más frecuentes en el listado. Más aun, los dos apellidos más frecuentes lo son en ambos. Seis de los diez apellidos más frecuentes en el estudio también están dentro de los diez más frecuentes en el listado. Esto nos deja ver, de manera gruesa, que la muestra del estudio es bastante representativa de la comunidad a pesar de su pequeño tamaño.
Los valores de isonimia y algunos parámetros comunes se muestran en la siguiente tabla:
Tabla 3
1er apellido | 2ndo apellido | |
D | 176 | 234 |
I | 0.0181 | 0.01712 |
F7 | 0.2677 | 0.2525 |
S | 73 | 127 |
D=Número de apellidos diferentes |
I=Isonimia |
F7=Frecuencia de los 7 apellidos más frecuentes |
S=Número de apellidos singulares |
Se puede observar, sorpresivamente, que el valor de isonimia a partir de los segundos apellidos es ligeramente menor que el obtenido a partir de los primeros apellidos, lo que revelaría, a priori, un ligero predominio de la patrilocalidad. ¿Por qué se da esta aparente contradicción con el estudio?
Para contestar esta pregunta tomaremos en cuenta la siguiente consideración: la muestra del estudio estaba compuesta por individuos hijos de padres y madres garífunas no emparentados. El listado, en cambio, presenta los nombres y apellidos de la comunidad completa. Se entiende que la aparente contradicción no lo es cuando se aprecia que: 1) Cuando la isonimia se calcula tomando en cuenta únicamente los 50 apellidos más frecuentes, el valor para los segundos apellidos es de 0.0336 en comparación con 0.0300 para los primeros (datos no mostrados), lo cual evidencia una matrilocalidad histórica. Y 2) El número de segundos apellidos singulares (con una sola ocurrencia en el listado) es de 127, en comparación con los 73 para los primeros apellidos.
Aunque algunos de los apellidos singulares se deben a mutaciones (errores en el deletreo en el Registro Nacional de las Personas), se espera que la mayor parte provengan de individuos de reciente inmigración (en la generación de los padres) y tal vez de diferente filiación étnica (en su mayoría ladinos). Esta diversidad de apellidos nuevos aportados por las mujeres de la generación de los padres disminuye los valores de isonimia de segundos apellidos en comparación con los primeros, simulando patrilocalidad.
En resumen, el análisis del listado de apellidos de los votantes confirma una matrilocalidad histórica típica de la etnia Garífuna en la comunidad de Bajamar, pero además descubre una inmigración femenina reciente aportada probablemente por mujeres ladinas, lo que sería el reflejo de la tendencia a la alta movilización femenina del resto de la nación.
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