martes, 16 de agosto de 2011

Las Cuevas de Taulabé

Por: Edwin Francisco Herrera Paz


Taulabé es un pueblo colorido de Honduras, ubicado a orillas de la carretera que une a San Pedro Sula con Tegucigalpa, exactamente entre el lago de Yojoa y Siguatepeque. Las cuevas (que en realidad son una sola con dos entradas) es un conducto dentro de la montaña que se extiende cientos –o quizá miles– de kilómetros, lleno de motivos naturales labrados por la corriente subterránea que fluía un día en su interior.

Hasta hace pocos años existía la creencia de que se trataba de túneles artificiales construidos por alguna cultura Protolenca, pero los estudios espeleológicos demostraron la realidad: un río subterráneo que por algún motivo se secó.

Actualmente solo se encuentran habilitados para el turismo los primeros 300 metros. Se conocen únicamente 921 metros, que fueron recorridos por tres espeleólogos norteamericanos en 1979. Su extensión total permanece en el misterio.


Las estalactitas son formaciones que cuelgan del techo de la cueva. Se producen por la cristalización de las sales de calcio disueltas en el agua que se filtra y gotea. La caverna cuenta con preciosas esculturas naturales formadas por las estalactitas. Su crecimiento tarda miles de años a un ritmo de 1 cm por siglo.
Las estalagmitas son el equivalente de las estalactitas pero en el suelo, creciendo de abajo hacia arriba. Son producidas por las mismas gotas que forman las estalagmitas, pero al caer. Si una estalagmita termina uniéndose con la estalactita, forman una columna.

¿Que hace Martha con ese monstruo de baba?
¡Ooh! Esta no es estalagmita. ¡Es estalagmota!
Las cuevas también tienen su historia reciente. El 5 de mayo de 1972, un avión Boing 727 de la Eastern Air Lines (vuelo 175) fue secuestrado en Estados Unidos tras despegar del aeropuerto de Allentown, Pensilvania. El secuestrador pidió 303,000 dólares de rescate y seis paracaídas. El dinero le fue entregado en un bolso y luego hizo que los pilotos se dirigieran a Honduras.

Una vez en territorio hondureño el secuestrador, con todo y dinero, saltó en paracaídas cayendo cerca de la aldea de Buena Esperanza, entre Tela y La Ceiba. Se dirigió a la aldea, se tomó una Coca Cola en una pulpería, y en seguida tomó un autobús en el que se dirigió a las cuevas de Taulabé donde se mantuvo refugiado por un mes entero. Finalmente un amigo, único conocedor del paradero del secuestrador, lo delató por la recompensa de 1000 lempiras que ofrecía el FBI por su cabeza.

¿El nombre del aeropirata? Frederick William Hahnemman Ordoñez, hondureño que peleó en la segunda guerra mundial a las órdenes de los Generales Montgomery (Monty) y Eisenhower, experto en electrónica, comunicaciones y paracaidismo. “Bill” Hahnemman fue enviado a la prisión estatal de Virginia donde fue tratado con privilegios por ser un excombatiente.

Y a todo esto, ¿Dónde quedaron los 303,000 dólares? ¿Será que aun están en la cueva esperando que algún suertudo turista se tropiece y caiga en la grieta donde se encuentra oculto el bolso? Quién sabe.
Digan: "Estalagmiiiiiiiiiiiiiiita"

2 comentarios:

  1. Muy interesante su artículo Doctor, gracias por compartirlo. Realmente es un sitio muy impresionante, que no todos los hondureños conocemos, aún sabiendo de su existencia. Su artículo y las interesantes fotografías son una buena invitación a conocerlas.

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  2. Vamos a darnos una vuelta, que tal que la bolsa esta cubierta por estalagmitas jajajajaja.
    Muy interesante. Bendiciones. Ellis

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