sábado, 29 de enero de 2011

Nacimiento, vida, obra y muerte de las proteínas

Conocimientos básicos para la clase "Síntesis de Proteínas" de la cátedra de genética médica.


Por: Edwin Francisco Herrera Paz. 
Una de las propiedades de los seres vivos es la fractalidad, refiriéndonos con esto a que ciertos patrones y comportamientos en un nivel de complejidad se repiten en los otros niveles. Para el caso, nuestro organismo puede ser considerado como compuesto por poblaciones celulares. Cada célula nace y se desarrolla en un microambiente que es su hogar relacionándose con otras células de diversas formas. A las vecinas las unen relaciones estrechas producidas por el contacto directo. A las células pertenecientes a la misma comunidad celular las unen mensajes químicos (mediante substancias llamadas parácrinas), y las que se encuentran en sitios lejanos se relacionan mediante substancias de señalización de tipo hormonal, o por medio de mensajes eléctricos (impulsos nerviosos).
Es llamativo que el correcto funcionamiento de un grupo celular –que  forma un órgano– es necesario para el correcto funcionamiento de otros grupos celulares. Por ejemplo, cuando los glomérulos renales fallan se produce acumulación de substancias tóxicas que interfieren con el funcionamiento del organismo completo. Y así vemos que la interdependencia no se limita a las sociedades humanas. De la misma manera en la que la actividad económica generadora de bienes (y también de contaminantes) en una región del mundo afecta a otra muy alejada, los diferentes componentes de organismos biológicos pluricelulares dependen unos de otros, solo para mencionar un ejemplo.
El siguiente video muestra un neutrófilo (célula blanca de la sangre) persiguiendo una bacteria invasora que aparece como dos pequeños círculos. Para ello, se desplaza entre los glóbulos rojos circundantes hasta atrapar y comerse al inquilino no deseado. Bon apetite.

La vida de una célula desde su nacimiento y muerte puede llegar a ser interesante –y hasta apasionante para un tipo de humano llamado biólogo celular–, pero en esta ocasión escribiré de un nivel de complejidad aun menor: el de las proteínas.
Al igual que las células son los pobladores de los organismos pluricelulares, las proteínas son las habitantes de ese mundo llamado célula. Para todas las proteínas la célula es su madre y su nodriza, la  que las vio nacer, su comunidad, y para la mayoría, su único hogar; el sitio donde se desarrollan dramas de diferente naturaleza que hacen las delicias de esos otros especímenes humanos llamados biólogos moleculares.
Nosotros los seres humanos, como todos los organismos biológicos, nacemos, crecemos, nos relacionamos, trabajamos, envejecemos y morimos, pero todas estas cosas también acontecen para esos diminutos seres llamados proteínas. Desde luego, esto nos hace reflexionar sobre el concepto limitado que tenemos acerca de lo que llamamos “seres vivos.” Para nosotros los humanos las células son seres vivos, pero el rango de acción del término debería ampliarse para incluir esas moléculas. De hecho, antes de la existencia misma de la célula nuestra tierra debió haber estado plagada de moléculas independientes, con vida propia, y de manera equivocada hemos llamado a ese planeta tierra del tiempo que antecede a la aparición de la célula, mundo prebiótico
Pero, ¿Qué son las proteínas? Son simplemente moléculas compuestas por pequeñas unidades llamadas aminoácidos. Hay en total 20 diferentes tipos de aminoácidos conformando las proteínas. Cada aminoácido tiene propiedades físico-químicas particulares. Algunos se llevan bien con el agua (hidrofílicos), mientras a otros no les gusta bañarse (hidrofóbicos). Algunos tiene cargas negativas y en otros predominan las cargas positivas.
En las proteínas los aminoácidos se relacionan unos con otros formando cadenas (polímeros). El orden o secuencia que siguen los aminoácidos en la cadena determina la forma y las fuerzas de superficie que adquirirá la proteína. Y son precisamente la forma y las fuerzas de superficie la que le dan a cada proteína su personalidad, incluidas las relaciones que tendrá a lo largo de su vida con otras proteínas y su actividad laboral.
Nacimiento de una proteína
Los planos que indican el orden de los aminoácidos en una proteína determinada se encuentran escritos en otro tipo de molécula que recibe el nombre de ácido desoxirribonucleico (ADN). Específicamente, la pequeña parte del ADN que contiene las instrucciones para la síntesis de una proteína específica se denomina gen.


Pues bien. Antes del nacimiento de una molécula de proteína, la actividad dentro de la célula es intensa. El número de moléculas de proteína de una determinada clase que deberán nacer en un periodo de tiempo se encuentra cuidadosamente planificado. Hay proteínas encargadas de esta planificación. Algunas de ellas siempre se encuentran activas dentro de la célula. Otras, reciben la orden de activarse mediante señales que se originan desde fuera de la célula, pero siempre todas se encuentran trabajando orquestadamente. Estos son los factores de transcripción y otras proteínas reguladoras que determinarán si un gen va a ser leído, y si es así, a qué ritmo. 

Una vez que este conjunto inicial de proteínas decide la cantidad de una proteína determinada que deberá ser sintetizada, entra en juego otra proteína: una enzima compleja formada por muchas proteínas más pequeñas, cada una con una labor y que en conjunto se denomina ARN polimerasa. El trabajo de de la ARN polimerasa es crucial. Deberá copiar la información del gen en otra molécula llamada ácido ribonucleico. Verán, el ADN es una molécula de gran tamaño que se encuentra resguardada dentro del núcleo celular que es el centro de almacenamiento de información de la célula. El gen solo constituye una pequeña porción de la información total del ADN y para que esta información pueda salir del nucleo debe ser copiada en un ARN.
La ARN polimerasa comienza a efectuar copias fieles de la información del gen en las pequeñas moléculas de ARN cuyo apellido es “mensajero” por razones obvias. La velocidad con la que la ARN polimerasa construye estos mensajeros depende de lo que previamente decidieron los factores de transcripción. El mensaje con la información deberá entonces salir del núcleo hacia el citoplasma de la célula, donde será leído por otras proteínas que se encargarán de fabricar a las nuevas, nacientes proteínas. Pero, ¡Un momento! El camino hacia afuera está minado. Los mensajeros están siendo destruidos por otras proteínas llamadas nucleasas, por lo que el mensaje deberá ser depurado y protegido antes de salir del núcleo.
El video a continuación muestra el proceso de copia del contenido de un gen en un ARN mensajero en el proceso denominado “transcripción.” Se muestran los cambios que debe sufrir la molécula de ARN para protegerse de las nucleasas: la adición de un sombrero y una cola. ¡Todo un disfraz!

No todos los mensajeros logran salir del núcleo. Los que sí lo logran entran entonces a la fábrica de proteínas, denominada ribosoma, una compleja estructura construida a su vez de proteínas y de otro tipo de ARN llamado ribosomal. Es en el ribosoma donde una gran fuerza laboral (también formada de proteínas) se encargará de desenvolver los planos, leer el mensaje y transformarlo en una secuencia específica de aminoácidos enlazados unos con otros mediante fuertes enlaces covalentes que formarán la recién nacida proteína. Pero esta labor no podría ser efectuada sin la ayuda del traductor.
El código genético es una especie de traductor o diccionario. El mensaje es leído en el ribosoma, pero las únicas que entienden este mensaje y por ende decidirán que aminoácido poner en la cadena creciente de proteína son una moléculas llamadas ARN de transferencia. Estas moléculas son relativamente pequeñas y de diferentes tipos, y cada una carga un aminoácido que depositará en la cadena creciente si así lo indica el mensaje. Por lo tanto, los ARN de transferencia son, de hecho, el mismísimo código genético. Finalmente, la manufactura de la proteína termina exitosamente saliendo del ribosoma. Pero este es solo el comienzo de la vida de la proteína pues al salir del ribosoma aún es inmadura. En esta etapa, es una simple cadena de aminoácidos (polipeptídica).
El siguiente video muestra el proceso de lectura del ARN mensajero en el ribosoma, conocido como traducción.


Para que una proteína pueda realizar su trabajo debe sufrir una serie de cambios. Para comenzar, la hebra de aminoácidos deberá plegarse para adquirir finalmente una configuración tridimensional. Esto ocurre en gran parte de manera espontanea. Los aminoácidos hidrofóbicos, por ejemplo, son repelidos por el agua y se esconden orientándose hacia el centro formando de esa manera el núcleo de la proteína. Algunos aminoácidos positivos de una parte de la cadena son atraídos por aminoácidos negativos de otra región, y así por el estilo. De esa manera la proteína adquiere la forma más estable desde el punto de vista termodinámico.
Pero existen diversas formas estables de la proteína, y para que esta sea plegada de la manera correcta necesita de la ayuda de otro grupo de proteínas llamadas chaperonas. Las chaperonas se unen a la recién nacida y le ayudan a plegarse en su configuración final. Más adelante veremos que las chaperonas acompañarán y ayudarán a otras proteínas a lo largo de sus vidas. No solamente son las nodrizas de estas proteínas sino también sus médicos, ayudándolas a plegarse de nuevo cada vez que se lesionan.
El siguiente video muestra cómo se pliega una proteína hasta adquirir su forma final. Todo el proceso tarda unos cuantos milisegundos.

La maduración de la proteína incluye diversos procesos, entre los que se encuentran la adición de moléculas de azúcares o de lípidos que le ayudarán a realizar su función, la señalización hacia su destino final dentro o fuera de la célula, y la asociación con otras proteínas. Algunas proteínas comienzan a laborar desde que nacen. Otras, nacen inactivas a menos que la célula o alguna célula distante requiera de su funcionamiento, para lo cual se le deben adicionar otras moléculas (como grupos fosfato), asociarse con otras proteínas, o simplemente ser partida en dos. ¿Y a fin de cuentas, a qué se dedican las proteínas? Pues casi el 100% de todas las funciones del organismo son realizadas por proteínas. Hay algunas que sirven de sostén para los tejidos, llamadas proteínas estructurales. Otras, sirven para llevar señales, transportar substancias, metabolizar alimentos y diversos tipos de compuestos químicos, controlar ciclos, y en fin, el proteoma humano cuenta con alrededor de 100,000 diferentes tipos de proteínas trabajando constantemente y sin cesar.
Este video le muestra una pequeñísima parte de la labor que se lleva a cabo en el exterior y el interior de una célula blanca (leucocito) en su proceso de migración de la sangre hacia los tejidos. El amiguito azul, gordo y redondo con el par de patitas caminando por la cuerda es una vesícula remolcada por una molécula de la proteína denominada "quinesina." Dentro de esta vesícula se transportan otras proteínas donde la célula las necesita.

 

Las proteínas son un modelo de trabajo en equipo. Es rara la proteína que trabaja sola y generalmente se le ve trabajando en conjunto con otras proteínas. Algunas, tienen una región que se especializa en unirse a otra u otras proteínas con las que se ensambla cual pieza de rompecabezas para formar sofisticadas máquinas moleculares. Otras, forman parte de una línea de producción transformando substancias en pasos secuenciales. Tal es el caso de las rutas enzimáticas.
Pero las proteínas se enferman. Pierden su configuración normal con el paso del tiempo. Se desnaturalizan. Su forma ya no es adecuada. Muchas veces son dañadas por verdaderos proyectiles balísticos, como los electrones viajando a altas velocidades arrojados por los radicales libres y otras especies reactivas de oxígeno. O por iones positivos causados por la disminución del Ph, o simplemente por el deterioro normal producido por el paso del tiempo. Estas proteínas dañadas son reparadas en muchas ocasiones por las chaperonas, los médicos en el mundo de las proteínas.
Muerte de las proteínas
Sin embargo, si una proteína ha acumulado un exceso de daños, un complejo de proteínas se encarga de evaluarla y realizar el equivalente a la eutanasia en el mundo molecular. La enferma es marcada con otra proteína llamada ubiquitina, y esta etiqueta indica que está lista para terminar sus días. La ubiquitina permite que la proteína entre a una estructura llamada proteasoma, que está llena de verdugos proteínicos, unas substancias llamadas proteasas que descuartizan a la proteína en muchísimos pedazos.
Este video describe el proceso de descuartizamiento o reciclaje de las proteínas. RIP.

Muchos de los fragmentos son completamente degradados hasta la forma de aminoácidos libres que serán utilizados para la síntesis de otras proteínas. No obstante, algunos fragmentos tienen otro destino: serán ensamblados en unas proteínas llamadas HLA de la clase I. Luego del ensamblaje, viajan hasta la superficie celular y se anclan a la parte exterior de la membrana. La exhibición de estos pedazos de proteína tiene el objetivo primordial de entrenar al sistema inmune para que aprenda a reconocer lo propio. ¡Increíble! Aun después de muertas esta pequeñas no dejan de ser útiles.
Y es así como transcurre la vida de estas moléculas. Las moléculas que nos otorgan la vida son a la vez verdaderos seres vivos diminutos que trabajan por nosotros día y noche y a toda hora, sin descanso. Al fin y al cabo nosotros, como todos los seres vivos en nuestro planeta, estamos construidos de proteínas. Saludos.

martes, 25 de enero de 2011

Instituciones de educación media (privadas) en San Pedro Sula con el mejor índice de admisión en la UNAH



Por: Edwin Francisco Herrera Paz
En esta ocasión deseo hacer un breve análisis del listado (que me fue proporcionado recientemente) de las 50 instituciones educativas del país que obtuvieron los mejores puntajes en la prueba de aptitud académica de los aspirantes a ingresar a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, de diciembre de 2006 a septiembre de 2009. La posición en el listado se basa en el puntaje promedio de las pruebas de aptitud verbal, de aptitud matemática y el índice de admisión. El listado está organizado en orden descendente: la institución con el mejor índice es la primera, etc.

Comenzaré con los diez primeros lugares. El primer lugar y respaldando su buena fama le corresponde al instituto bilingüe “La Estancia,” de Tegucigalpa. El segundo, tercero y cuarto lugares también corresponden a instituciones de la capital de la república: los Institutos Elvel, Dowal, y Antares Aldebarán, respectivamente. El quinto lo ocupa una escuela del departamento de Olancho, y es hasta el sexto lugar en donde aparece una escuela del departamento de Cortés: El instituto La Salle.

El séptimo lugar lo ocupa una escuela de Atlántida, y los tres lugares restantes son ocupados también por instituciones capitalinas. No es hasta la posición quince donde vuelve a aparecer una escuela del departamento de Cortés (Liceo Bilingüe Centroamericano).

En la tabla a continuación, muestro los departamentos con el número de instituciones que aparecen en la lista.

Tabla 1. Número de institutos por departamento en la lista de los 50 mejores puntajes en la prueba de aptitud académica de la UNAH
Departamento
No. De      Institutos
Francisco Morazán
23
Cortés
10
Atlántida
5
Olancho
3
Copán
3
Comayagua
2
Yoro
2
Santa Barbara
1
Choluteca
1


Por mucho, es Francisco Morazán el que va a la cabeza, seguido por el departamento de Cortés. Únicamente 9 de los 18 departamentos de Honduras están representados en esta lista de los 50 mejores, lo que revela un desequilibrio en la calidad de la educación privada a lo largo del territorio nacional o, alternativamente, un bajo número de aspirantes a la educación superior en un gran número de departamentos.

La tabla 2 muestra las instituciones del departamento de Cortés que aparecen en la lista, casi todas ubicadas en la ciudad de San Pedro Sula. 

Tabla 2


Realizaron
Porcentaje
Índice
POSICIÓN
 Nombre
Prueba
Admisión
Admisión
6
INSTITUTO LA SALLE
99
99%
1078
15
LICEO BILINGUE CENTROAMERICANO
35
100%
1027
19
INSTITUTO SAN JOSE LA SALLE
51
96%
1013
30
CENTRO CULTURAL SANPEDRANO
91
90%
948
33
INSTITUTO DEPARTAMENTAL EVANGELICO ANNA DBECHTOLD
103
96%
938
36
INSTITUTO MARIA AUXILIADORA
149
91%
925
40
INSTITUTO TECNICO DE ELECTRICIDAD Y ELECTRONICA
109
90%
906
41
INSTITUTO TECNICO DE SAN PEDRO SULA
128
93%
912
42
INSTITUTO SAN VICENTE DE PAUL
145
90%
910
46
INSTITUTO ADVENTISTA - SANTA CRUZ DE YOJOA
32
94%
902


Sorprende el hecho de no encontrar en la lista de las 50 mejores a ninguna de las prestigiosas y caras escuelas bilingües de la ciudad industrial (contrario a lo que acontece en Tegucigalpa). Se podría inferir, a priori, que las instituciones bilingües de San Pedro Sula tienen un nivel académico inferior al las que sí aparecen en la lista, sin embargo es menester mencionar una posible fuente de sesgo. El listado podría reflejar las costumbres de las ciudades. Mientras los habitantes de los estratos más altos de Tegucigalpa (la capital de la república con una fuerte dependencia al sector público) presentan una marcada tendencia a buscar los servicios de educación pública brindados por la UNAH, los de San Pedro Sula (una ciudad en donde predomina el sector privado) podrían preferir los servicios brindados por las universidades privadas de la ciudad. Si así fuera, el número de estudiantes de estas instituciones que aspira a entrar a la UNAH podría ser nulo, o muy pequeño y no significativo. Sin embargo no es posible determinar esto a partir de la información que se provee y es mejor brindarles a las escuelas bilingües Sampedranas, el beneficio de la duda.

Para evitar el sesgo sería necesario contar con la lista completa de admisiones, y no únicamente de las 50 mejores. Es mi parecer que ese listado debería ser publicado por la UNAH y por todas las universidades privadas y públicas del país con el fin de brindar retroalimentación a las instituciones, lo que aumentaría la competitividad y la búsqueda de calidad año con año. La retroalimentación brindaría la posibilidad de conocer la verdadera posición en el desempeño académico de la institución con respecto a las demás, lo que le permitiría realizar las correcciones necesarias. A la vez, los padres de familia podrían escoger la institución de manera más objetiva, y el sistema de libre mercado se encargaría de regular los precios de las colegiaturas a través de un parámetro mensurable.

De cualquier forma, es posible que los padres de familia no se interesen únicamente en el rendimiento académico. Otros factores para la elección de la escuela podrían ser: sus bases morales, las buenas instalaciones, buenos planes extracurriculares como la práctica de deportes, etc. Pero en definitiva la formación académica es el principal motivo por el que mandamos a nuestros hijos a la escuela. Instituto b
Lea También: Instituciones de Educación Media Públicas y Privadas de Honduras

viernes, 14 de enero de 2011

Nutrigenómica: de la comida a los genes

Edwin Francisco Herrera Paz 
Los seres humanos estamos diseñados para luchar por el alimento, por lo que al estar éste disponible, lo más acertado para la supervivencia es consumirlo hasta la vastedad. Sin embargo en el mundo de abundancia moderno –el 80% de la humanidad– el apetito insaciable se ha vuelto en nuestra contra. El sobrepeso resultante que afecta a la mayoría de las poblaciones humanas ha adquirido la categoría de pandemia.
Y el problema básico no es de tipo estético. Las libras de más están relacionadas con las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Para hacerse una idea del problema de salud pública que representa el sobrepeso, consideremos que en Europa, por ejemplo, el 40% de la población es diagnosticada con diabetes tipo 2 en algún momento de su vida.
Antoine Lavoisier
Ya han pasado 230 años desde que el investigador francés Lavosier inventara una especie de recamara que le sirvió para determinar, sin lugar a dudas, que los alimentos son la fuente de energía del organismo –algo que en la actualidad damos por sentado– de la misma manera en la que el carbón proporciona la energía que hace funcionar una máquina de vapor, o la gasolina hace funcionar un motor de combustión interna. Pero no fue hasta un siglo después que el químico en agricultura Wilbur Olin Atwater establecería la equivalencia calórica de las grasas, los carbohidratos y las proteínas con una precisión tal que no ha cambiado hasta nuestros días. Esto es, 4 Kilocalorías por gramo de carbohidratos o de proteínas, y 9 Kilocalorías por gramo de grasa.
Wilbur Olin Atwater
La energía proporcionada por los alimentos es utilizada para diversos fines: mantener el metabolismo celular, proporcionar calor, y en la conducción nerviosa y contracción muscular, entre otros. Tanto las proteínas como los carbohidratos y las grasas son convertidos a un azúcar denominado glucosa, que es el que utilizan las células para la respiración oxidativa que producirá la energía necesaria. Si la energía es suplida adecuadamente por los carbohidratos y las grasas, las proteínas se destinan en su mayor parte al crecimiento y reparación de tejidos. Cuando todos estos requerimientos son suplidos, entonces la energía sobrante es almacenada en forma de grasa que se acumulará en las células denominadas adipocitos. Y es esa grasa sobrante almacenada en los adipocitos la que tiene efectos metabólicos dañinos.
Para combatir esas molestas libritas extra, tan temidas más por el impacto estético impuesto por la moda de las modelos famélicas que por la salud física, se han ideado un sin número de dietas, incluyendo la del aguacate, la del agua, la del melón, la de compensación, la Atkins, etc, etc. Sin embargo, de manera básica hay tres diferentes estrategias basadas en la reducción de la ingesta de alimentos: 1) dietas basadas en la reducción de las grasas, 2) basadas en la ingestión de grasa con reducción en los carbohidratos y 3) basadas en la reducción de las calorías. ¿Cuál de las tres es la mejor?
Algunos estudios han mostrado los mejores resultados de una dieta rica en proteínas y baja en grasa. Sin embargo, hallazgos recientes revelan que los resultados obtenidos por una dieta determinada en cuanto a la reducción de peso dependen de la constitución genética del individuo, de tal manera que una dieta puede ser excelente para usted, pero no para mí. Más aun, los resultados de la ingestión de nutrientes han sido modulados por la selección natural durante miles de años de subsistencia en ambientes determinados, por lo que las diferencias étnicas en lo que es bueno y lo que no lo es tanto, o lo que le hará aumentar de peso y lo que no, son de importancia.
Tomado de: www.nature.com
Y entonces ya no es tan importante solo lo que comemos, o nuestra constitución genética por sí misma, sino el resultado de la interacción de ambos factores traducido en un fenotipo (niveles de colesterol, triglicéridos, glicemia, etc.), y es aquí donde entra en juego la “Ciencia Grande,” la genómica analizada en diferentes condiciones nutricionales. El estudio de la nutrición entra entonces en los ámbitos de la genética y la genómica, y resulta que después de todo el organismo humano, cuando de combustibles se trata, es mucho más complejo que la máquina de vapor o el motor de combustión interna.

El advenimiento de la nutrigenómica
Los seres humanos somos todos básicamente iguales en cuanto a la secuencia de nuestro ADN, con algunas excepciones. El conjunto de estas excepciones (variantes) se denomina varioma humano,” y los sitios variables del ADN se llaman “polimorfismos.” Un tipo de sitio variable especialmente interesante son los llamados SNPs, o Polimorfismos de Nucleótido Único. En la actualidad ya se cuenta con una amplia base de datos con la ubicación de estos SNPs, distribuidos en todo el genoma, de tal manera que si queremos estudiar la relación genética de una enfermedad o una característica física, basta analizar los sitios variables en pacientes y controles (o en individuos sujetos a diferentes condiciones ambientales) y determinar si existen diferencias significativas en las frecuencias de las variantes entre unos y otros. Si en un sitio determinado observamos diferencias entre casos y controles, es muy probable que ese sitio forme parte de un gen implicado en la regulación del carácter o enfermedad.
Esta metodología se está utilizando a lo largo y ancho de la medicina moderna en el estudio de las llamadas enfermedades complejas, es decir, aquellas en las que están involucrados muchos genes. En el campo de la nutrición, el estudio de la relación de ciertas variantes genéticas con el resultado de la ingesta de un alimento determinado (o una dieta determinada) se denomina nutrigenómica. Para ilustrar, supongamos que queremos determinar el efecto del alimento A sobre, digamos, el aumento del colesterol. Para ello tomamos una cohorte de individuos, los alimentamos con el alimento A, medimos las concentraciones de colesterol, y además, comparamos muchísimos SNPs entre los individuos con un aumento grande en las concentraciones y los que no exhiben ningún aumento. Aquellos sitios que presenten diferencias estarán probablemente ubicados en genes involucrados con el efecto del alimento A sobre el colesterol. Una vez identificadas las variantes involucradas es fácil diseñar una prueba genética que le dirá a usted si el alimento A le aumentará el colesterol o no.
Los SNPs son analizados en pequeños
chips llamados microarreglos
Las compañías farmacéuticas, desde hace unos años, han venido financiando este tipo de estudios para determinar la eficacia de un medicamento dependiendo de la composición genética del individuo, lo que ayudará a personalizar la terapéutica farmacológica en un futuro próximo. Sin embargo no es hasta este momento que el enfoque comienza a ser utilizado también para los nutrientes, pero aunque los procedimientos utilizados en este tipo de investigaciones parezcan sencillos, los cálculos estadísticos para determinar los polimorfismos putativos de una enfermedad, de un carácter, o del impacto de un nutriente sobre la salud son complejos y se necesita la inclusión de una gran cantidad de individuos –miles– en los estudios para aumentar el poder estadístico de las pruebas. A pesar de todo, se espera que dentro de algunos años usted se pueda hacer una tipificación genética que le proporcionará información sobre la dieta que más le conviene para mantener un estado de salud óptimo. Mientras llega ese día, lo que nos queda es seguir las recomendaciones de lo que resulta ser adecuado para la gran mayoría de personas.

Dieta Prudente vs. Dieta Occidental
Se ha demostrado que lo que comemos tiene un profundo impacto en la manera en la que se expresan los genes en un individuo (influido, como se explicó anteriormente, por las diferencias étnicas). Como un ejemplo, los vegetales de hoja como la lechuga y la espinaca son ricos en ácidos grasos polinsaturados. De estos ácidos grasos, los Omega-3 y 6 son los más importantes pues actúan cambiando la expresión genética, haciendo un papel más de tipo hormonal que de nutriente. Su ingesta disminuye la síntesis de ácidos grasos producidos por el propio organismo, y a la vez aumenta su destrucción. A su vez, los estudios de expresión génica en personas que se encuentran consumiendo este tipo de alimentos han revelado un aumento en la síntesis de al menos 500 productos génicos entre los cuales se encuentran muchos con efecto antinflamatorio. El resultado neto es una disminución de los ácidos grasos circulantes y de la inflamación con un efecto significativo sobre la salud, especialmente del sistema cardiovascular. En general, la dieta que incluye alimentos que protegen al corazón y vasos sanguíneos por su efecto antinflamatorio se ha denominado “dieta prudente,” en contraposición con la dieta típica occidental que aumenta el riesgo de enfermedad.

La dieta prudente disminuye el riesgo cardiovascular. La dieta occidental lo aumenta. Tomado de: www.nature.com
Para terminar, déjeme recordarle que su salud está ligada a su dieta. Tome en cuenta que nuestra dieta hondureña, rica en grasas animales, frituras y carbohidratos procesados es especialmente “antisaludable.” Es preferible mil veces la prevención de la diabetes y las enfermedades cardiovasculares mediante una dieta adecuada que su costoso tratamiento, sin contar el sufrimiento implicado en el proceso mórbido. Y la dieta que usted siga es responsabilidad enteramente suya, por lo que le conviene estar informado sobre las mejores opciones alimenticias para usted.
Saludos.

Referencia: Revista NatureVol. 468 No. 7327_supp ppS1-S22

sábado, 8 de enero de 2011

Inmigración femenina reciente en la comunidad de Bajamar inferida a partir de las frecuencias de apellidos.


Edwin Francisco Herrera Paz. La isonimia y el análisis de las frecuencias de apellidos representan una valiosa herramienta en el estudio de poblaciones, coadyuvando en la determinación de la estructura de países, ciudades, distritos y comunidades, y a la vez mostrándonos algunos aspectos de la dinámica poblacional. En este breve informe analizaré los hallazgos de un estudio anterior (Herrera Paz et al., 20082010) complementándolo con la información de los apellidos en la comunidad Garífuna de Bajamar, obtenida de una fuente mucho más amplia, como lo es el listado de votaciones del Tribunal Nacional Electoral de Honduras.
En el estudio mencionado analizamos los datos de una pequeña muestra de la comunidad Garífuna de Bajamar. La información arrojada por diversos métodos -que incluyeron matrices migratorias en dos generaciones, isonimia y frecuencias alélicas de 13 marcadores del ADN- fueron congruentes entre sí mostrando un flujo migratorio de este a oeste en ambas generaciones de antecesores (abuelos y padres) de los individuos muestreados a lo largo de la costa caribeña de Honduras.
Se observó, además, valores más altos de isonimia para los segundos apellidos en comparación con los primeros, evidencia de una menor diversidad de segundos apellidos, lo que se interpretó como una mayor movilización migratoria masculina en comparación con la femenina. Este hallazgo fue confirmado por el análisis de las matrices migratorias revelando la matrilocalidad como el patrón de residencia preferencial de los garífunas.
Con el objeto de confirmar los hallazgos del estudio, tomé la lista de votantes de la comunidad Garífuna de Bajamar y calculé los parámetros comunes en la lista de apellidos.
La siguiente tabla muestra la lista de los 50 apellidos más frecuentes en Bajamar:
Tabla 1. Cincuenta apellidos más frecuentes en Bajamar
Apellido
Ocurrencia
Porcentaje
MEJIA
117
5.93%
MARTINEZ
96
4.87%
COLON
63
3.19%
LAMBERT
62
3.14%
AVILA
59
2.99%
MAXIMO
44
2.23%
CALIX
42
2.13%
NUÑEZ
41
2.08%
ALVAREZ
40
2.03%
BERMUDEZ
37
1.88%
REYES
36
1.83%
ARZU
35
1.77%
SANTOS
35
1.77%
ZUNIGA
34
1.72%
GARCIA
33
1.67%
CLOTTER
32
1.62%
BERNARDEZ
27
1.37%
GUERRERO
26
1.32%
BONILLA
24
1.22%
CIRU
23
1.17%
CLOTER
23
1.17%
ROCHEZ
23
1.17%
MARIANO
22
1.12%
AGUILAR
21
1.06%
GAMBOA
21
1.06%
PADILLA
20
1.01%
FERNANDEZ
19
0.96%
SARAVIA
19
0.96%
RAMOS
18
0.91%
AMAYA
17
0.86%
FLORES
17
0.86%
MARCELINO
17
0.86%
FAJARDO
16
0.81%
LOPEZ
16
0.81%
SAMBULA
16
0.81%
MOREIRA
15
0.76%
HERNANDEZ
14
0.71%
LINO
14
0.71%
PALACIOS
14
0.71%
RAMIREZ
14
0.71%
THOMAS
14
0.71%
MIRANDA
13
0.66%
ROCHA
13
0.66%
VELASQUEZ
13
0.66%
CACHO
12
0.61%
CRUZ
12
0.61%
ESTRADA
12
0.61%
JIMENEZ
12
0.61%
NEAL
12
0.61%
GUZMAN
11
0.56%

En esta tabla muestro los 10 apellidos más frecuentes en Herrera Paz et al., 2010 y los comparo con las frecuencias en el listado de votantes, mostrando además la posición del apellido en dicho listado por orden de frecuencia:

Tabla 2. Diez apellidos más frecuentes en Herrera Paz et al. 2010
Apellido
A
B
C
MEJIA
16
117
1
MARTINEZ
6
96
2
ARZU
6
35
12
LAMBERT
6
62
4
COLON
5
63
3
ALVAREZ
4
40
9
AVILA
4
59
5
FLORES
2
17
31
ROCHEZ
2
23
22
GARCIA
2
15
33

A=Frecuencia en Herrera Paz et al., 2010
B=Frecuencia en el listado de votantes
C=Posición del apellido por orden de frecuencia en el listado de votantes
Se puede apreciar que los diez apellidos más frecuentes en el estudio se encuentran dentro de los 50 más frecuentes en el listado. Más aun, los dos apellidos más frecuentes lo son en ambos. Seis de los diez apellidos más frecuentes en el estudio también están dentro de los diez más frecuentes en el listado. Esto nos deja ver, de manera gruesa, que la muestra del estudio es bastante representativa de la comunidad a pesar de su pequeño tamaño. 
Los valores de isonimia y algunos parámetros comunes se muestran en la siguiente tabla:

Tabla 3


1er apellido
2ndo apellido
D
176
234
I
0.0181
0.01712
F7
0.2677
0.2525
S
73
127

D=Número de apellidos diferentes
I=Isonimia
F7=Frecuencia de los 7 apellidos más frecuentes
S=Número de apellidos singulares

Se puede observar, sorpresivamente, que el valor de isonimia a partir de los segundos apellidos es ligeramente menor que el obtenido a partir de los primeros apellidos, lo que revelaría, a priori, un ligero predominio de la patrilocalidad. ¿Por qué se da esta aparente contradicción con el estudio?
Para contestar esta pregunta tomaremos en cuenta la siguiente consideración: la muestra del estudio estaba compuesta por individuos hijos de padres y madres garífunas no emparentados. El listado, en cambio, presenta los nombres y apellidos de la comunidad completa. Se entiende que la aparente contradicción no lo es cuando se aprecia que: 1) Cuando la isonimia se calcula tomando en cuenta únicamente los 50 apellidos más frecuentes, el valor para los segundos apellidos es de 0.0336 en comparación con 0.0300 para los primeros (datos no mostrados), lo cual evidencia una matrilocalidad histórica. Y 2) El número de segundos apellidos singulares (con una sola ocurrencia en el listado) es de 127, en comparación con los 73 para los primeros apellidos. 
Aunque algunos de los apellidos singulares se deben a mutaciones (errores en el deletreo en el Registro Nacional de las Personas), se espera que la mayor parte provengan de individuos de reciente inmigración (en la generación de los padres) y tal vez de diferente filiación étnica (en su mayoría ladinos). Esta diversidad de apellidos nuevos aportados por las mujeres de la generación de los padres disminuye los valores de isonimia de segundos apellidos en comparación con los primeros, simulando patrilocalidad. 
En resumen, el análisis del listado de apellidos de los votantes confirma una matrilocalidad histórica típica de la etnia Garífuna en la comunidad de Bajamar, pero además descubre una inmigración femenina reciente aportada probablemente por mujeres ladinas, lo que sería el reflejo de la tendencia a la alta movilización femenina del resto de la nación.