Edwin Francisco Herrera Paz
Hace unos años escribí el ensayo titulado “Nuestro amigo el tiempo”, y desde entonces me he hecho algunas preguntas sobre el
futuro, las premoniciones, y si existe lo que llamamos destino, es decir, un
futuro inevitable. He llegado a una conclusión que expongo brevemente en las
siguientes líneas.
En la trilogía de cine llamada “El efecto Mariposa”
se ejemplifica la teoría del caos, que simplemente sugiere que el
comportamiento futuro de un sistema complejo es extremadamente sensible a los
estados iniciales, y como es prácticamente imposible replicar dos veces exactamente
el mismo estado inicial, el futuro cambia radicalmente cada vez que llegamos a un
punto en el pasado. En la teoría del caos se ve prácticamente eliminada la
probabilidad de un destino inmutable.
¿Es siempre esto así? ¿Siempre que volvemos atrás en
el tiempo cambia el futuro? La teoría del caos ejemplificada en el efecto
mariposa (el batir de las alas de una mariposa aquí puede originar un huracán
al otro lado del mundo) elimina la predestinación de tajo, puesto que el futuro
cambia cada vez que volvemos a un estado inicial en el tiempo. Sin embargo he
llegado a la conclusión de que el destino sí existe pero como una probabilidad,
y mientras más cercano en el tiempo más probable es, puesto que las pequeñas
diferencias se amplifican en el tiempo.
Cada día al dirigirme a mi casa luego de recoger a
mis hijos en el colegio puedo tomar varias rutas. El tiempo que me toma en
llegar, sea la ruta que tome, es aproximadamente igual, y me he preguntado si
la escogencia de una ruta específica cambiará el universo futuro. Por ejemplo,
es posible que el hecho de que tome una ruta retrase la llegada a su casa de
alguien que, de haber llegado más temprano, hubiera sido asaltado. O puede ser
que en otra ruta aplaste algún insecto que sería el ancestro de una nueva raza
inteligente en algún futuro lejano. Y he llegado a la conclusión de que no
siempre es así. Es decir, el futuro es resiliente.
La gran mayoría de las veces los pequeños eventos
que ocurran por el hecho de que tome una ruta u otra no serán suficientes para
alterar el futuro. La configuración del tráfico en caso de una ruta o la otra
no se verá tan afectada como para que tenga una repercusión significativa en el
futuro cercano. De esa manera, el futuro sigue una distribución probabilística,
con futuros mucho más probables dados por la resiliencia, y otros menos
probables. Así, es posible que las premoniciones sean una interpretación de
nuestra mente inconsciente del futuro más probable cuando involucra un evento
traumático, y mientras más cercano un evento futuro en el tiempo, más certera
será la premonición. Desde luego, la evidencia de premoniciones es solo
anecdótica pero abundante.
¿Existe entonces la predestinación? Sí existe, pero
como un evento futuro muy probable, más no inmutable.
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