¡Pepe, I'll punch you in the nose...! |
Hay algo que me da vueltas en la cabeza desde hace varios
años, y es lo siguiente. ¿Cómo es posible que los Estados Unidos de América, no
solamente nos pida visa para entrar a su territorio, sino también nos cobre un
estipendio casi equivalente a un salario mínimo por su trámite? Ah, pero se
reservan el derecho a dársela a quien a ellos les pegue su regalada y
antojadiza gana, y allí va el latinoamericano subhumano con la cola entre las
piernas porque el “americano” vio que al indio le temblaba un ojo durante la
entrevista. Bueno, pero por lo menos devuelven el dinero, ¿no es así? ¡Ni papas!
Don Gobernante Latinoamericano |
No puedo calificar ese proceder de nuestro norteño
hermano más que como vil y llana explotación. Se aprovechan del más pequeño
porque no puede defenderse. Y el pequeño, sigue siendo pequeño porque quiere,
porque se deja, porque no protesta. Porque al mandatario de la república
bananera le tiemblan las “canillas*” cuando el poderoso imperio manda a un
esbelto anglosajón de 1.80 a 2 metros a decirle lo que tiene que hacer, o quien
puede osar poner un pie en su sagrada tierra. Al mandatario entonces no le
queda otra que mover la cabeza de atrás para adelante en convulsivos movimientos
aprobatorios ante la imponencia del enviado.
¿Cómo es posible que las cúpulas de poder de los países
latinoamericanos permitan tal humillación con sus conciudadanos? ¿Cómo es
posible que no haya uno, tan solo uno, capaz de demostrar que no es una
gallina, sino más bien, que tiene muchos de los que aquellas ponen?
Gallina con el nido vacío... es decir, sin huevos. |
Yo creo que es hora de decir “ya basta”. El grandulón
golpeador y hostigador del barrio sigue siéndolo mientras los enclenques de la
pandilla se dejen, o mientras ese mismo grandulón compre la conciencia de
algunos “macaneados**” con unas cuantas monedas. ¿Es que acaso los debiluchos
cabezones no se han dado cuenta de que son más? O como dice aquel sabio refrán,
en la unidad está la fuerza. ¿No se han dado cuenta que con la primera
zarandeada el grandulón se pone a llorar como un chiquillo y le toca entonces
bailar al son de la pandilla? No lo digo yo. La experiencia lo demuestra.
Por mi parte yo, en las próximas elecciones, votaré por él
o la valiente que se atreva a decir que pedirá visa a los inmigrantes turistas
de aquella tierra de las barras y las estrellas. O como dijera aquel poeta, “El
mundo es de los valientes, y yo soy valiente. El mundo es de los inteligentes,
y yo sigo siendo valiente”.
Atentamente: La Honduras Valiente.
*Canillas = miembros inferiores.
**Macaneados = en Honduras, vilipendiados, maltratados,
golpeados.
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