Por: José María Castillo Hidalgo
De la República Bolivariana
y con el consabido estrépito
Chavéz se despidió de su séquito,
va en duro camino a La Habana.
Como siempre, transparencia temprana
promete con elocuencia, congénito,
a la sinceridad digno mérito,
dijo ignorar qué depara el mañana.
Atrás quedaron fieros contendores,
el opositor Capriles, Diosdado,
y bastantes devotos seguidores.
La diputada Corina Machado
y tantos del mundo y alrededores
lo ven fugaz con los dedos cruzados.
Sí tengo que decir ...Sentimientos encontrados ...duele el pais ante tanta arrogancia y soberbia de un poder que a pesar de autodefinirse "socialista", sólo piensa en intereses partidistas y en su perpetuación en el escenario político, así sea a través de la más vil manipulación.
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