Dr. Edwin Francisco Herrera Paz
Para comenzar y antes que nada, quiero agradecer públicamente a Esveritate por haberle otorgado su premio,
“El Palleter”, que orgullosamente muestro en mi vitrina, a este humilde blog en un gesto de amistad y de buena voluntad. Reciba un saludo y un gran abrazo desde Honduras, extensivo a toda la población de Valencia, España.
Últimamente, y debido a que en esta crisis económica hay que trabajar el doble para ganar lo mismo, he dejado de escribir. Además, me encuentro trabajando en un estudio sobre la estructura de las poblaciones que conforman la
Moskitia hondureña (esto sin ninguna remuneración) inferida a partir de las frecuencias de apellidos e
isonimia. Dicho trabajo será publicado en el
American Journal of Physical Anthropology, y servirá de referencia para futuros estudios genéticos en la región.
Las cuatro Honduras
Hace unos días, escuchaba por una
prestigiosa emisora nacional al
Abogado Enrique Ortéz Colindres hablando sobre las cuatro Honduras. Decía el Abogado Ortéz Colindres que Honduras está dividida en cuatro regiones que son:
1)
La Honduras bananera. En el siglo pasado, durante las guerras mundiales, ante la amenaza Alemana de dominar los territorios, Estados Unidos se vio en la necesidad de instalar repúblicas bananeras en las Américas, de las cuales Honduras es la más fiel representante. Ya que Honduras tiene el puerto de aguas más profundas de la región (Castilla) y que Estados Unidos debía protegerlo de la invasión alemana, la costa norte del país se convirtió en insignia de la producción del banano, industria que trajo consigo otras actividades económicas atrayendo a todo tipo de comerciantes e inversionistas. Esto ha hecho que la Honduras bananera sea la región más próspera del país.
2)
La Honduras parásita. Es aquella en la que casi la totalidad de los habitantes se levanta cada mañana escuchando las noticias de las dos radios más importantes del país; la región en la que el mayor empleador es el gobierno; la región que tiembla con cada cambio de gobierno en la espera del temido “sobre blanco”, y que básicamente consume, como una gigantesca y voraz termita, todo lo que la costa norte produce. Está constituida por la región centro-sur del país.
3)
La Honduras antigua. Con una herencia cultural mesoamericana representada por Copán y los grupos indígenas que aun sobreviven, con una población aglutinada en pequeñas comunidades endogámicas que conservan rasgos genéticos y culturales de tiempos de la Colonia. Se trata de la región occidental de Honduras.
4)
La Honduras olvidada. Representada por los departamentos orientales de Gracias a Dios (la Moskitia Hondureña) y Olancho, los más grandes del país en extensión, pero con una densidad poblacional de unos pocos habitantes por Kilómetro cuadrado.
Continuaba el Abogado Ortéz Colindres diciendo que en los Hondureños existe la impresión, en su inconsciente colectivo, de que la Honduras olvidada es la Honduras genuina, aquella que no se ha visto influenciada por inmigrantes judíos sefarditas, ni por árabes de Jordania y Palestina, ni por enviados del imperio Yanqui, grupos que han venido a controlar a las otras Honduras en sus esferas política y económica. Y es por eso que no fue casual que en las elecciones pasadas, los dos candidatos de los partidos mayoritarios fueran ambos olanchanos. Continuaba expresando Ortéz Colindres que “se necesita a un olanchano para entender a otro olanchano”, refiriéndose a una filosofía y un sentimiento de exclusividad que prima en los habitantes de aquella región. “Bienvenidos a la República libre de Olancho”, dicen que dice un letrero en los límites del departamento. “Olancho, ancho para entrar, angosto para salir”, reza otro.
Un olanchano a carta cabal La personalidad de un olanchano era lo que necesitaba el presidente Chávez para la conquista de Honduras, ya que los habitantes de aquel departamento son conocidos por sus altos niveles de andrógenos plasmáticos producidos por sus enormes gónadas, lo que los hace proclives a embarcarse en las misiones más peligrosas y arriesgadas dignas de dobles de cine, además de poder lucir grandísimos y poblados mostachos.
Pienso que el depuesto presidente
José Manuel Zelaya Rosales, como buen olanchano que es, efectuó a cabalidad el trabajo encomendado por la izquierda bolivariana. En un tiempo record de un año indujo una polarización social, instauró grupos parapoliciales y revolucionarios incipientes, estuvo a un pequeño paso de armar una asamblea general constituyente formada por sus seguidores que haría posible su reelección, quedándose en el poder unos 20 años o más para gloria del socialismo del siglo XXI. A pesar de todo, el presidente tuvo tiempo para bucear como todo un profesional, para realizar maniobras acrobáticas en un F-5, y para entretener a un pequeño séquito de féminas. Con estos antecedentes creo que definitivamente Mel debería ser el próximo James Bond de Ian Fleming.
Honduras, pastel del socialismo del siglo XXI
Pero un
sistema social es muy complejo, y aunque todo se planifique muy finamente, cada detalle, cada peón en su lugar, siempre habrá variables no consideradas, sucesos emergentes que pueden inclinar la balanza e inducir al fracaso. Recuerdo por ejemplo el cumpleaños de 15 años de mi sobrina. Mi cuñada planificó todo con un año de antelación, cada cosa muy bien pensada, muy bien planificada. La fiesta se realizaría a la luz de la luna, a la orilla de la piscina; el gran pastel de tres pisos era una maravilla culinario-arquitectónica, cada silla colocada con cuidado, cada flor...
A la hora de la celebración, en lugar de luz de luna llena tuvimos un aguacero como pocos que deshizo más de un peinado sofisticado, y el pastel se autodestruyó como la grabadora de la serie “Misión Imposible”. Algo raro. ¿Ha visto como a veces se hunde la tierra tragándose casas, carros y personas? Así le pasó al pastel: implosionó, o algo así. Recuerdo muy bien, no habían llegado aun los invitados, y cuando yo vi aquel fenómeno, no pude contener una sonorísima risotada. Todos los demás presentes, que ayudaban en ese momento a dar los últimos toques, disimuladamente volteaban la cara para reírse. Mi cuñada entonces se quebró en uno de los llantos más desconsolados que he visto en mi vida. Afortunadamente, mi esposa y mi tía armaron de nuevo el pastel como pudieron, que parecía entonces de decoración abstracta o cubista y los invitados ni lo notaron. Finalmente todo salió bien, porque “son esas pequeñas cosas que van haciendo toda una vida” las que se recuerdan; porque “la vida se hace siempre de momentos, de cosas que no sueles valorar, y luego cuando vuelves, cuando al fin te has dado cuenta, el tiempo no te deja regresar”, parafraseando a un
famoso cantautor de tiempos ya pretéritos (si usted comenzó a tararear no hay duda de que extraña los
long plays y los discos de 45).
Honduras fue el pastel del socialismo del siglo XXI, pero eventos inesperados producto de las teorías del caos y la inteligencia colectiva aplicadas a los sistemas complejos, provocaron su derrumbe el 28 de junio recién pasado. Particularmente, la rápida difusión de la información por las
redes sociales y correos electrónicos provocaron una actitud de rechazo de las clases medias a la intromisión de
Hugo Rafael Chávez Frías en los asuntos de Honduras, lo que terminó en concurridas marchas de las iglesias evangélica, católica y otras denominaciones, convenciendo a la cúpula militar de que la mayoría de los hondureños no deseaban “cuartas urnas” ni “asambleas generales constituyentes”. Aunque la llamada oligarquía hondureña sí tuvo que ver, fueron las clases medias las que realmente cambiaron el rumbo de los eventos.
India virgen y hermosa dormías…
Nuestro
himno nacional describe en su primera estrofa nuestro territorio antes del descubrimiento comparándolo con una india virgen, no profanada por los pies del hombre culto del occidente de entonces (aunque tampoco del bruto). Nuestro himno nos deja dos cosas bien claras: 1) nuestra Honduras es femenina (a diferencia de los Estados Unidos, que no solo son machos sino muchos), y 2) después del descubrimiento dejó de ser virgen.
Pero nuestro país dejó de ser virgen en un proceso de desfloración nada placentero, caracterizado por el encuentro explosivo de dos mundos diferentes. Aun en nuestros días, después de algunos siglos, sufrimos las consecuencias de la conquista, que más que conquista fue violación, y de esa violación nació una sociedad, un bebé cuyas vestimentas están compuestas por la cultura de la pobreza. A la pérdida de la virginidad siguió la separación, y al igual que la mujer humillada recién salida de una relación tormentosa busca parejas abusadoras, Honduras ha sido víctima de relaciones desiguales manipuladas por intereses imperialistas.
La mujer entonces despierta de su largo letargo. Ha sido abusada, violada, humillada, prostituida, pero ya no más. La siguiente pareja deberá respetarla, darle su lugar, y es en ese momento que hace su aparición el bravucón del barrio, acostumbrado a que se haga su voluntad, el que ya ha conquistado a muchas. Honduras es la siguiente, pobre pero muy atractiva, con un gran potencial de explotación. Chávez Frías, en lugar de tratar de seducir a la pobre india tantas veces ultrajada, intenta poseerla por la fuerza, a gritos, insultando a sus habitantes diciéndoles
“pitiyankys” y otras cosas en su propio territorio, induciendo a sus gobernantes a violar flagrantemente sus leyes y constitución. Pero la india le dice “ya no más señor”. -Váyase a otra esquina porque en esta ya no hay prostituta.
Las Carencias de los diplomáticos del socialismo del siglo XXI El presidente interino
Roberto Micheletti Bain, creyó que después de los eventos del 28 de junio el mundo celebraría la gran hazaña. Pensó que todos los embajadores desfilarían por Casa Presidencial inclinándose y felicitándolo por su nuevo cargo. En cambio, los hondureños descubrimos la existencia de un artilugio, una maquinaria, el sistema de publicidad más grande e imponente que hayamos visto. Este gigantesco sistema mediático pronto puso a Honduras en el banquillo de los acusados, y en tiempo record fue acusada, juzgada y condenada por los países de América y del mundo sin siquiera ser escuchada, sin la oportunidad de defenderse, de decirle al todos que lo ocurrido fue en legítima defensa, que fue la respuesta de una víctima a un violador que no escatimaría recursos para hacerla suya.
Hablando con sinceridad, pienso que al presidente Chávez le hubiera ido mejor en su conquista a Honduras si en lugar de insultarla hubiese tratado de seducirla, pero la seducción es una mezcla de arte y ciencia que, debido a su temperamento, al presidente le es difícil utilizar. Por ejemplo, hace poco escuché una narración de su ex esposa sobre una ocasión en la que Chávez, en público y con micrófono en mano le dijo: “prepárate, que hoy te toca lo tuyo”, refiriéndose a que esa noche le tocaba a la señora cumplir con sus funciones conyugales íntimas, o mejor dicho sexo-reproductivas, debido a lo cual ella debería tomar un baño y acicalarse. Lógicamente el matrimonio terminó en fracaso.
Y así como es la cabeza de la empresa, así son los mandos intermedios, y los lugartenientes de Chávez continúan con la cantaleta de conquistar a Honduras por la fuerza, con regaños, diciéndole que todos le darán la espalda, que la golpearán, porque una mujer humillada siempre continuará siendo humillada, que si no hace lo que Chávez quiere, “veremos cuanto aguantan sin la ayuda internacional”.
No hay duda de que dichos lugartenientes (incluyendo al Secretario de la OEA
José Miguel Insulza) son excelentes diplomáticos. Es decir, dominan los requerimientos de las relaciones internacionales a cabalidad. Dichos requerimientos son: 1) Poder tomar cantidades industriales de vino o whisky sin perder la compostura, y 2) Mientras se está parado, poder sostener un plato de comida en una mano, un vaso de bebida en la otra y poder llevarse la comida a la boca mientras, al mismo tiempo, se habla de las más banales tonterías pero poniendo cara de que de lo que se está diciendo depende el futuro de la humanidad. En serio, ¿ha asistido usted a un coctel diplomático? Yo nunca pude dominar ese arte tras varios años en el servicio exterior.
Pero si las dotes diplomáticas de los lugartenientes de Chávez son impecables, su capacidad de seducción deja mucho que desear e insisten en tomar a la vilipendiada Honduras por la fuerza. Espero que recapaciten, y antes de su próxima visita a nuestro país lean la biografía del célebre diplomático, primer ministro y seductor británico
Benjamín Disraelí. Tal vez así les vaya mejor por estos lares.
Bien, después de este breve recorrido por nuestra abusada Honduras no me queda más que desearles un feliz día.