Por: Edwin Francisco Herrera Paz
Taulabé es un pueblo colorido de Honduras, ubicado a orillas de la carretera que une a San Pedro Sula con Tegucigalpa, exactamente entre el lago de Yojoa y Siguatepeque. Las cuevas (que en realidad son una sola con dos entradas) es un conducto dentro de la montaña que se extiende cientos –o quizá miles– de kilómetros, lleno de motivos naturales labrados por la corriente subterránea que fluía un día en su interior.
Taulabé es un pueblo colorido de Honduras, ubicado a orillas de la carretera que une a San Pedro Sula con Tegucigalpa, exactamente entre el lago de Yojoa y Siguatepeque. Las cuevas (que en realidad son una sola con dos entradas) es un conducto dentro de la montaña que se extiende cientos –o quizá miles– de kilómetros, lleno de motivos naturales labrados por la corriente subterránea que fluía un día en su interior.
Hasta hace pocos años existía la creencia de que se trataba de túneles artificiales construidos por alguna cultura Protolenca, pero los estudios espeleológicos demostraron la realidad: un río subterráneo que por algún motivo se secó.
Actualmente solo se encuentran habilitados para el turismo los primeros 300 metros. Se conocen únicamente 921 metros, que fueron recorridos por tres espeleólogos norteamericanos en 1979. Su extensión total permanece en el misterio.
Las estalactitas son formaciones que cuelgan del techo de la cueva. Se producen por la cristalización de las sales de calcio disueltas en el agua que se filtra y gotea. La caverna cuenta con preciosas esculturas naturales formadas por las estalactitas. Su crecimiento tarda miles de años a un ritmo de 1 cm por siglo.
Las estalagmitas son el equivalente de las estalactitas pero en el suelo, creciendo de abajo hacia arriba. Son producidas por las mismas gotas que forman las estalagmitas, pero al caer. Si una estalagmita termina uniéndose con la estalactita, forman una columna.
¿Que hace Martha con ese monstruo de baba? |
¡Ooh! Esta no es estalagmita. ¡Es estalagmota! |
Muy interesante su artículo Doctor, gracias por compartirlo. Realmente es un sitio muy impresionante, que no todos los hondureños conocemos, aún sabiendo de su existencia. Su artículo y las interesantes fotografías son una buena invitación a conocerlas.
ResponderEliminarVamos a darnos una vuelta, que tal que la bolsa esta cubierta por estalagmitas jajajajaja.
ResponderEliminarMuy interesante. Bendiciones. Ellis