Por: José María Castillo Hidalgo.
Una vez más queda plenamente demostrado que en este país, las aspiraciones, los sueños y el tesón, miserablemente se hunden y la picardía, los enredos y últimamente hasta la paradoja anticontraria, paladinamente flotan, aunque claro está, sin orden ni concierto y definitivamente para nada en términos absolutos, puesto que eventualmente puede ser todo lo contrario.
El señor Cristian Javier (Lobo) Bulnes al ser requerido por la Autoridad
por conducir erráticamente su vehículo bajo la influencia alcohólica
alegó en su defensa ser hijo del Presidente de la República y haberse
desempeñado como Ministro Asesor en la Embajada hondureña en Berlín (Alemania).
Pero al ser investigado le reventaron otros clavos por violencia doméstica por
lo que se le propinó un castigo ejemplar consistente en barrer por treinta días
las calles capitalinas.
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