John Adams, segundo presidente de los Estados Unidos de América es reconocido más como un gran experto en filosofía política que como político. Es recordado en parte por su ímpetu unificador de las 13 colonias en pos de una sola causa. En la segunda mitad del siglo XVIII cada una de las 13 colonias había establecido un Congreso Provincial para formar estados autogobernados. Pero mientras los representantes de algunos de los estados pujaban por la independencia del dominio de la Corona y el Parlamento ingleses, otros eran partidarios de la paz. Fue finalmente el discurso convincente de John Adams el que llevó a la unidad y a la revolución americana que terminaría en la independencia, hacia 1776. John Adams decía: “La gente y las naciones se forjan en los fuegos de la adversidad”.
Y es que la unidad ha sido el fundamento de la fuerza del gran país del norte. Tras la compra de Luisiana y la conquista de México los Estados unidos se expandieron hacia el oeste hasta el pacífico. Sin embargo, a mediados del siglo XIX apareció otro elemento separador: la esclavitud. Los estados del sur deseaban conservar su sistema de esclavitud mientras los estados del norte pugnaban por su abolición, lo que devino en una guerra sangrienta de cuatro años que fue finalmente resuelta por otro gran unificador: el presidente numero 16, Abraham Lincoln.
En 1 de enero de 1863 Lincoln redactó la proclama de emancipación que declaró a los esclavos de la confederación como “hombres libres por siempre”. Lincoln se encargó de recordarles a los estadounidenses que la Guerra civil tenía un propósito superior manifestando en el cementerio de Gettysburg: “que aquí altamente resolvemos que estos muertos no murieron en vano, que esta nación, bajo Dios, deberá nacer de nuevo para la libertad”. En el monumento en memoria a Lincoln en Washington D.C. se lee parte de su famoso discurso inaugural de su segundo periodo presidencial: “Sin malicia para ninguno; con caridad para todos; con firmeza en lo correcto, mientras Dios nos permita ver lo correcto, luchemos para terminar el trabajo en el que estamos; para cerrar las heridas de la nación…”
Gracias a sus principios de unidad, libertad e igualdad para todos los hombres, los Estados Unidos de América crecieron para convertirse en la nación más próspera y poderosa de la tierra.
Sin embargo, las famosas palabras de Lincoln y la causa superior por la que murieron cientos de miles de norteamericanos se está olvidando, y es así como un estado decreta leyes contra un grupo de seres humanos que huyen de la miseria de sus países buscando la prosperidad americana, para lo cual ocupan puestos laborales en la base de la pirámide de producción. Estos inmigrantes, que son muchas veces explotados por su estatus de “ilegalidad”, se les trata ahora como forajidos cuando lo único que buscan es una vida digna de un ser humano. El mismo apelativo de “ilegales” los minimiza al mismo estatus de un delincuente. Ellos son sus meseros, sus recogedores de basura, sus encargados del aseo. Llegan a los Estados Unidos a servirles para poder poner una hogaza de pan en la mesa de sus familiares, que residen en los diferentes países de latinoamérica.
Sin embargo, las famosas palabras de Lincoln y la causa superior por la que murieron cientos de miles de norteamericanos se está olvidando, y es así como un estado decreta leyes contra un grupo de seres humanos que huyen de la miseria de sus países buscando la prosperidad americana, para lo cual ocupan puestos laborales en la base de la pirámide de producción. Estos inmigrantes, que son muchas veces explotados por su estatus de “ilegalidad”, se les trata ahora como forajidos cuando lo único que buscan es una vida digna de un ser humano. El mismo apelativo de “ilegales” los minimiza al mismo estatus de un delincuente. Ellos son sus meseros, sus recogedores de basura, sus encargados del aseo. Llegan a los Estados Unidos a servirles para poder poner una hogaza de pan en la mesa de sus familiares, que residen en los diferentes países de latinoamérica.
Se olvidó el discurso. Los muertos de Gettysburg murieron en vano. Sin malicia para ninguno; con caridad para todos. Palabras vacías en las mentalidades utilitaristas, eugenésicas y xenofóbicas de unos pocos gobernantes. Y hoy como en los tiempos de Lincoln, se levantan muchas voces en defensa del inocente y del oprimido. ¿Será que una vez más se cierne la sombra de la división y la segregación sobre la cabeza de nuestro gran hermano del norte? Esperamos que no. Saludos.
Definitivamente se trata de una ley denigrante y retrógrada.
ResponderEliminarSerá que a los hermanos estadounidenses se les ha olvidado que los latinos han trabajado, construido y en gran manera contribuido al desarrolo de gran nación del Norte?
Estamos en un problema como latinamericanos que somos,hemos formado siempre un "alivio"para las personas estadounidenses somos pues quien realiza los trabajos que ellos no quieren hacer porque los consideran denigrantes.pues entonces quien sera el que recoja su basura?quien sera el que corte su yarda?donde estara la mujer latina de ojos amorosos que cuida a sus hijos?Estaran siendo tratados como criminales,o de uevo en sus paises que si hace años les nego la oportunidad de superacion hoy se las negara tambien no solo a ellos sino a sus hijos que dependian del sustento que sus padres ganaban trabajado lejos para sacarlos adelante."God Bless America?"Jesucristo dijo-Lo que le hagas a mis hermanos me lo haces a mi-.Entonces,donde quedaran los valores cristianos de la nacion mas poderosa del mundo,quedaran tan solo en las finanzas y en la guerra?permitira que un estado donde se encuentra mucha gente con esperanzas de un mejor mañana aplique una ley racista y anticristiana?Donde se puede ir a la guerra a defenser un pais que no es el propio pero no se puede vivir en ese pais sin ser llamado "ilegal";entonces,si se aplica la ley arresten al sol y a la luna porque no tienen visa y se la pasan de frontera en frontera.
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