Parece
mentira, o quizás un sueño. Quisiera que alguien me pellizcara para poder
despertar lo más pronto posible. Me pregunto en realidad, ¿cuando fue que tocamos
fondo? ¿Cuándo es que perdimos el camino? ¿Cuando perdimos nuestros sueños? ¿Qué
pecado cometimos como pueblo? ¿Qué castigo providencial será este? Muchos
teólogos contestaran, idolatría, y no voltear nuestra cara a Dios, pero estoy
seguro que si hablara frente a frente con Dios, me diría que esta avergonzado de
ver en lo que nos hemos convertido: En seres que no sienten la mas mínima
empatía por su prójimo, en hombres que prefieren solamente pedirle a Él que nos
saque de nuestros problemas, cuando la verdad es que nos mando a ser fuertes y
valientes, a que nos preocupemos más por la vida del prójimo antes que la
nuestra; a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Estoy
seguro, que si hablara en persona con el diablo, me diría que él no tiene nada
que ver, lo cual entendería, porque siento exactamente lo mismo; somos nosotros mismos los que nos hemos
embarcado en un navío de desdicha y deshonra que nos lleva naufragando en un
mar del que nadie, pero nadie, puede salir a flote. Leí hace poco un
panfleto de una comunidad religiosa cuyo nombre omitiré, diciendo que la clave
es solamente orar, aduciéndose un versículo de Crónicas. Son aquellos líderes
que renuevan tal cual las mentiras de la edad media: “Si sufres y tienes autoridades que te explotan, es porque Dios así lo
quiere”, como si Dios te trajo a este mundo para que llevaras una vida de
desdicha y sufrimiento; y lo escucho una y otra y otra vez, hasta que mis oídos
se hartan. Escuchando a estos líderes, me pregunto a mi mismo: ¿Donde están
aquellos líderes que predican con el ejemplo llevando una bandera con el
versículo de Josué 1:9? ¿Donde están aquellos lideres que siempre les recuerdan
a sus adeptos el Jeremías 22:3: “Así ha dicho Jehová: Haced
juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis, ni
robéis al extranjero, ni al huérfano, ni á la viuda, ni derraméis sangre
inocente en este lugar”…..?
Una
vez más me pregunto: ¿donde….? ¿Donde están los valientes? ¿Donde están los que
libran batallas por la esperanza y la justicia? ¿No son los de recto parecer
los llamados a librarlas? ¿Donde están los que se les ha encomendado ser
valientes, esforzarse y pelear por la justicia? ¿Donde están los que creen en
aquel Proverbio Bíblico que raza que la justicia enaltece las naciones? ¿Donde
están los Gedeón? ¿Donde están los Josué? ¿Donde están los Caleb? ¿Donde están
los David? ¿Dónde?
Ciertamente,
están en las iglesias, tratando de acatar y agradar a un líder, aquel que en
2009 incentivó a sus adeptos a levantarse, y que ahora, ante una situación
similar o peor, considera que el levantamiento es un pecado (No sé cuál es tu
posición respecto a la crisis del 2009, y al final no es lo importante). Mi
punto, es que en este momento, la injusticia prevalece en la nación, y cada vez
nos sumergen más en la vergüenza, tal y como el rey Salomón lo predijo en sus
proverbios, y lo peor, es que los lideres de las iglesias llaman al silencio.
¿Es eso agradar a Dios? ¿Esa es la forma de ser valientes? ¿Esa es la forma de
cumplir con liberar al oprimido del opresor que nos explica Jeremías? Perdonen
mi renuencia, pero no acepto una respuesta afirmativa a esas preguntas.
Veo cómo
los diferentes sectores, llamados al silencio, y la comunidad cristiana (llámese
católica romana, anglicana, metódica, protestante, pentecostés, ortodoxa,
bautista, primitiva, etc.) se une a esa causa. Cerca de 3000 familias en luto,
por un acto de corrupción tan deplorable como el asesinato a sangre fría premeditado
de otro ser humano ya que soy de los que pienso, que todas las vidas valen el
precio de una. Ahora imagínate 2,888. Dos mil ochocientas ochenta y ocho almas
que se desvanecieron en el aire, porque no hubo una gasa para tapar una
hemorragia, un medicamento para bajar una presión alta, una pastilla para bajar
el azúcar (Glucosa), o un hilo para cerrar una herida sangrante.
Todos
y cada uno, clamando por justicia, la claman a su creador, y la claman a su
pueblo, que se queda absorto viendo como hacen con ellos lo que les venga en
gana. Estoy harto de esa falsa doctrina, y si yo no soy cristiano para saber
cuando alguien me explica algo contrario a ese libro milenario, ¿cómo es que
los cristianos no lo han notado? Es por eso, que la comunidad cristiana, debe
despertar: debe elegir, entre agradar la sed de justicia de un Dios de
justicia, y no agradar a los hombres que claman ser enviados de Él, pero que
predican cosas contrarias a sus preceptos. Agradar a Dios, y su justicia, por
encima de los hombres, debe ser la razón de vivir de cada cristiano en este mundo.
David y Goliath |
Yo
los acompaño, aunque estén solos, en el valle de la sombra de la muerte. Hacer
lo que nuestro corazón y nuestra consciencia dicten, haciendo lo que debemos
hacer. En lo personal, viviré con el Jeremías 22:3 escrito en mi mente, mi
alma, y corazón, y marchare clamando por la justicia en mi nación. Gritare por
las 2888 almas a las que hoy, se les apago su voz, viviré por ellas, por lo que
no pudieron vivir, y llevare el estandarte de la rectitud, de la justicia, del
camino correcto, siempre, Porque Dios me envió a ser valiente y ser cabeza y no
cola. Estoy harto, de costear con mil
amores en lo que puedo, parte de los tratamientos de mis hermanos hondureños
necesitados, y ver como del otro lado los condenan al sufrimiento, la desdicha,
la deshonra, la humillación, la desgracia y la muerte.
Muchos
dirán que no estoy correcto. Imagino que muchos llegaron a decirle a Elías que
desafiar a los reyes era cosa de tontos, pero como Elías, estoy consciente que
defender la causa correcta es lo importante, aunque nos lleve a la muerte. Tal
vez no le hagas caso a un joven que no profesa tu fe, no es mi intención
decirte que hacer o no, ni mucho menos mi intención es decirte como debes vivir
tu fe, la cual respeto. Pero si es mi completa intención, que leas el Jeremías
22:3, Josué 1:9, leas la historia de David, la de Gedeón, la historia de Josué,
y otros grandes guerreros que en la Biblia aparecen, que no solo clamaron a
Dios, sino que también marcharon obedeciendo el precepto de no temer ni desmayar. Sí es mi intención recordarte que el obedecer los
mandamientos de Dios no es solamente inclinarse a orar en lo secreto, sino llevar
una vida de rectitud, y una vida de constante lucha contra la injusticia, la
maldad, el odio y el sufrimiento.
Daniel y los leones |
Escucha
tu consciencia, y levántate en el lugar donde lo que es correcto es lo que se
hace y se debe hacer. Debes elegir, si agradar a Dios, o a los hombres. Si
quieres orar, esta bien, si quieres orar y ser parte del cambio, no solo te
acompaño, sino que te sigo. Recuerda que todos somos hondureños, todos nacimos
en esta tierra, y Dios te la encomendó para hacer con ella la mejor; para darle
lo mejor de ti, a esta tierra tan bella, a la que Dios en su providencia te
obsequio para que la disfrutaras, para que vivieras en plenitud disfrutando de
su belleza, de sus placeres, con la misión de convertirla en tierra deseable,
no en tierra deplorable, y nunca, pero NUNCA, hacerla desgracia, o peor aun,
ver como otros la convierten en desgracia sin que hagamos NADA.
Si tú
eres cristiano, déjame decirte que también eres hondureño, igual que tu
familia, igual que tu hermano, igual que yo. Todos somos hondureños, sangre
hondureña corre por nuestras venas, y alma hondureña habita en nuestra carne.
Dios te envió aquí por una razón, deja de pedirle a Dios que el haga la misión
que el mismo te encomendó. Naciste con el propósito, de prosperar, de ser
cabeza, de proteger al desprotegido, de luchar por el oprimido, de amar la
justicia y la verdad, y de condenar la injusticia y el odio. Hazlo cumplir.
Ciudadanía cristiana, pide al Eterno que sane nuestra tierra, y a la vez, ACTUA
por sanar esta tierra, porque si hay algo que jamás debes olvidar, es que Dios
es nuestro padre, y nuestra madre, esta tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor comente este entrada.