sábado, 8 de mayo de 2010

El loco

Por: Edwin Francisco Herrera Paz

"Tal vez amar es aprender
a caminar por este mundo.
Aprender a quedarnos quietos
como el tilo y la encina de la fábula.
Aprender a mirar.
Tu mirada es sembradora
.
Plantó un árbol."
(Fragmento de un Poema de Octavio Paz)


Hace unos días un amigo me envió un link con un poema de Octavio Paz llamado “Carta de Creencia” que habla del amor. Yo le dije a mi amigo que el mencionado poema está muy bonito desde el punto de vista lingüístico. Una vez que uno comienza a leer, no le queda más remedio que aumentar la velocidad a medida que avanza, como si las ideas fueran arrastradas y aceleradas por un vórtice, pero después de unas tres estrofas la idea central se escapa y usted debe frenar, solo para recomenzar el proceso de aceleración. Me pareció como los pequeños remolinos que forman la turbulencia de un riachuelo, o los inmensos ciclones que se forman en la atmosfera terrestre. Disipativos, se forman y se van, como la vida misma.
Uno de los hombres que vio el poema comentó que ya sabía lo que le diría a su esposa el día siguiente, y que la hermosura del mencionado poema solo lo podía comparar con una obra de Picasso. Yo le sugerí que no comparara a su esposa con un Picasso pues terminaría durmiendo en el patio de su casa con el perro, pues a ninguna mujer le gusta que la comparen con una obra maestra que tiene un ojo en la frente y otro en la mejilla.
Muestro el último fragmento del poema al inicio de este post. Le dije a mi amigo que el poema, aunque de una belleza mágica, carece de lógica. Al fin amar, ¿es aprender a caminar o a quedarnos quietos? De cualquier manera la belleza emergente del juego de palabras es hermosa por sí misma y no necesita lógica. De hecho, en muchas ocasiones la lógica extrae la belleza de la formula ya que la belleza emerge de una mente imaginativa y creadora, pero desbocada, a mil por hora. Es más, es usual que las mentes brillantes y creativas exhiban ciertos tipos de desbalance conductual, tendiendo a la depresión, a la manía o incluso a diferentes formas de psicosis, aunque este no es siempre el caso.
Es probable que el mismo desbalance en el funcionamiento de los neurotransmisores cerebrales como la dopamina, la serotonina y la noradrenalina, origine por otra parte el ambiente bioquímico ideal en el que las ideas fluyen. El extremo del espectro del desequilibrio está representado por patologías psiquiátricas como la depresión mayor, el síndrome bipolar y la esquizofrenia. La esquizofrenia, particularmente, está caracterizada por un mundo interior vívido, con alucinaciones visuales o auditivas e ideas delirantes ya sea de grandeza o megalomanía (no, no es del presidente Chávez que estoy hablando), de persecución, o místicas, todas asociadas con una menor actividad de la dopamina en ciertas regiones cerebrales.
Algunos alcaloides simulan un proceso esquizofrénico, y tal es el caso del famoso dietilamida del ácido lisérgico, mejor conocido por sus siglas: LSD. El LSD es un derivado de un hongo no menos famoso llamado “cornezuelo o tizón de centeno”. El nombre proviene de la estructura que semeja un pequeño cuerno que crece en el centeno, que en la edad media causó epidemias de gangrena en Europa pues algunos de sus alcaloides tienen una actividad vasoactiva intensa, y al ser ingeridos conjuntamente con el pan de centeno causaban constricción de los vasos sanguíneos. Finalmente se sindicó al cornezuelo de centeno como el culpable de la gangrena, pero una vez aislados, sus alcaloides fueron utilizados en diversos tratamientos médicos. La ergotamina se utiliza aun en nuestros días para el tratamiento de la migraña, la ergonovina para frenar el sangrado uterino después del parto. Y de la ergolina se sintetiza el LSD.
Basta ingerir una pequeña cantidad del compuesto para  experimentar alucinaciones, distorsión del tiempo y fragmentación del yo, síntomas característicos de la esquizofrenia. El LSD fue famoso en la contracultura de la década de los 60. El integrante del célebre grupo de rock Los Beatles, John Lenon, compuso una canción en su honor: Lucy in the Sky with Diamonds (las siglas de estas palabras son LSD), y en la década de los 80 el bioquímico y premio Nobel norteamericano Kary Mullis refiere haber concebido su famoso invento, la reacción en cadena de la polimerasa, durante un viaje de “ácido”. Pero el LSD no es el único compuesto capaz de desencadenar una aventura alucinatoria. Algunos tipos de setas y un alcaloide del peyote llamado mezcalina son potentes alucinógenos, aunque hay muchos más.
Pero dejemos atrás la esquizofrenia simulada por alcaloides y volvamos a la enfermedad. Se ha demostrado un componente genético en la esquizofrenia, pero debido al gran número de genes involucrados, esta patología entra dentro de las denominadas “enfermedades de caracteres complejos”. Se puede responsabilizar a ciertas variantes de los receptores de la dopamina, pero la presencia de una variante no es ni necesaria ni suficiente para el desarrollo del padecimiento. Hasta el momento se han identificado cientos de genes que podrían estar implicados, algunos con funciones conocidas y otros por conocer. Algunos piensan que no se trata de una única enfermedad, sino de un conjunto de enfermedades con signos y síntomas similares, lo que se conoce como heterogeneidad genética. Indudablemente, el ambiente es un factor clave para su desencadenamiento. Alrededor de un 1% de las poblaciones humanas padece alguna las formas de esquizofrenia, aunque esta cifra puede variar ligeramente de una población a otra.
Particularmente, quiero contarles sobre la entrevista que le realicé a un esquizofrénico que llega a  mi clínica diariamente a pedir dinero. Es un muchacho que inspira temor, sin embargo es completamente inofensivo. Dice la gente que lo ha conocido que antes trabajaba en un taller de carros, y que era un muy buen estudiante en la escuela. Aquí la entrevista:

Yo: señor, ¿y usted como se llama?
Loco: El rico, Consumación de principio, términos de desgaste, mi nombre es Víctor Samuel Fúnez, Hay conductos de Oiujas que parten del distrito Federal…  Nemguno, después se llamó Neptuno, y de allí nació la tierra… El rico se llama Caetera. El varón vino y le digo “esto te entrego” y me dio un agua. Insinuaciones de la fluricundicia media. El chavo se agarró el agua… Una chavala linda me la quitaron. Yo la tenía como reliquia, y me la quitó, pacto de placa activa. Yo no fornicaba con nadie. Y la distracción de imagen como la vana…
Yo: ¿Ha visto usted alguna vez un demonio?
Loco: Si, Matara. Una vez me trepé en el. La decisión de él es la viva chocosula.
Yo: ¿De dónde es usted?
Loco: De Rusia. Creo. Usted es rico el que fomenta la ouija. Doña Juanita me da de comer. Ellos son tepeaticos, o sea solo una base que en la machucada devora a otros. ¿Usted sabe dónde está la placa activa?
Yo: ¿Se siente bien? 
Loco: Si, deme 20 pesos para un fresco. ¿Usted sabe algo de la placa activa?"
Entrevisté a Víctor Samuel el esquizofrénico por alrededor de dos horas, pero les muestro solo algunos pequeños fragmentos de la conversación por razones obvias. El resto continuó siendo un bombardeo imparable de palabras sin sentido aparente, caracterizado por perseveración y fuga de ideas. Insistía principalmente en el “hombre rico” y “la placa activa”. Le conté de la experiencia a mi amigo, quien me dijo que es posible que el loco vea algo que nosotros ignoramos. Pensé que tal vez tenga razón y que exista la posibilidad de que su mundo imaginario no sea tan imaginario, y experimente una especie de transgresión a algún plano paralelo de nuestro universo. Bueno, solo una especulación. Pienso que mi amigo debe saber algo de eso, ya que él mismo es una persona muy creativa. Saludos. 

4 comentarios:

  1. Muy interesante la entrada, pero en el caso de la canción de John Lennon - lo que no suma ni quita al artículo - no se trata de un acróstico de LSD, tal como lo afirma esta página que me parece muy rigurosa y se dedica a investigar leyendas urbanas y creencias:

    http://www.snopes.com/music/hidden/lucysky.asp

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  2. Hola Eric, y gracias por la aclaración. El dibujo de Julian sobre su compañerita Lucy lo explica todo, sin embargo la coincidencia, en caso de que lo sea, es asombrosa. Un abrazo.

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  3. Bueno, pero es que la lógica de un paradigma siempre está sujeta a ser trascendida, y cuando eso pasa sus lineamientos se exponen a ser superados por lineamientos más inclusivos.

    El paradigma científico actual, por ejemplo, no entiende ni estudia el paradigma mágico, pues no lo considera sujeto a sus lineamientos.

    Pero eso no quiere decir que el paradigma mágico sea menos real que el estudio de la estructura cuántica de la realidad, si no mas bien, como he dicho antes, que el paradigma científico no ha llegado al grado de incluír lineamientos que le permitan desarrollar un método científico de estudiar el paradigma mágico.

    Ergo, lo relega a ese enorme cajón hacia donde van a parar toda su frustración, la 'metafísica', compuesta de mitos y místicismo.

    Sin embargo, lo jugoso del paradigma científico es que no ha enterrado del todo su capacidad de superarse.

    Varios experimentos han ratificado el poder de la mente humana sobre la realidad, como por ejemplo algunos que han sido usados para probar teorías cuánticas. Uno de los más famosos es el llevado a cabo en 1998 en el Instituto Weizmann de Ciencia, en Israel, donde el profesor Mordehai Heiblum logró demostrar que un haz de electrones sí es afectado por el acto de ser observado.

    El experimento demostró, entre otras cosas, la futilidad de ese fenómeno que los científicos llaman 'objetividad', pues resulta que dicha objetividad tambien es subjetiva a todo tipo de condiciones circundantes. Aunque la objetividad puede ser aceptada como una actitud investigativa, su valor como método de asegurar precisión ha decaído considerablemente en la percepción de algunos científicos. Sencillamente nadie puede asegurar que un comportamiento objetivo conlleve a resultados mejores, dado que el simple acto de observar puede introducir incontables variables en el comportamiento de las fibras de la realidad.

    De regreso al tema, quizás el amigo entrevistado por Edwin decidió, consciente ó inconscientemente, en algún momento, observar la realidad de una manera diferente y plasmar en su lenguaje la huella de lo observado según su voluntad.

    Despues de todo nosotros vivimos inmersos en una sociedad asaltada por sistemas de convivencia fallidos que se manifiestan en violencia incontrolable y escenarios convulsivos.

    Nuestros criminales más grandes viajan en limusinas y helicópteros, y son dueños de grandes empresas que no sujetan a las mismas leyes que rigen el funcionamiento de empresas de menor tamaño, mientras que sus fotos constantemente aparecen en periódicos y revistas, recibiendo todo tipo de méritos, reconocimientos, y votos de confianza de parte de quienes se benefician del asalto constante de dichos cleptócratas a nuestros sistemas de convivencia.

    Si dejamos los prejuicios atrás, y observamos con una mente serena, quizás nos demos cuenta de que cuando el amigo tildado de 'loco' nos pide veinte pesos para un fresco (mientras nos regala un estribillo tomado de su propia música) al menos no nos está engañando.

    Mientras que ese gran hombre a quien consideramos un ejemplo rimbombante de lo que es alcanzar la cúspide de nuestra sociedad en realidad nos pone un yatagán en la yugular por medio de sus miles de maniobras furtivas en busca de quedarse con lo mejor de nuestro salario.

    Quizás conviene que nos preguntémos, entonces, quien o quienes son los verdaderos locos.



    i

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  4. Hola Iqui. Uno de los fundamentos de la mecánica cuántica (MC) es la indeterminación, a la que los físicos se refieren como la ley de la incertidumbre de Heisenberg. Ahora bien, la MC pierde vigencia a la escala cotidiana por la decoherencia, aunque yo pienso que es posible que los efectos del observador sean incluso tangibles a estas escalas (algo que no se ha probado). A pesar de ello, algunos físicos piensan que el universo es realmente determinista, y la aleatoriedad cuántica no es más que nuestro desconocimiento del algoritmo determinado por los mecanismos de generación de dicha aleatoriedad.
    Sobre los paradigmas de la ciencia, no son malos en sí mismos y ofrecen una estructura de pensamiento para la construcción de esquemas teóricos, aunque pueden llegar a comprometer de tal modo al investigador que este se cierre a nuevas posibilidades.
    Te refiero al blog de Kanijo para que veas algunas discusiones interesantes sobre algunos tópicos, por ejemplo, sobre los eventos cercanos a la muerte:

    http://www.cienciakanija.com/2010/04/08/las-experiencias-cercanas-a-la-muerte-explicadas-mediante-el-dioxido-de-carbono/

    Échale un ojo a esta otra y me cuantas.

    http://www.cienciakanija.com/2010/04/06/por-que-la-ciencia-nos-dice-que-no-confiemos-en-los-testigos-oculares/

    Es un blog muy interesante para discutir sobre estos asuntos, y Eric me podrá dar la razón.

    Sobre lo de criminales de cuello blanco, bien, pues en eso tienes toda la razón. Saludos.

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